Ignacio Garriga: "El fichaje de Girauta es un mensaje claro a Cataluña por haber liderado la oposición al separatismo"

El Comité Ejecutivo Nacional de Vox ratificó este domingo en Vitoria al líder catalán de Vox, Ignacio Garriga, como cabeza de lista para las elecciones autonómicas del próximo 12 de mayo. Garriga, que ya concurrió a los comicios de 2021 como candidato y situó al partido como cuarta fuerza en la cámara catalana, aspira a sobrepasar los 10 escaños actuales y adelantar al PP en la carrera por ser la fuerza representativa de la derecha en Cataluña. Según la última encuesta del 'CIS catalán', la formación derechista se sitúa en un empate técnico con el partido de Alejandro Fernández en una horquilla que toca techo en los 10 escaños.

En su entrevista con Vozpópuli en el Parlament, el secretario general y 'mano derecha' de Santiago Abascal habla del nuevo ciclo que se abre en Cataluña con el adelanto electoral, de la irrupción de la amnistía en el tablero político, el retorno de Puigdemont, los nuevos fichajes del partido para las europeas y las catalanas y la oposición frontal al separatismo y al líder del PSC, Salvador Illa, contra quien el partido ha interpuesto una querella por la compra de mascarillas por 623 millones durante la pandemia. El líder de la formación de la derecha también reflexiona sobre el espacio que empieza a ocupar la inmigración y la seguridad en partidos como Junts, que negocia sobre esta materia con el PSOE con mediador, y la aparición de Aliança Catalana.

¿Es Vox una alternativa al post-separatismo?

Sí. Es la garantía para hacer realidad esa Cataluña post-separatista. Yo llamo a los catalanes a tomar las riendas el 12 de mayo de Cataluña, de la Generalitat. Es decir, esa manera en la que Vox va a tomar las riendas y va a hacer posible la alternativa pasa por afrontar estas elecciones en un eje claro. No son unas elecciones en las que se elige entre Illa, Garriga o Aragonés, sino que se elige claramente entre modelos. Entre seguridad o inmigración ilegal, entre separatismo o unidad, entre agendas climáticas o defensa del campo, o entre impuestos abusivos o impuestos bajos para las familias y servicios públicos de calidad. Y en esas alternativas solo está Vox.

Lo hemos visto en los últimos tres años. Estamos dispuestos a liderar la oposición. Quiero recordar cómo los catalanes decidieron que Vox fuera la primera fuerza de oposición nacional en Cataluña. Y ese es el gran logro y la gran motivación que queda ahora para volver a votar a Vox y que sea fuerte en Cataluña. Es gracias a que Vox que se han logrado introducir debates en el Parlament que antes no se deban como la seguridad, la inmigración y toda la batalla de agendas climáticas o ideología de género.

Las elecciones del 12-M llegan con una amnistía incierta y la candidatura de Puigdemont. ¿Es un tablero que da pie a la normalización política como defiende Illla?

La amnistía ha demostrado ser la gran estafa de Salvador Illa y de Pedro Sánchez. Ha sido un acto de humillación de la nación que lo único que ha servido es para que Pedro Sánchez esté en Moncloa; ni mejora la convivencia, ni genera avances en la reconciliación. Tras el discurso de Puigdemont hemos visto que les ha dado un bofetón en la cara. No hay reconciliación ni normalización. Illa y Sánchez nos han vuelto a poner en 2017, y han restituido y dado oxígeno al peor golpismo separatista liderado por Puigdemont. Luego, para nosotros Puigdemont es el mejor candidato. Pero para sentarlo en el banquillo en cuanto llegue y pague por sus delitos.

Illa y Sánchez nos han vuelto a poner en 2017, y han restituido y dado oxígeno al peor golpismo separatista liderado por Puigdemont.

Nosotros vamos a seguir liderando esa oposición frontal al separatismo, y sobre todo a desenmascarar al PSOE como el gran traidor de todos los catalanes. Porque Illa se presentó como alternativa, y es un partido separatista más. Es una cara de la misma moneda que presenta Aragonés. Nosotros lo vamos a insistir en campaña. Hay que elegir modelo. O Illa o Aragonés, o Garriga. Y volvemos a los grandes temas de antes, la amnistía ha sido el mayor acto de corrupción para intercambiar indultos, impunidad a cambio de un sillón en Moncloa, y esto es gravísimo.

