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España

El alumno que plantó cara a la maquinaria 'indepe' de la Universidad Autónoma de Barcelona

Álex Serra es uno de los miembros fundadores de la asociación S’ha Acabat!

No son pocas las veces que la familia de Álex Serra (Barcelona, 1999) ha pedido al joven hacer menos ruido en su defensa de la Constitución.

Al igual que el resto de padres de los estudiantes que están al frente de la organización S’ha Acabat!, los de Serra viven a caballo entre el orgullo y la preocupación. Alzar la voz contra el nacionalismo en los campus universitarios catalanes se ha convertido en la asignatura más difícil de la carrera.

Serra estudia doble grado de Administración de Empresas y Derecho en la Universidad Autónoma de Barcelona. La pandemia y los encontronazos con uno de sus profesores a cuenta de la situación política del país le han pillado en tercer curso.

Ha sido el único alumno en atreverse a plantar cara a Jaume Munich, profesor de Derecho Internacional Público y, por extensión, al rectorado de la UAB. El docente lleva años refiriéndose a España como "Estado fascista español" en sus clases. Aunque la soflama era por todos conocida, nadie optó por denunciarlo más allá de Docsity, una red social donde los estudiantes comparten documentos y experiencias académicas. Salvo Serra.

"La universidad está muy ideologizada y la gente tiene miedo"

"Tengo claros mis principios y no voy a renunciar a ellos. Aquí venimos a aprender y los profesores deben ser neutrales. Estamos en una universidad muy ideologizada y la gente tiene miedo a decir lo que piensa. No quieren marrones y menos si te arriesgas a suspender", explica el vicepresidente y miembro fundador de S’ha Acabat! a Vozpópuli.

Todo ocurrió a principios de febrero, durante el primer día de clase. "Se dirigió a todos los alumnos para decir que Ciudadanos era un partido fascista y de extrema derecha y que sus votantes eran inútiles.

También aclaró que él se referiría a España como 'Estado fascista español' y que, por mucho que los subnormales de los fachas lo dijesen, España no era una nación y Cataluña era una nación oprimida", recuerda el alumno.

Serra esperó al término de la clase para acercase a su docente y, en privado, comentarle que se había sentido ofendido. Lejos de modificar su conducta, el profesor le respondió que él hablaba "en libertad" y, al día siguiente, llamó la atención de Serra en plena clase para acusarle de tratar de censurarle. Y le llamó patético.

"En su larga intervención no ahorró descalificativos hacia Ciudadanos, hacia las personas que no compartían su ideología nacionalista, hacia España. De ahí pasó a otros temas. Vinculó mi persona a los escritos dirigidos a la administración electoral con el fin de conseguir la neutralidad de la UAB en período electoral y se quejó de que como consecuencia de tales escritos él hubiera tenido que retirar un lazo amarillo de su despacho", cuenta el universitario catalán.

Cuando este pudo intervenir, manifestó ante sus compañeros que no se arrepentía de haber participado en la consecución de una UAB más neutral. "Le dije que me sentía orgulloso de ello y replicó delante de todos que yo era patético", añade Serra.

Solo dos compañeros reaccionaron a lo insultos

¿Alguno de los cerca de 70 compañeros presentes defendió a su compañero de los insultos? No. Tan solo dos estudiantes se atrevieron a decirle a Munich que ellos pagaban la matrícula para aprender y no para recibir propaganda política.

Serra dirigió un escrito al decanato de su facultad y fue recibido por el decano y el vicedecano de Ordenación Académica en una reunión en la que le transmitieron su preocupación. Sin embargo, la institución emitió una resolución sonde se puede leer que el profesor Munich admite los hechos y empleza al estudiante a acudir al Síndic de la Universidad.

"Pese a la preocupación inicial, después se mostró una clara falta de protección a los alumnos que sufrimos casos de supuesta discriminación, debido a qué ningún órgano de la Universidad volvió a ponerse en contacto conmigo", explica Serra.

Congeló su queja hasta este verano. "No quería que mi denuncia afectara a mi nota de la
asignatura, así que lo aplacé", explica a este diario. "Estamos totalmente desprotegidos por parte de las autoridades académicas", agrega.

"Que otros no pasen por lo mismo"

"Nos han llegado a agredir por montar carpas informativas y nadie hace nada. Pero estoy orgulloso de defender la Constitución y de que organizaciones independientes de alumnos y profesores hayamos conseguido unirnos por un mismo objetivo", comenta Serra.

Además de la experiencia vivida con el profesor Munich por Serra, otros supuestos ex alumnos narran las suyas en la plataforma Docsity. "Es uno de los peores profesores que he tenido en mi vida (...) y como persona es un impresentable y un maleducado", dice una de las reseñas.

En otra se asegura que el docente se refiere al Tribunal Constitucional como "Tribunal Prostitucional". No obstante, el docente también tiene sus fans. "Es el único que se llama a las cosas por su nombre", dice un estudiante.

Serra, que continúa a la espera de que la rectora Margarita Arboix se pronuncie, cree que tras los graves incidentes descritos no es posible que Munich continúe impartiendo clases. "No me importa tener que vivir así si esto sirve para que otras generaciones que vengan no pasen por lo mismo", reconoce el joven.

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