El fiscal general promueve a Dolores Delgado a la máxima categoría de la carrera

Dolores Delgado ascenderá a la máxima categoría de la carrera fiscal tras ser elegida futura fiscal jefe de Sala de lo Militar del Tribunal Supremo. Álvaro García ha decidido proponerla para esta plaza a la que optaban un total de 20 personas, pese a que no ha recabado el apoyo mayoritario del Consejo Fiscal.

De esta forma se cumplen los pronósticos y se decanta por su antecesora en el cargo. Delgado, que cesó como fiscal General del Estado el pasado mes de julio, consigue su objetivo de ascender de rango, en lo que voces de la carrera entienden como la devolución de un favor que hizo a García cuando le ascendió a fiscal general tras su salida. Con este movimiento, Delgado evita tener que volver a la Audiencia Nacional, órgano donde ejercía como fiscal experta en terrorismo yihadista.

Sin embargo, lo ha hecho sin recibir el respaldo mayoritario del Consejo. La exfiscal general ha recabado el apoyo de 4 de los 12 vocales, además del de Álvaro García, según confirman fuentes del Consejo a este medio. Como era de esperar, han votado a su favor los dos vocales de la UPF, asociación a la que pertenece, y también los tres miembros natos del Consejo. Se trata de la 'número dos' de la carrera, María Ángeles Sánchez Conde; la jefa de la inspección María Antonia Sanz, y del fiscal general. Los tres son cargos que ella misma designó durante su mandato.

Cuatro vocales han apoyado a Delgado frente a los seis de la Asociación de Fiscales que han votado a favor del teniente fiscal del Tribunal de Cuentas Luis Rueda

Por contra, los seis vocales de la mayoritaria Asociación de Fiscales se han decantado por el teniente fiscal del Tribunal de Cuentas Luis Rueda, mientras que Salvador Viada, vocal de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), se ha abstenido ya que concurría a la plaza su mujer, la fiscal Anticorrupción María Teresa Gálvez.

Además de Delgado, se postulaban para esta plaza el también fiscal de la Audiencia Nacional experto en causas de ETA, Carlos Bautista; 12 fiscales del Supremo y el teniente fiscal del Tribunal de Cuentas. Tal y como informó Vozpópuli, Rueda partía como uno de los favoritos por su trayectoria en el órgano fiscalizador y también por su experiencia en la jurisdicción militar, aunque García Ortiz ha inclinado la balanza hacia su antecesora.

Una afín, a la Audiencia Nacional

Otra de las plazas clave que se votaban este jueves es la de teniente fiscal de la Audiencia Nacional. Para este puesto había dos candidaturas: la del fiscal que ejerce el cargo desde 2017, Miguel Ángel Carballo, y Marta Durantez, quien aterrizó en 2020 en la Secretaría Técnica poco después de que García fuera nombrado jefe de la misma. Pese a la dilatada experiencia de Carballo y de que se ha impuesto con siete votos, el fiscal general se decanta por su afín, que al igual que él proviene de Galicia.

Solo cuatro vocales han apoyado la candidatura de la fiscal reclutada por García. Se trata de los dos miembros de la UPF, de Sánchez Conde y María Antonia Sanz. Exactamente los mismos que han apoyado al Delgado. Por contra, los seis de la Asociación de Fiscales y el vocal de la APIF han apostado por la continuidad de Carballo como número dos de una Fiscalía determinante por la trascendencia de los asuntos que trata.

Luzón repite como fiscal jefe Anticorrupción

Además de la plaza a la que concurría Delgado, el Consejo también ha aprobado nombramientos en otras jefaturas clave dentro de la carrera fiscal. Una de ellas es la Fiscalía Anticorrupción. En este caso no ha habido sorpresas y Alejandro Luzón revalida su cargo como fiscal jefe de esta unidad. Luzón se presentaba junto con la teniente fiscal de Anticorrupción, Belén Suárez. No obstante, Álvaro García propondrá su continuidad tras haber conseguido el apoyo de casi la totalidad de vocales del órgano (11 de los doce votos).

Se trataba de la primera prueba de fuego para el fiscal general en aras a demostrar si optaría por un cambio de rumbo en la Fiscalía o bien daría continuidad a las políticas de Delgado, como ha terminado ocurriendo. Fuentes de la carrera fiscal advertían de que la plaza sería para su exjefa en lo que consideran como un ‘dedazo’ acordado desde su renuncia en julio.

De hecho, en la carrera había pocas dudas acerca de que Delgado terminaría ascendiendo al rango más alto al que puede optar un fiscal, tras el episodio de marzo. Entonces el PSOE intentó ‘colar’ sin éxito una enmienda en la reforma de la Ley Concursal para garantizar su futuro profesional. El objetivo pasaba por imponer legalmente un ascenso a Fiscal de Sala del Tribunal Supremo para los fiscales generales tras su cese.

Sigue la era Delgado

La maniobra se frenó tras el revuelo ocasionado, pero quedó patente la intención del Gobierno con Delgado para cuando se produjera su cese. El mismo se hizo efectivo en julio cuando anunció su dimisión por motivos de salud. Fuentes consultadas por este medio entendieron que su objetivo, a corto y largo plazo, era ascender a fiscal de Sala; de hecho la posibilidad que se barajó desde un primer momento era que se le acabe nombrando como fiscal jefe de Sala de la nueva Ley de Memoria Democrática.

Su entorno siempre ha defendido que la aspiración de ascender a la máxima categoría no solo es lícita sino que se ampara en otros casos. El más recientes es de la también exfiscal general María José Segarra, que, tras cesar de su cargo, fue promovida por el entonces ministro de Justicia Juan Carlos Campo a fiscal jefa de Sala de para la Protección con Personas con Discapacidad y Mayores. Con todo, su designación a dos meses de la renuncia como fiscal general ha pillado por sorpresa a muchos miembros de la carrera.

Además de estos cargos, el Consejo Fiscal ha votado otras jefaturas como la de Fiscal inspector de la Inspección Fiscal (cargo para el que se propone a Juan José García Criado); y las Fiscalías Superiores de Canarias, La Rioja y Granada, en las que serán designados María Farnés, Santiago Herráiz y Pedro Javier Jiménez, respectivamente. García Ortiz propone a Juan Bautista Calvo-Rubio para la Fiscalía de Málaga; a Juan Baratech para la Fiscalía Provincial de Huelva y a Luis Uriarte para la Fiscalía Especial Antidroga.