Crear un relato que se ha demostrado falsario, y la gran pregunta es cómo se tiene que presentar Illa a estas elecciones en Cataluña sabiendo que todo lo que dijeron sobre la amnistía es mentira y que además, a parte de que lo llevamos diciendo, ha sido demoledor el informe del CGPJ. Un bofetón de realidad. Illa está invalidado para ser candidato, no solo por haber mentido a los catalanes sino por su dudosa gestión desde el ministerio de Sanidad, del que se presenta como el gran gestor.

¿Qué tipo de oposición plantea Vox a Salvador Illa, sabiendo que está a la cabeza de todas las encuestas?

Para empezar pedimos su comparecencia en el Congreso y ya hemos interpuesto una querella. Vamos a llegar hasta el final en este tema e insisto, es alguien que se está erigiendo como la alternativa en Cataluña. Y los catalanes no pueden volver a caer en el gran engaño de lo que supone el partido socialista, porque es el responsable de que Cataluña lleve décadas sumida en un proceso de decadencia. Cataluña, gracias a Illa y Aragonés tiene los peores datos en educación, en seguridad, en sanidad, hay que decir basta, hay que dar una patada en el tablero y construir esa Cataluña post-separatista.

Nosotros estamos preparados y, sobre todo, sí queremos gobernar para todos los catalanes, a diferencia del separatismo. Nosotros entendemos que hay gente que tiene más amor a su patria chica que a su patria grande pero queremos gobernar para los 8 millones. Aragonés se llena la boca de la Cataluña entera, pero nosotros tenemos un proyecto claro de cuatro ejes: el primer blindar y recuperar servicios públicos, luego garantizar la seguridad, el acceso a la vivienda y la libertad. Es lo que ofrecemos y somos esa alternativa.

Nosotros entendemos que hay gente que tiene más amor a su patria chica que a su patria grande pero queremos gobernar para los 8 millones

Ahora que Ciudadanos y PP se presentarán por separado a las catalanas, ¿qué estrategia tiene Vox para captar ese voto de la derecha tras el fracaso de un frente amplio?

Vox es actualmente la principal fuerza de oposición nacional en Cataluña. Nos diferencian muchas cosas con Cs y con PP, básicamente en cómo confrontamos al separatismo. Ellos plantean hablar con el separatismo, los reconocen como interlocutores válidos y han llegado a negociar con ellos. El PP ha permitido que gobiernen Junts y el PSC en 9 ayuntamientos en Cataluña. Y Cs igual. Frente a ese modelo, queremos confrontar al separatismo como hemos hecho esta legislatura e incluso planteando la ilegalización de los partidos independentistas. Pero en ningún caso reconociéndolos como interlocutores válidos. Con el separatismo no tenemos nada que hablar y nada que negociar, en cambio PP y Cs sí.

Por otro lado, nosotros tenemos un claro compromiso por la guerra cultural, que ellos no tienen. Nosotros denunciamos esas agendas climáticas que han llevado a la ruina al campo, denunciamos la ideología de género que ha corrompido la educación, el feminismo que ha roto la igualdad entre catalanes y españoles. Ellos no dan esa guerra cultural por el independentismo y la izquierda que en Cataluña de manera especial ha sido la vanguardia. Somos el dique de contención. Evidentemente, nos une recuperar la libertad en Cataluña. Son modelos que difieren mucho.

Por ahora parece que habrá un empate técnico entre el PP y Vox en el Parlament tras las elecciones. Con la nueva legislatura, ¿consideráis que puede haber un mayor apoyo con el PP en la cámara a la hora de sacar adelante iniciativas?

Nosotros lo hemos hecho a lo largo de esta legislatura y hemos planteado muchas votaciones con el PP y Cs, pero no siempre nos han apoyado. Porque difieren en cómo proteger al campo. Nosotros denunciamos fanatismo climático. Ellos no lo comparten. Denunciamos la ideologización de los colegios, ellos en muchos casos no la comparten. Hemos denunciado la ley trans, y ellos en muchos casos no la comparten. Tenemos un proyecto que es mucho más ambicioso que confrontar solo al separatismo.

