El coronavirus ya forma parte de la hemeroteca. En las televisiones ya no hay epidemiólogos, y la covid ya no se cuela en las conversaciones de bar, ni en las comidas familiares de los domingos. Los españoles están a otras cosas y el mundo, en general, también. Los expertos de la Ponencia de Alertas, el principal órgano técnico del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas en materia de Salud Pública, han dado luz verde a retirar el uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios, según ha podido confirmar en exclusiva Vozpópuli.
Los componentes de la Ponencia, así como el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), con Fernando Simón al frente, creen que ha llegado el momento de la desescalada final. Son conscientes de que la covid-19 no ha desaparecido, pero adquiere otra dimensión. El punto determinante en su cambio de opinión ha sido el decreto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) poniendo fin a la emergencia sanitaria internacional por este patógeno.
El informe que maneja el CCAES, que tiene el visto bueno de los especialistas de la Ponencia de Alertas, sugiere eliminar el uso de la mascarilla obligatoria en los centros sanitarios y, en su lugar, recomendar su uso a las personas con sintomatología que acudan a los mismos. Ahora mismo, la mascarilla sigue siendo obligatoria en centros de Salud, hospitales, farmacias y residencias.
El documento de la Ponencia deberá ser ratificado por los Gobiernos de las comunidades autónomas en el marco del Consejo Interterritorial, una cita que podría dilatarse dadas las elecciones del 28M.
Ayuso, la primera en dar el paso
El gabinete de Isabel Díaz Ayuso le tiene tomada la medida a la pandemia y, una vez más, la presidenta de la Comunidad de Madrid fue por delante en proponer esta última medida de desescalada. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, defendió hace un mes que era el momento de poner sobre la mesa el debate sobre el fin del uso obligatorio de las mascarillas en los centros sanitarios. "Las mascarillas, como el resto de las medidas de precaución, se deben utilizar en los hospitales y centros de salud de forma adecuada, es decir, en las situaciones contempladas en los protocolos pre-pandemia", manifestó el consejero madrileño.
Este planteamiento fue trasladado por parte de la Consejería de Sanidad de Madrid a un Ministerio de Sanidad donde acaba de aterrizar el ministro José Manuel Miñones. Madrid pedía que la eliminación del uso de mascarillas se tratase a nivel técnico en la Comisión de Salud Pública. "Un asunto que Miñones debe afrontar, como le pedimos que aborde otros problemas, como garante de la equidad y cohesión del SNS", puntualizó Ruiz Escudero.
¿Lo apoyarán las CCAA del PP?
Parece clara la postura que mantendrá la Comunidad de Madrid cuando se discuta el tema pero, ¿y las otras autonomías? Como ya adelantó este periódico, lo cierto es que el PP madrileño navegaba, una vez más, a contracorriente en materia de pandemia. El resto de CCAA gobernadas por los populares se mostraron poco entusiasmadas con la idea o, directamente, en contra. Una de las que mostró su oposición a esta desescalada de manera más férrea es Andalucía.
"Seguimos en pandemia, en una situación de emergencia. Nuestro comité de expertos sigue recomendando, como así lo hace la OMS, el uso de la mascarilla no sólo en centros sanitarios y sociosanitarios, sino también en cualquier lugar que una persona considere que esa mascarilla puede protegerlo: transporte, lugares cerrados o con aglomeraciones de personas", explicaron desde el Ejecutivo andaluz.
Otro bastión popular, Castilla y León, señalo a este diario que se atendría a lo que dictara el Ministerio de Sanidad. "Cantabria estará con lo que se acuerde en el Consejo Interterritorial, como hasta ahora", apuntaba el Gobierno de Miguel Ángel Revilla. Estas posiciones podrían haber cambiado ahora que se ha hecho pública la opinión de la OMS sobre la marcha de la pandemia, aunque hay voces de la Salud Pública que creen que sería bueno mantener esta medida preventiva ya que la población se ha acostumbrado y sirve para reducir los contagios por virus respiratorios.
