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España

Podemos asume que el PSOE pactará con Cs la reforma laboral: "No es la reforma de Díaz, es la de Sánchez"

Crece la preocupación en el partido morado por los efectos en su relato de un apoyo de Ciudadanos a la reforma laboral, cuya derogación era una de las prioridades de Podemos al firmar el pacto de coalición

Podemos asume que el PSOE pactará con Cs la reforma laboral: "No es la reforma de Díaz, es la de Sánchez"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta de Podemos Yolanda Díaz y agentes sociales en La Moncloa. Pool Moncloa

Preocupación en Podemos. El partido morado ha asumido que Ciudadanos salvará la reforma laboral en el Congreso tras el portazo de ERC, EH Bildu y los socios de legislatura del Gobierno. Unidas Podemos teme el efecto que el apoyo de Inés Arrimadas tenga en su electorado. El problema, según fuentes consultadas por Vozpópuli, es que la nueva normativa laboral "ya no sería la de Yolanda Díaz, sino la de Pedro Sánchez".

Fuentes del Gobierno aseguran que la coalición coincide en convalidar la ley en el Congreso "sin tocar una coma" del acuerdo pactado por la patronal de empresarios y los sindicatos. Sin embargo, no está claro que PSOE y Unidas Podemos compartan esa estrategia.

La formación morada mantiene que negociará hasta el último segundo para convencer a sus aliados de investidura y salvaguardar la mayoría de izquierdas. Pero el pacto está casi imposible. Y la votación está prevista para la primera semana de febrero. Altas fuentes moradas reconocen en privado que consideran una locura que los naranjas respalden la reforma laboral, porque creen que sería muy difícil para Arrimadas justificar ese apoyo al Ejecutivo.

Podemos ve un problema en Cs

Podemos cree que Sánchez tiene cerrado el acuerdo con Arrimadas. Mientras que los morados no se cierran a introducir nuevos cambios laborales por otras vías. Fuentes de Ciudadanos niegan los contactos, pero confirman su mano tendida a respaldar el decreto si se mantiene tal y como está. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha reclamado a todas las fuerzas políticas, incluido el PP, su respaldo.

"La reforma laboral está en vigor y goza de la fortaleza y la legitimidad que otorga la Constitución al diálogo social", ha dicho Rodríguez al término del Consejo de Ministros. "La posición del Gobierno es demandar a todas las fuerzas políticas su apoyo. Sería un error oponerse a una reforma pactada por todos los agentes sociales".

Para Podemos, el apoyo de Ciudadanos a la reforma laboral es un problema, sobre todo si resulta determinante en la geometría del Parlamento. Uno de los objetivos que se marcó el partido al entrar en el Ejecutivo es "arrastrar", si se quiere, al PSOE hacia la izquierda. Y en estos dos años de legislatura ha conseguido orientar hacia esa mayoría todas las leyes económicas importantes: desde Presupuestos a Vivienda. El empeño del exvicepresidente Pablo Iglesias fue determinante para aprobar las primeras cuentas de Sánchez con esa suma y no con Ciudadanos, con el que el PSOE tenía un acuerdo cerrado.

La reforma laboral sería el primer traspiés en esta estrategia en caso de que el partido de Inés Arrimadas se convierta en un actos determinante en la votación. Y "no es uno cualquiera", según estas fuentes. El acuerdo de coalición recoge la derogación de la reforma laboral del PP. Pero el consenso de analistas y economistas es que las modificaciones introducidas no son sustanciales. Y que no hay un "volantazo" con respecto a la normativa aprobada por el PP en el 2012.

"La reforma de Sánchez, no de Díaz"

Para Podemos, un Ciudadanos imprescindible en la votación de febrero convertiría la reforma laboral en la de "Sánchez" y no en la de Díaz. La formación morada cree que la vicepresidenta y ministra de Trabajo se está esforzando en sumar a ERC y Bildu, pero admiten el difícil equilibrio de sostener a la CEOE al mismo tiempo si se introducen los cambios que exigen las formaciones separatistas.

Es más, según ha podido saber este diario, la también titular de Trabajo tiene intención de abrir en la tramitación parlamentaria el proyecto de reforma laboral a cambios para contentar, así, a los socios de la investidura y del bloque de dirección de Estado cocinado por el exvicepresidente segundo Pablo Iglesias, quien, además, sigue trabajando desde sus altavoces mediáticos para que Díaz no se disperse y cuide a ERC y Bildu.

Además de Ciudadanos, Sánchez confía en sumar los apoyos del PNV -seis diputados- y los cuatro escaños del PDeCAT. Y también cuenta con el respaldo de otros partidos como los regionalistas cántabros, Teruel Existe e incluso Coalición Canaria. Todos estos grupos, unidos a los 155 diputados de la coalición PSOE-Unidas Podemos, garantizan al Gobierno una cómoda victoria parlamentaria.

La posición oficial del Ejecutivo, de momento, sigue siendo la de respetar el decreto y no plantear enmiendas. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, advirtió recientemente a sus socios de que votar en contra de la reforma laboral es apoyar la legislación del PP, vigente desde el 2012. "Votar en contra de la reforma laboral es votar a favor de la reforma de 2012", que fue una reforma "brutal" contra los trabajadores, "impuesta, unilateral y absolutamente desequilibrada", dijo Bolaños.

Sánchez -como ha hecho en otras ocasiones- esperará a ver si Podemos consigue los apoyos. Y si no delegará en Bolaños la búsqueda de esa mayoría alternativa. El titular de Presidencia ha mostrado su predisposición al diálogo incluso con el PP, que sugirió primero una abstención para situarse después en el no. El titular de Presidencia ha sido interlocutor habitual con Ciudadanos en el pasado y ha mostrado su predisposición a negociar con todos los grupos de la Cámara.

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