Queremos dirigiros a esos 8 millones de catalanes con un proyecto transversal que se dirige a votantes de extrema izquierda a extrema derecha porque queremos salvar a esa Cataluña que cae en el no retorno. Tenemos un plan y una hoja de servicios intachable. Unos aplicaron un mal 155 que no sirvió para nada, los otros cedieron competencias El 12-M es una oportunidad y queremos ser esos lideres de la oposición al separatismo. Tenemos el discurso de representar a más personas que el PP y Cs.

El nuevo ciclo electoral ha llegado también con cambios. Jose Antonio Fúster le ha hecho relevo en la portavocía y Vox ha fichado a Girauta para ir en la lista europea con Buxadé. ¿Qué mensaje se quiere trasladar con estos cambios e incorporaciones?

El nombramiento de Fúster se ha dado, por un lado, para ampliar el equipo de Vox con una persona muy capacitada y que da aire fresco en las ruedas de prensa. Ese es e primer mensaje, que se amplia el equipo con un proceso de renovación. Por otro lado, era algo que yo tenía que dejar porque tengo mucho trabajo y ahora mismo con el adelanto de la convocatoria electoral. Es verdad que esa decisión ya se había tomado previamente. Yo iba a dejar la portavocía y el cargo implicaba mucho trabajo. Se ha acelerado por la convocatoria electoral.

Y por otro lado la incorporación de Girauta es un claro compromiso en dos grandes lineas. Por un lado se refuerza la idea de que Vox es claramente la oposición frontal al separatismo, y por otro lado es un mensaje claro a Cataluña, con la llegada de una persona que lideró una oposición total y absoluta en Cataluña, comprometiendo hasta su vida personal. Ahora se suma a las filas de un partido que está comprometido con la libertad y con ofrecer un proyecto en Europa que quiere luchar contra esa ideología woke, y sobre todo defender la soberanía de las nacionales. Se suma al gran equipo que lideran Buxadé y Herman en las listas.

Se ha visto que la gestión de la seguridad y la inmigración, uno de los temas principales en vuestro programa, empieza a acaparar la hoja de ruta de otros partidos. Es un tema que ya negocia Junts con el PSOE, ¿Cuál es vuestra lectura, sabiendo que es uno de los grandes temas en campaña?

En primer lugar, que el separatismo empiece a hablar de inseguridad e migración ilegal es un logro que se debe atribuir a Vox. Es uno de los grandes logros en la irrupción en el panorama catalán porque ha logrado introducir debates que durante décadas los políticos habían silenciado. Ahora ya se habla de estos temas. Es decir, de los problemas reales de los catalanes. Claramente los partidos separatistas e incluso Illa, que tímidamente hablan de seguridad, no hablan del verdadero problema . Empiezan a reconocer que hay más inseguridad y hay multireincidentes, nada mas. Es solo Vox quien va a la raiz del problema, que es que hay mas inseguridad porque hay mas inmigración ilegal. Y eso es una relación causal que niegan todos los partido y que si no reconocemos y no ponemos solución, Cataluña estará peor dentro de 10 años.

Queremos una Cataluña que esté mucho mejor que ahora, pero eso pasa por reconocer que la inmigración ilegal es un problema. Por reconocer que más del 50% de la población reclusa en Cataluña es extranjera y eso hay que afrontarlo. Hay que acabar con que la Agencia Catalana de l'Habitatge destine las viviendas de protección oficial, como en Lleida, a un 53% de extranjeros, o la Generalitat destine un 40% del IMV a extranjeros. El gran debate es si seguimos fomentando un efecto llamada, destinando recursos de los catalanes a ayudas sociales a inmigrantes ilegales, o cortamos el grifo y nos aseguramos que no haya ni un solo catalán con acceso a la vivienda o renta mínima garantizada. Los otros sobrevuelan el problema, nosotros vamos a la raíz. No podemos seguir tolerando o mirando a otro lado. Cuando en Cataluña han aumentado un 60% los asesinatos, un 30% las violaciones y eso solo Vox quien está dispuesto a darle la vuelta con medidas contundentes.

