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Comunidad Valenciana

Caso Erial

El testaferro uruguayo y la UCO coinciden en que el dinero de las mordidas era de Zaplana

Los agentes afirman que el exministro era quien "tomaba las decisiones" y Fernando Belhot asegura que "Zaplana me confirmó que el dinero era suyo"

Eduardo Zaplana camina junto a su equipo de abogados en el juicio del caso Erial EFE

El abogado uruguayo Fernando Belhot, supuesto testaferro de Eduardo Zaplana, ha asegurado hoy en una nueva sesión del caso Erial que el exministro era quien daba las órdenes y "me confirmó que el dinero era suyo".

Belhot es una de las piezas clave en este juicio y su testimonio se ha producido por videoconferencia desde Montevideo (y está previsto que mañana tenga una segunda comparecencia ante el tribunal). Ha asegurado a preguntas del fiscal que conocía a Zapana y que lo utilizó también para establecer contactos profesionales "de altísimo nivel" aprovechando que el expresidente valenciano era entonces presidente del Club Siglo XXI.

En este juicio se analizan las presuntas mordidas (comisiones) a cambio de la adjudicación a empresas de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) y del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana.

Su pasado en política

Belhot, en su testimonio, ha afirmado que "en principio me dijeron que el dinero era de Barceló (Joaquín)" pero con posterioridad Zaplana le dijo, según ha reconocido, que era de él y que no quería figurar "por su pasado en la política".

También ha detallado la mecánica para repatriar los fondos del extranjero a España a través de un banco holandés, una cuenta de Andorra y de cuentas en Uruguay y asegura que entre 2016 y 2017 a Zaplana le entregaron "2,3 millones de euros" y que entregó a la justicia española los 6,7 millones de euros que quedaban en Disfey, la mercantil uruguaya donde fueron a parar parte de las comisiones irregulares que presuntamente se obtuvieron durante la adjudicación de las ITV y el Plan Eólico.

Muy precavido

El abogado uruguayo considera a Zaplana una persona muy precavida, ya que los contactos que mantenía eran por teléfono "pero nunca por escrito" y que "destruía los extractos de las cuentas para no vincularse" a esos activos bancarios.

El abogado de Zaplana también ha tenido oportunidad de preguntar a Belhot que asegura que él sólo administraba el dinero del exministro pero que no le pertenecían a él.

Contradicciones de Belhot

El letrado le ha preguntado al abogado uruguayo por su declaración como testigo en otra pieza de corrupción que se juzgó en la Audiencia Nacional y en la que no dijo nada sobre Zaplana cuando fue cuestionado al respecto. "No tenía que comentar nada que perjudicara a un cliente" porque ponía en riesgo el secreto profesional que tenía con Zaplana.

Las preguntas del abogado defensor del exministro han intentado hacer ver al tribunal que el dinero que administraba Belhot era el suyo propio y no de Zaplana. Y es que las cuentas abiertas en Suiza estaban a nombre del presunto testaferro uruguayo, según ha asegurado, porque de esa manera se podía realizar una mecánica más fácil para las "transferencias de fondos desde las empresas" creadas para camuflar las mordidas.

Como ejemplo el abogado de Zaplana ha puesto el envío de dinero desde Suiza hasta la cuenta que estaba a nombre de Belhot en Montevideo y la respuesta de éste no ha parecido muy convincente por lo que el objetivo de sembrar la semilla de la duda entre los miembros del tribunal puede haber germinado.

La UCO sitúa a Zaplana como el cerebro

Por su parte, en la sesión de hoy tres agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han situado a Eduardo Zaplana en el centro del entramado del conocido como caso Erial: "Era el que tomaba las decisiones" aunque "no aparecía de forma directa".

Así se han ratificado estos agentes en su declaración, en calidad de peritos, en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Valencia contra Zaplana y otras 14 personas por el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones y con un fraude total cuantificado en más de 20 millones de euros.

Los agentes relacionan a Zaplana con tres sociedades para disponer del dinero de las comisiones: Costera del Glorio, Medlevante y Gesdesarrollo. Respecto a la primera sociedad, se percataron de una aparente disposición de fondos y bienes por parte del exministro y sobre las otras dos sociedades observaron cómo éste tomaba las decisiones.

