Cataluña

El "orgullo charnego" reivindicado por el cine catalán subleva al independentismo

El discurso de un guionista en la gala de los Gaudí, que apeló a sus orígenes andaluces, es tachado de "catalanófobo" por periodistas y políticos secesionistas

  • Foto de familia en los premios Gaudí -

 

Según el IDESCAT de 2023, los 20 apellidos más comunes en Cataluña tienen su origen en el resto de España. Esto es, que la mayoría de los catalanes se apellidan García, López o Martínez; en lugar de Pujol, Puig o Pons. Siendo así, podría pensarse que términos despectivos como "charnego" —que se refiere a los catalanes con orígenes en el resto de España, especialmente a los que no han renunciado a expresarse en castellano— han caído en desuso o perdido su capacidad ofensiva. Pero, a pesar de que parte del separatismo se haya decantado en los últimos tiempos por términos equivalentes como "colono" o "ñordo", su carácter controvertido sigue intacto, como demuestra la polémica desatada estos días por su uso en la gala de los premios Gaudí, celebrada el pasado sábado.

 

El discurso que ha prendido el debate lo pronunció Eduard Solà, ganador del Gaudí al mejor guión por 'Casa en flames'. Visiblemente emocionado, Solà marcó distancias con los ricos protagonistas del film, y se declaró "orgullosamente charnego". Acto seguido, recordó que sus abuelos, padres y tíos, procedentes de Andalucía, han tenido que "aguantar miradas de superioridad" durante todos estos años en Cataluña por sus insuficiencias económicas y culturales. Pero juzgó un "éxito colectivo" que personas como él se dediquen ahora a "escribir", y alentó a "mandar a la mierda" a los xenófobos. "Sigamos acogiendo a la gente con los brazos abiertos y dentro de unos años escribirán grandes historias catalanas", proclamó.

 

Sus palabras ocasionaron un gran revuelo en el secesionismo, que se aprestó a tacharlas de catalanófobas. Uno de los primeros en reaccionar fue el lingüista Gerard Furest, que denunció que bajo un discurso en apariencia "bienintencionado" se escondía un mensaje propio de un "tonto útil del sistema de dominación español", pues en "Cataluña no hay diferentes tribus en función de su origen; lo que hay son dos proyectos nacionales en conflicto". De su parte, el periodista de diario 'Ara' Pere Antoni Pons criticó la "cantidad de charnegos y de castellanos que viven a cuerpo de rey en Cataluña y el pijoprogresismo cursi del cine catalán dando por buenos los discursos de los neoliberalfalangistas de Ciudadanos". "Es acojonante, la mezcla de cinismo, subnormalidad y españolismo del personal", rubricó. 

 

 

'Influencers' arremeten contra la gala

Mientras, 'influencers' como la colaboradora de TV3 Júliana Canet cargaron contra una gala con "gente recogiendo premios en castellano" que representó una "criminalización total de la catalanidad". "Como si no fuésemos los catalanes los que llevamos siglos oprimidos por los españoles", mantuvo. A estos reproches se le han sumado decenas de artículos y editoriales en la prensa nacionalista, que coinciden en señalar que el término "charnego" ya no se encuentra operativo en la sociedad catalana y que, de haber xenofobia, ésta corresponde a los que aseguran que el vocablo despectivo sigue vigente.

La clase política secesionista, por su lado, también se soliviantó con Solà. El jefe de Oficina de Puigdemont, Josep Lluis Alay, por ejemplo, agradeció sarcásticamente a los cineastas premiados su "compromiso con los represaliados y exiliados por España", y alertó: "Cuando seamos independientes, os lo recordaremos. Cobardes".Y Jordi Casas (CUP) vinculó el discurso con el "supremacismo español" que trata de "fracturar" una sociedad "diversa pero cohesionada" como la catalana. También beligerante se mostró Aliança Catalana, que, además de lamentar que la gala se convirtiese en un "escenario de catalanofobia", cargó contra la "defensa de la okupación" y la "retorica pro-Hamás" de otros premiados. 

Pero quien ha ido más lejos ha sido Alhora, el partido liderado por el exrepublicano Jordi Graupera. "La gala de los premios Gaudí se ha convertido en un instrumento más de españolización de la industria cinematográfica catalana y en una plataforma para menospreciar nuestra lengua y cultura", aseguró la formación. En consecuencia, exige retirar todas las subvenciones a la Academia del Cine Catalán —que organiza los premios— y a las películas que no se desarrollen íntegramente en catalán.

Disculpas del guionista

El terremoto ha sido tal que Solà se vio obligado ayer a rectificar en parte sus palabras. En una entrevista en RAC1, afirmó sentirse "superado" por las interpretaciones que se han efectuado de su intervención, por lo que estimó que quizás fue él "quien no ha sabido expresarse".  "Quería apelar al hecho de que, o hacemos todos juntos una Cataluña mejor, o no lo haremos", enhebró en antena Solà. Y es que, pese al revuelo ocasionado, no hay que olvidar que el guionista defendió en su 'speech' que su éxito en Cataluña se debía a la "escuela pública" —en la que se proscribe el uso del castellano— y a los 'esplais' —campamentos juveniles de filosofía nacionalista—. 

Una defensa del "modelo catalanista" que también figura en la ganadora —y también denostada por el nacionalismo— 'El 47'. En ella, como ha indicado Antonio Robles, se reivindica a los españoles de clase humilde llegados a Cataluña en el tardofranquismo pero se les muestra comprometidos con la "normalización lingüística" —un retrato que no se corresponde con la realidad de la época, según Robles—.

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