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El plan francés para desalar el pan: ¿seguirá España la última ocurrencia de Macron?

Cada español consume una media de 32,54 kilos de pan al año. Pero todavía quedamos lejos de todo lo que consume un francés en el mismo período de tiempo: 50 kilos. ¿Tendremos que imitar la medida tomada en nuestro país vecino?

El plan francés para desalar el pan: ¿seguirá España la última ocurrencia de Macron?

El pasado miércoles 9 de marzo, los ministerios franceses de Sanidad y Agricultura firmaron con el sector de la panadería reducir la cantidad de sal presente en el pan en un 10% en menos de cuatro años. Una ocurrencia del presidente del país, Emmanuel Macron, que busca paliar un “reconocido problema de salud pública”.

En concreto, el sector de la panadería se compromete a respetar los umbrales máximos de sal en sus panes a partir de este año. Luego, estos umbrales se irán bajando gradualmente hasta que en 2025 se alcance el objetivo de una reducción general del 10% en la cantidad de sal en el pan, tanto artesanal como industrial.

Esta medida de desalar este alimento permitirá “tranquilizar a nuestros clientes y demostrar que nuestros panes son saludables” , según explica el presidente de la Confederación Nacional de Panadería-Pastelería Francesa (CNBPF) Dominique Anract.

Un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación realizado en el año 2017 refleja que en España se consumen al año más de 1.400 millones de kilos de pan. En concreto, cada español consume una media de 32,54 kilos de pan al año. Pero todavía quedamos lejos de todo lo que consume un francés en el mismo período de tiempo: 50 kilos.

Con este contexto y sabiendo que la gastronomía española y la francesa son muy parecidas, son muchos los que se están planteando si esta medida tiene también sentido en España. ¿Seguirá España la última ocurrencia de Macron para mejorar la salud?

¿Lo imitará España?

Desde Vozpópuli, nos hemos puesto en contacto con el Ministerio de Consumo, liderado por el polémico Alberto Garzón, y encargado de tomar estas decisiones. Su respuesta es que por ahora no se plantean tomar esta decisión de desalar el pan porque no lo consideran necesario. 

El motivo principal es precisamente la cantidad de pan que tomamos en España. Al no ser un alimento tan consumido en nuestro país, no es necesario limitar la cantidad de sal presente en él. Además, no hay motivos para que convencer a la población española de que el pan es saludable.

De hecho, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) recomienda en un informe incluir en la dieta diaria el pan y los cereales, especialmente integrales, porque son "grandes aliados para una dieta sana, equilibrada y variada". Y en ese estudio no hace referencia en ningún caso a que en el pan español sea necesario reducir la sal.

Lo intereses del ministerio de Consumo

Por ahora, el Ministerio de Consumo está centrado en otros asuntos. Entre ellos, regular la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a menores. Este mismo lunes, la cartera dirigida por Garzón publicó un real decreto en el que incluía como novedad la prohibición de la aparición de personajes relevantes, deportistas o profesionales de programas infantiles en comunicaciones que publiciten consumos, tanto saludables como no saludables.

Como se puede leer en el decreto, la normativa afectará a los horarios de protección reforzada y a los espacios publicitarios de programas destinados al público infantil, y regulará tanto televisión como contenidos radiofónicos, salas de cine, publicidad de internet, redes sociales, webs o apps de móviles, cuando se dirijan a menores de 16 años.

También incluirá limitaciones en la publicidad de medios impresos y en los embalajes de los alimentos y bebidas. A partir de estas premisas las empresas podrán tener su propia autorregulación siempre y cuando suponga un marco de mayor protección al menor que la propia norma.

El real decreto se somete, desde el lunes y durante 15 días hábiles, al trámite de información pública, de forma que organizaciones de consumidores, asociaciones de publicidad y la patronal de alimentación, entre otras, podrán hacer sus aportaciones al texto. Su aprobación en Consejo de Ministros está prevista para el último trimestre del año, una vez que haya pasado por Bruselas y recibido el dictamen del Consejo de Estado.

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