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España

La opción Ciudadanos para la reforma laboral pone a Yolanda Díaz contra las cuerdas

La vicepresidenta reitera que sigue negociando con los socios de la investidura, pero en el espacio morado se resignan: "Lo ha intentado. A ver si lo consigue"

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cuyo equipo ha liderado la reforma laboral, el pasado 17 de enero en Madrid.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cuyo equipo ha liderado la reforma laboral, el pasado 17 de enero en Madrid. EUROPA PRESS

Yolanda Díaz se encuentra en una encrucijada. El reloj avanza inexorablemente y los socios prioritarios de Unidas Podemos y del Gobierno, ERC y Bildu, siguen instalados en el 'no' a la reforma laboral. Mientras, la opción de que sea Ciudadanos quien salve el pacto con la patronal y los sindicatos inquieta mucho a los morados. La vicepresidenta segunda se juega la base de sus apoyos políticos antes de levantar sobre ella la plataforma "transversal" con la que pretende concurrir en las próximas elecciones generales.

El dilema de Díaz, cuyo equipo reitera que sigue negociando con la mayoría de la investidura, es doble. Por un lado, la entrada de los de Inés Arrimadas conduce a Unidas Podemos al "escenario menos propicio", según reconocen fuentes de la formación a este periódico. Y todo porque además de dar al traste con la alianza que Pablo Iglesias tejió con los independentistas, supondría servir en bandeja a la oposición el relato de que la reforma laboral no es de verdad de izquierdas.

En verdad, ese es todo un misil a los morados que escuece mucho en el electorado clásico del partido. El propio Íñigo Errejón reconoce en su libro Con todo: de los años veloces al futuro (Planeta, 2021) que "el rasgo más característico de alguien de izquierdas es que señale que el de al lado no lo es".

La necesidad del acuerdo de la reforma laboral

En Unidas Podemos saben que Díaz está haciendo todo lo que puede y que la reforma laboral que ha pactado ha ido todo lo lejos que permitía una entente con la patronal. "Ella lo ha intentado. A ver si lo consigue [pactarla con los socios de la investidura]", explica una fuente morada de peso.

Ese es, en parte, el sentir de las bases del partido y de algunos altos dirigentes en privado: Díaz necesitaba llegar a un acuerdo con los empresarios para construir su imagen presidenciable. Y ese es el peaje que la izquierda más purista debe pagar si quiere soñar con una militante comunista a los mandos del Gobierno de España.

Los sindicatos avalarán una reforma laboral light a la espera de que los socios de Sánchez la endurezcan
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en un desayuno antes de presentar la reforma laboral.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha atacado por ahí: "ERC no negocia ni vota proyectos personales, porque quizá esto es un proyecto personal de Yolanda Díaz. La pregunta es: ¿por qué no quieren negociar con nosotros, ni tocar comas o aspectos que para nosotros son nucleares? ¿Por qué al final lo cerrarán con Ciudadanos?".

Lo cierto es que Díaz está inmersa en una batalla feroz con el PSOE. La también titular de Trabajo trata de retirarle a los socialistas la bandera de la defensa de los trabajadores. La obsesión de los morados vuelve a ser 'sorpassar' al PSOE. La pelea es muy simbólica en la izquierda española. No obstante, los de Pedro Sánchez llevan la palabra 'obrero' bordada en su nomenclatura. Aunque fue Díaz la última que apareció flanqueada por los máximos líderes sindicales del país.

En contra de lo que han dicho, es posible técnicamente derogar la reforma y no se ha hechoJuan Rubiño, abogado laboralista que participó en el 15M

Pero hay sectores del partido morado que lamentan la oportunidad de haber ido más allá. Es más, de puertas para fuera se curan en salud y reiteran, de cara al nuevo ciclo electoral, que la norma no es la que hubiera hecho Podemos de haber sido mayoría en el Gobierno.

De nuevo, según cuentan las fuentes consultadas entre los morados, la izquierda se enfrenta a su eterno dilema: pactar con el adversario o ir hasta el final. Y es que ya hay quien, con cierta legitimidad intelectual, se lanza a fusilar el relato del proyecto estrella de Díaz, engendrado por el partido que nació al calor del 15M.

En Contexto, el abogado laboralista Juan Rubiño -miembro del 15M-, carga con dureza contra el nuevo andamiaje laboral: "La realidad es que, en contra de lo que han dicho, es posible técnicamente derogar la reforma y no se ha hecho; que Europa no había condicionado la llegada de fondos a que no se tocasen las partes realmente lesivas de la reforma de 2012; que nunca estuvo en el pacto de gobierno la derogación de las partes más dañinas y que ni siquiera se ha cumplido el pacto de gobierno por completo".

Puede que en Podemos, además, haya sido especialmente sangrante que Errejón se haya erigido en altavoz purista pese a haber tirado un capote a Díaz. Y es que Más País considera que la norma no es histórica. "Es un avance", pero cree que deja "cosas en el tintero" y, por eso, debe tocarse en el trámite parlamentario. Por ahora, tanto ERC como Bildu y Más País siguen sin moverse. Y el lado socialista reitera que no se va a tocar ni una coma. La patronal, además, ha ratificado por unanimidad que cualquier cambio les saca del acuerdo y hasta del diálogo social. Todo es presión para Díaz.

Y es que para Errejón el Ministerio de Trabajo ha "llegado donde ha podido" para lograr un acuerdo en el diálogo social, esfuerzo que agradece pero ahora tiene la oportunidad de "ir un poco más lejos" y "dejarse ayudar" desde la negociación con sus socios.

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