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Cataluña

Barcelona estalla contra el Govern por la sorpresa de la desaladora flotante y las piscinas: "Propio de campaña"

El Ayuntamiento no conoce los detalles sobre la instalación de la desalinizadora y les preocupa el impacto que tendrá en las inversiones estructurales que necesita el sistema de abastecimiento de agua

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni Europa Press

La teniente alcalde de Barcelona, Laia Bonet, ha arremetido duramente este jueves contra el Govern de Pere Aragonés por anunciar por sorpresa el despliegue de una desalinizadora flotante en el puerto de Barcelona y las nuevas políticas de piscinas públicas y privadas. El cambio de criterio del Ejecutivo catalán en plena campaña electoral por el 12-M ha caído como un jarro de agua fría en la gestión municipal de Barcelona, precisamente el área más afectada por la escasez de recursos hídricos.

Bonet ha criticado que el anuncio de la portavoz Patricia Plaja y el conseller de Acció Climàtica, David Mascort, ha sido en base a una "decisión unilateral", "no contrastada" e "improvisada". "Ha habido poca reflexión, son maneras de hacer que consideramos propias de un partido en campaña, mas que de un gobierno en acción". Sobre la decisión de la desaladora flotante, el anuncio estrella del Govern para paliar los efectos de la sequía y evitar el envío de barcos, Bonet ha resaltado que como parte implicada les "preocupa" y que es una medida que tapa la realidad de la desinversión. "La decisión nos ha llegado unas horas antes", ha declarado en la rueda de prensa, resaltando lo sorpresivo del anuncio, y ha declarado que como Ayuntamiento teme que se dé la espalda a inversiones y medidas que cubran escenarios futuros.

La mano derecha del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se ha mostrado muy crítica con la gestión del Govern, y ha expresado que el grupo de trabajo de emergencia por sequía ha saltado por los aires al no contar con ellos para las decisiones. Ha dicho que el Ayuntamiento no conoce los detalles sobre la instalación de la desalinizadora, pero que les preocupa el impacto que tendrá en las inversiones estructurales que necesita el sistema de abastecimiento de agua. "Lo que sí sabemos es que va a costar mucho dinero que son 100 millones, y estos 100 millones tenemos serias dudas de que no afecten a las inversiones estructurales que habían anunciado y que tendría el sistema de abastecimiento de agua", ha afirmado.

Cambio de criterio en las piscinas

También ha criticado que el giro de la Generalitat sobre las piscinas municipales y privadas, que a partir de ahora podrán ser refugios climáticos si los ayuntamientos lo estiman oportuno y llenarse con agua potable. Algo que en ningún momento se había contemplado por el decreto de sequía. Como ha tildado Bonet, también es "fruto de esta improvisación". "Pasamos de un escenario en el que era un problema rellenar las piscinas de uso público en emergencia 1, como les planteábamos nosotros en las primeras sesiones de este grupo de trabajo, a un escenario en el que se pueden llenar todas las piscinas si son de uso público", ha expresado. En este sentido ha cargado contra el Ejecutivo autonómico de pasar la 'patata caliente' a los municipios sin tener las "herramientas" para gestionar el problema. Como Consistorio, Bonet ha dicho que Barcelona cuenta con una red amplia de refugios climáticos a la que se añadirán piscinas públicas.

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