Uno de los peritos ha explicado que sobre Medlevante fue Zaplana quien se opuso a la apertura de una cuenta bancaria; mientras que en el caso de Gesdesarrollo ha indicado que ante una oferta para comprar una parcela en Vilajoiosa, Joaquín Barceló (al frente de la misma y testaferro de Zaplana) dijo al comprador que no le podía responder en ese momento.

Los agentes observan cómo Barceló comunicó que la aceptación de la operación la tenía que llevar a cabo "otro socio", aunque no nombró a Zaplana. Sin embargo, le siguieron y vieron cómo se desplazó ese mismo día hasta el Hospital La Fe, donde estaba Zaplana y, tras ello, Barceló realizó una llamada por la que aceptó la oferta. "La palabra que dijo fue 'conforme'", ha recordado un agente.

Juan Cotino

Además, los peritos han descrito cómo Zaplana mantuvo reuniones "clave" en los periodos en los que tenían lugar las adjudicaciones públicas de las ITV. En concreto, se han referido a encuentros con el fallecido Juan Cotino, exdirector de la Policía y miembro del grupo Sedesa, adjudicatario de las ITV.

"Juan Cotino jugó un papel fundamental también en el entramado", han dicho, para agregar que fue la persona que viajó a Luxemburgo para entregar dinero en efectivo, más de 600.000 euros, con los que se constituyó Imison –empresa a través de la cual se vertebra la estructura societaria– y, posteriormente, Fénix.

"Las reuniones de Zaplana en cada momento temporal de la investigación se encuentran vinculadas a la persona que en ese momento es el actor principal, en este caso Juan Cotino", han asegurado los agentes.

Posteriormente los agentes se han remitido a un segundo periodo en la etapa del expresidente de la Generalitat en el que mantuvo varias reuniones con el exconseller Fernando Castelló por la adjudicación del Plan Eólico. "En 2002 se reunieron", han afirmado.

Mordida de 50 millones de pesetas

Precisamente como consecuencia de la adjudicación del Plan Eólico, los agentes se han referido a una petición que hizo Zaplana para que Juan Francisco García, su exasesor fiscal y exjefe de gabinete en la Generalitat, solicitara 50 millones de pesetas a una empresa. "La contrapartida que iba a recibir ésta era una participación en el Plan Eólico a través de una mercantil que no había sido todavía adjudicataria", han dicho.

En este entramado del Plan Eólico también se han referido los agentes a José Luis Olivas, participante por ser posteriormente presidente de la Generalitat. "En el caso de las ITV, la dinámica era que cuando se vendía la sociedad adjudicataria, las plusvalías se usaban para el pago de las comisiones. En el Plan Eólico pasó lo mismo, se vendió la sociedad y parte de los fondos se destinaron a una empresa de Olivas", han señalado.

Imison y Fénix

Los agentes han expuesto que Imison y Fénix fueron el origen de las sociedades a los que se transfirieron un total de 11,2 millones de euros provenientes de la actividad de adjudicaciones de las ITV y de los Planes Eólicos.

En ambas sociedades existían una serie de "similitudes": se constituyeron el mismo día, en 2001; las dos se constituyeron en base a la compra de un campo de golf en España; y se originaron con la aportación de dinero en efectivo aportado por Juan Cotino.

Con el tiempo, a partir del año 2005, se produjeron una serie de compraventa de participaciones de otras sociedades –como Costera del Glorio o Medlevante– "que se abordaron en Sedesa" para retornar el dinero a España. "Desde un inicio la pretensión era retornar el dinero para hacer otras inversiones", han descrito los agentes.

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  • S
    Suavior

    ¿Era tan precavido el ex presidente valenciano que dejó sus carpetas llenas de folios en un altillo de un piso que luego compró un sirio que conocía a un político drogadicto que se las dió a la UCO?
    El abogado tampoco era precavido. Era consciente de que el que "daba las órdenes" nunca lo hacía por escrito pero no se le ocurrió grabarlo. ¡Qué abogado más ético! Merece algún reconocimiento.