"Pedro Sánchez tiene los días contados en Moncloa", resume Júlia Calvet. Con tan solo 22 años, la presidenta del colectivo universitario S'ha Acabat! ha sido la encargada de leer el manifiesto contra las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez que han llevado a decenas de miles de personas a abarrotar el corazón de Madrid este sábado. Solo 31.000, según la Delegación del Gobierno. No estaba sola. Pasadas las 12 del mediodía, la joven barcelonesa, que tiene siete apellidos catalanes y un entorno familiar separatista, ha subido al escenario -instalado en la Plaza de Cibeles- junto a Nacho Trillo, otro joven, en este caso de Madrid, que fundó y preside la asociación Resiste España. Y lo hicieron de la mano porque, entre otras reivindicaciones, destacaba la de "la unidad de España".
"Hoy nos hemos reunido personas con diferentes sensibilidades, pero objetivos comunes: defender la democracia, defender la Constitución y defender una España unida de ciudadanos libres e iguales en derechos. Nos mueve la preocupación y el rechazo a la deriva política que ha tomado nuestro país. En los últimos tiempos, hemos asistido a una sucesión de actuaciones que son extremadamente alarmantes", ha denunciado la estudiante de Derecho.
A los pies del escenario, Rosa Díez y María San Gil, dos de las impulsoras de la movilización, asentían con la cabeza. Fue la primera de ellas la encargada de proponerle a Calvet que leyese el escrito ante los manifestantes. "Me hizo mucha ilusión, no me lo esperaba", reconoce la joven a 'Vozpópuli'. "Nunca había leído nadie tan joven", "¿Quién es esta chica?", se preguntaban un par de mujeres envueltas en banderas de España minutos antes de arrancar el discurso. A Díez y Calvet les separan varias generaciones pero ambas coinciden en que la protesta de este domingo supone un "punto de inflexión".
"Esto es un éxito. Está abarrotado. España es propiedad de todos los españoles. Y estamos unidos en lo esencial. La democracia está amenazada y tenemos la obligación de salir a la calle a demostrar nuestro rechazo a Sánchez. Él, su Gobierno y sus socios suponen una amenaza porque atacan a la democracia, a las instituciones, a la Constitución... No podemos quedarnos callados", apunta la fundadora de UPyD en declaraciones a este diario.
Mayor Oreja: "Vamos hacia una España confederal"
La concentración estaba convocada por Unión 78, su asociación, y otras organizaciones constitucionalistas como Foro España Cívica, Fundación Libertad y Alternativa y NEOS, entre ellas. Jaime Mayor Oreja, ex ministro del Interior y promotor de esta última plataforma, ha aprovechado la jornada para advertir ante los medios que "no hay un Gobierno de coalición, no hay un gobierno 'Frankenstein', lo que nos gobierna un proceso de ruptura hacia una España confederal y hacia la balcanización".
Desde Libertad y Alternativa esgrimen que "no se puede construir España de la mano de los herederos del terror de ETA, del populismo totalitario y de quienes expresamente se declaran enemigos de nuestro país. No se puede hacer política retorciendo las leyes, pervirtiendo los mecanismos de la democracia, tomando las instituciones para ponerlas al servicio del partido y alterando elementos esenciales de la Nación con oscuros pactos que se mantienen ocultos a los españoles".
Palabras parecidas lanzaron Trillo y Calvet desde el escenario. "Hemos visto cómo se han dado todos los pasos para resolver el horizonte penal de los condenados vinculados a los socios del Gobierno: los sediciosos han sido indultados, los presos de ETA salen a la calle por la puerta de atrás y se modifica el Código Penal al dictado de los propios transgresores. Ya no existe en España el delito de sedición y las penas por malversación de los políticos se han rebajado hasta el ridículo", añadió el líder de Resiste España. Peticiones de "dimisión" sonaban cada vez más alto.
"Hemos visto cómo se colonizan masivamente instituciones y corporaciones con simpatizantes y miembros del partido del Gobierno. Se altera así el juego de equilibrios y contrapesos necesario para el correcto funcionamiento de la democracia", denunció su compañera.
"Se nombra fiscal general del Estado a una diputada y ministra del Gobierno, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas a un miembro de la ejecutiva socialista o directora de RTVE a una persona claramente afín al partido", enumeraba. Mientras tanto, los asistentes alzaban la voz contra Dolores Delgado y Jose Félix Tezanos.
Gritos de "fascista" contra Sánchez
Entre otros muchos -añadían los encargados de leer el manifiesto- se cesa a la directora general del CNI, al presidente de la Agencia EFE, al jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid o se fuerza la dimisión del director del Instituto Nacional de Estadística por no plegarse en el ejercicio de sus funciones a los intereses del Gobierno. "La lista sería interminable, pero tenemos que destacar aquí, por su gravedad, el último hito de esta invasión partidista de las instituciones: el asalto al Tribunal Constitucional", apuntaron.
El clamor contra Pedro Sánchez se hacía cada vez más sonoro. Desde "pinocho" a "fascista", pasando por "traidor". Las miles de personas allí concentradas pedían la dimisión del Gobierno a gritos. En paralelo, Sánchez defendía su mandato desde Valladolid en un acto que ha sido entendido por los organizadores como un intento de "contraprogramación". "Quien quiera saber qué haría un hipotético gobierno de Feijoó y Abascal, no hace falta más que ver lo que hacen Mañueco y Vox aquí en Castilla y León", dice Sánchez.
Santiago Abascal, único líder de un partido político que ha acudido a Cibeles este sábado, cargaba contra el dirigente socialista. "Estamos en el mejor lugar que podíamos estar hoy convencidos de la necesidad de una movilización masiva hasta la expulsión del autócrata Pedro Sánchez", ha enfatizado acompañado del grueso de los miembros de su partido. Una participación que ha contrastado con las ausencias de los pesos pesados del PP. Entre ellos, el de Alberto Núñez Feijóo. Además de la cúpula de Vox y de algunos representantes del PP como Cayenata Álvarez de Toledo, la movilización también ha sido secundada por la ya exlíder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que iba acompañada de la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. "Sánchez es un peligro para España", han asegurado.