Sin embargo existe un marco regulatorio por la Ley de Extranjería en la que se tarda hasta 3 años en regularizar una situación ilegal. El Cercle d'Economía acogió hace poco un evento con alcaldes de diferentes formaciones que defendían la regularización como forma de generar mano de obra necesaria. Esa también es una realidad. ¿No sería una alternativa reformar ley de extranjería?

No. Nosotros no compartimos absolutamente nada con el separatismo ni con el diagnóstico del Cercle. En primer lugar, porque lo que hay que hacer es fomentar la natalidad, que es algo que no hace ni el separatismo ni el socialismo. Eso se hace con políticas que protegen a la familia y generan el marco jurídico para que las empresas sean un mayor motor económico, pero sobre todo con políticas que fomenten la natalidad. No compramos el marco de que necesitamos es regularizar a esas más de 100 mil personas que están tasadas según dijo el conseller de Derechos Sociales y se encuentran en situación irregular en Cataluña.

Lo que hay que hacer es devolverlas a sus países de origen. Evidentemente que hay sectores de la economía que necesitan mano de obra. Lo que hay que hacer es establecer convenios con países de origen y de manera regular y controlada, para generar esos flujos de contratos de manera legal para que vengan esas personas a cubrir esos puestos de trabajo o esas áreas pero en ningún caso podemos aceptar que siga entrando gente de manera irregular. Que lo aceptemos como algo natural o normal. Proponemos un bloqueo inmigratorio y deportaciones masivas. Y por supuesto cumplir con la ley de Extranjería y seguramente lo que habría que hacer es endurecerla.

¿Y qué opináis de las demandas de Junts en materia migratoria?

Junts quiere asumir más competencias para Cataluña en material de extranjería, eso seria devastador porque hemos visto qué pasa cuando el separatismo gestiona la inmigración, es decir que hay más inmigración y más delincuencia. Cataluña es la región donde más inmigrantes ilegales se han acogido, después de Andalucía. No es la política que queremos, porque trae un incremento de la inseguridad. Nosotros queremos que las CCAA devuelvan competencias al Estado. Es una competencia fundamental que tiene que ser gestionada por supuesto desde el Gobierno de la nación. Entre otras cosa porque es una competencia que afecta a varios ministerios, no solo a Migraciones, sino también a Defensa, Política Exterior, Interior, Hacienda, muchos ministerios. Nos opondremos para que no se ceda una competencia más al separatismo y sobre todo en esta materia.

También ha aparecido en el flanco del conservadurismo independentista Aliança Catalana, con una agenda claramente antimigratoria.

Vemos que se suman más formaciones a denunciar lo que Vox lleva denunciando desde hace 10 años. Y es una realidad incontestable, que es que Cataluña tiene un grave problema con la inmigración ilegal y con la seguridad, por esa política del 'Volem acollir' que promovían tato Junts como ERC y el PSC, y ha tenido consecuencias devastadoras. Aspiramos a representar a todos aquellos que quieren una Cataluña segura y sin inmigraciones ilegal. Nosotros entendemos que los catalanes ya tienen una fuerza en el Parlament de Cataluña que da voz a esto y Garriga aspira a representar a todos los catalanes, voten en su ayuntamiento a Aliança Catalana o al Front Nacional o voten al PSC. Solo hay una fuerza política en el Parlament que va a dar esa batalla.

Como síntoma, es un fenómeno que surgió en un contexto muy específico, todos sabemos... Ripoll, el Imán, el atentado y ahí padecieron y vivieron en primera persona lo que en muchos otros barrios y ciudades están viviendo, pero ahí azotó de manera más dolorosa o próxima. El problema de la islamización ya lo deuncié en el debate electoral de 2021 y me miraban con cara de marciano. Hoy en Cataluña somos la región con más operaciones antiyihadistas y con más problemas de islamismo y por eso insistimos que hay que tomarse en serio este tema. Nosotros somos la alternativa. Aliança además compra un discurso woke. Ha sido capaz de colgar una bandera LGTBI en el Ayuntamiento de Ripoll. Nosotros jamás haríamos eso. Ellos tienen esa deriva woke que nosotros no. Defendemos unos principios y valores, lo que hemos sido, lo que somos, la tradición y esa es otra gran diferencia.