Emerge un nuevo mundo en el que el espacio físico y las historias comunes se desdibujan. Individuos solitarios frente a pantallas conectadas a la red escogemos todo a la medida: religión, comida, sexo, vida, muerte… Pero el reverso del apogeo de la libe

Uno de los grandes problemas filosóficos plantea lo siguiente: ¿qué tiene de auténtico aquello que llamamos realidad? Berkeley respondió taxativamente: nada de lo que vemos y sentimos existe más allá