El 'deepfake' arrasa en internet: el contenido para adultos generado con IA cada vez tiene más presencia

La tecnología cada vez se desarrolla a más velocidad, algo positivo si se utiliza con buena voluntad. El problema es que hay quienes la emplean para fines ilícitos. El último 'boom' es el deepfake, que consiste en superponer la cara de alguien en otro cuerpo, un fenómeno que han sufrido el actor Manu Ríos o Rosalía. El último caso ha sido el de Laura Escanes. En los tres casos, se ha utilizado su rostro en desnudos, lo cual ha molestado a estos famosos. "Aparte de sentirme totalmente utilizada y expuesta, hay algo que hace que me hierva la sangre", ha señalado la influencer en sus redes sociales.

Lo cierto es que este tipo de prácticas son cada vez más comunes. La Inteligencia Artificial ya permite de manera sencilla colocar cualquier rostro en otro cuerpo, lo que permite llevar a cabo estas prácticas en pocos minutos. De hecho, ya existen numerosas apps accesibles para todo el mundo -la más conocida es Faceswap- que permiten hacerlo. Tan solo hay que dar un rápido repaso a la App Store o Google Play para comprobarlo.

Estas apps permiten poner tu cara -o la que cualquier persona quiera, basta con subir la foto- en el cuerpo de algún personaje de ficción, una utilidad divertida que permite crear contenidos para redes sociales. El problema es que hay otras apps, aunque estas no están en las tiendas de los fabricantes, que sirven para crear escenas eróticas o pornográficas, como es el caso sufrido por Laura Escanes.

Lo cierto es que este tipo de contenidos se han llegado a utilizar en Estados Unidos para sobornar a personas famosas: piden dinero a cambio de no promulgar las imágenes. Esto es algo que puede afectar a cualquier ciudadano de a pie, aunque con mucha menor probabilidad que a un famoso. Al fin y al cabo, es posible encontrar muchas imágenes de estas personas con 'googlear' su nombre.

De hecho, la red está repleta de 'deepfakes' sexuales de famosos, incluso en grandes portales de contenido para adultos. Basta con buscar en Google el nombre de cualquier 'celebrity' para encontrar contenido erótico o pornógrafico en cuestión de segundos. Por ejemplo, el buscador ofrece más de 3,5 millones de resultados con contenido de Natalie Portman y 3,8 millones de Scarlett Johansson. Un problema de difícil erradicación, ya que la única solución es que estas webs, que ya de por sí son muy laxas, pongan coto al contenido que se sube a sus plataformas. Además, el creador y difusor de este tipo de imágenes puede estar en cualquier punto del mundo, lo que dificulta que las autoridades persigan a los autores.

Porque además, la demanda de este tipo de contenidos se ha disparado. Según Google Trends, el mayor pico de búsquedas se produjo la semana del 19 de marzo y durante 2023 se ha registrado un crecimiento medio bastante elevado. También de las búsquedas con palabras relacionadas a este tipo de contenido han sufrido un aumento alarmante.

Es importante recordar que el sexo es el mayor negocio que existe en internet -se estima que mueve 100.000 millones de dólares al año-, por lo que este nuevo fenómeno es una nueva forma de rentabilizar contenidos para adultos en la red. El problema es que estos vídeos y fotos no cuentan con el permiso de los afectados.

Aunque los famosos sean los más afectados por su exposición pública, es importante recordar que estas situaciones le pueden ocurrir a cualquiera. Al fin y al cabo, el uso de redes sociales ha conseguido que sea bastante sencillo acceder a las fotografías de cualquier persona. Además, el progreso tecnológico ha hecho que estos 'deepfake' sean bastante más realistas que nunca, lo que dificulta saber si la foto es auténtica o ha sido generada por inteligencia artificial.