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España

Covite considera que el "pasacalles" de Bilbao a un etarra condenado por cuatro asesinatos supone cruzar "la línea roja"

Agustín Almaraz abandonó este lunes de la prisión de Basauri tras cumplir 25 años de condena por los asesinatos de Emilio Castillo, Rafael Leiva Loro, Domingo Durán y Ángel María González

Pasacalles en Bilbao en honor a un etarra condenado por el asesinato de cuatro personas.

La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), Consuelo Ordóñez, ha denunciado el "pasacalles" organizado lunes en Bilbao tras la salida de prisión del recluso de ETA Agustín Almaraz "por las calles donde asesinó", algo que a su entender, es "muy parecido a los 'ongi etorris' que habían desaparecido en la última época". "Han traspasado la línea roja", sostiene.

Agustín Almaraz abandonó este lunes de la prisión de Basauri tras cumplir 25 años de condena por los asesinatos de Emilio Castillo, Rafael Leiva Loro, Domingo Durán y Ángel María González. Desde Covite denunciaron, a través de sus redes sociales, el recibimiento en el barrio bilbaíno de Santutxu a Almaraz. "En los 'nuevos tiempos sin ETA', los terroristas son tratados como héroes a la salida de prisión", lamentaron.

En declaraciones a Radio Euskadi, su presidenta, Consuelo Ordóñez, ha criticado este martes que "han traspasado la línea roja" con "un pasacalles organizado para él para que, con toda la jactancia pública, vaya por las calles donde asesinó". "Y encima Sortu provocando y haciendo eco de eso, que resulta tan doloroso para las víctimas. Eso sí que es indecente", ha manifestado en relación a su difusión en redes sociales.

Cuatro asesinatos

Almaraz Larrañaga es uno de los presos de ETA que se ha beneficiado de los traslados a cárceles al País Vasco por decisión del Ministerio del Interior. Primero fue movido en febrero desde el Centro Penitenciario Madrid VII (Estremera) al de Zuera (Zaragoza), previa progresión al segundo grado, y luego en junio de nuevo, en esta ocasión hasta la cárcel de Basauri.

Fue condenado a 48 años de prisión por el asesinato del guardia civil Emilio Castillo López de la Franca el 18 de marzo de 1993 en San Sebastián y a otros 30 años por matar a los policías Rafael Leiva Loro y Domingo Durán el 13 de enero de 1995 en Bilbao. También fue condenado a 29 de años por el asesinato de Ángel María González Sabino el 2 de junio de 1993 en San Sebastián.

Según los datos ofrecidos por Instituciones Penitenciarias cuando fue trasladado a Zuera, Almaraz Larrañaga ingresó en prisión el 29 de diciembre de 1995 y cumplía condena de 30 años por los delitos de asesinatos y terrorismo. Cumplió las tres cuartas partes de la condena en noviembre de 2014 y fue progresado al segundo grado a propuesta de la Junta de Tratamiento de Estremera.

"No quieren convivencia"

A juicio de la presidenta de Covite, "no quieren convivencia. Siempre se han sentido orgullosos de matar, tanto cuando ETA mataba como cuando ya no mata".

Ordóñez ha indicado que los recibimientos de los reclusos de ETA en la salida de las cárceles "siempre han existido" aunque ahora van "a más" porque los presos están "más cerca". Sin embargo, según ha señalado, "desde hace un año y pico, los 'ongi etorri' habían disminuido muchísimo porque se han sentido presionados socialmente y políticamente".

De este modo, ha añadido, "la estrategia que tienen ahora es ir cuantos más puedan a recibirlos a la salida de la cárcel", algo a lo que Covite no le da "mayor importancia".

"Lo que sí es un hecho humillante y vergonzoso y que provoca nuestra indignación y nos duele es ver cómo los reciben en las mismas calles donde asesinaron a nuestros familiares. Esa jactancia pública de 'nos sentimos orgullosos de haberos matado' es lo que es la línea roja y no lo vamos a permitir jamás. Y lo que pasó ayer con este asesino en serie fue eso", ha denunciado.

Desaparecido

La presidenta de Covite ha explicado que "los 'ongi etorris', propiamente como tales, habían desaparecido", aunque sí se siguen haciendo "homenaje a terroristas fallecidos" o pintadas cuando salen presos de prisión.

De este modo, este año la asociación no ha detectado 'ongi etorris' "como tales" --"en plena calle, con la banda de música, con escenario, con el pasillo, con las bengalas, con el aurresku, con la intervención del propio asesino"--, salvo "uno en Iparralde", mientras que el año pasado "hubo algunos pero ya los hacían sin difusión, prácticamente en clandestinidad". Sin embargo, ha lamentado la presidenta de Covite, "lo de ayer es muy parecido a los 'ongi etorris' que habían desaparecido en la última época".

Finalmente, ha lamentado que "la Audiencia Nacional y la izquierda abertzale son los únicos que sigan justificando la existencia de los 'ongi etorris'". "La Audiencia Nacional dice que son manifestaciones de alegría, lo mismo que dice la izquierda abertzale", ha criticado.

Por ello, ha admitido que "la batalla judicial la hemos perdido", pero sí se había "ganado" la disminución de los 'ongi etorri' no porque "la izquierda abertzale se haya dado cuenta de que es verdad que provocan, que interrumpen la convivencia, que humillan a las víctimas", sino porque "no ha podido más de la presión social y política que ha tenido".

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