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España

Cataluña abraza al Ejército: Tarragona y Figueras acogen juras de bandera multitudinarias

Los actos tendrán lugar este sábado y el próximo mes de noviembre, en el marco de una agenda cargada de citas similares que se retoman tras la suspensión con motivo de la pandemia del coronavirus

Jura de bandera organizada por el Ejército, en una imagen de archivo
Europa Press

Cataluña se prepara para acoger dos actos de jura de bandera organizados por el Ejército que tendrán lugar en la localidad gerundense de Figueras y en Constantí (Tarragona); el primero, este mismo sábado, mientras que el segundo será en noviembre. Se espera que la asistencia en ambos casos sea multitudinaria, con un tope máximo fijado en los 300 y 250 asistentes, respectivamente. Todo ello, a pesar de los intentos del independentismo de sacar a los militares de la región.

La organización de la jura de bandera corre a cargo del Regimiento de Infantería Arapiles Nº62, asentado en el acuartelamiento General Álvarez de Castro, con base en San Clemente (Gerona). El acto se celebrará en el Castillo de San Fernando, en Figueras, una fortaleza militar considerada como el mayor monumento en toda Cataluña y Bien de Interés Cultural desde 1988.

Para cumplir con los actos protocolarios, el Ministerio de Defensa ha dispuesto un máximo de 300 personas que juren bandera en este acto organizado por el Ejército de Tierra. Los requisitos para participar son concisos: haber cumplido 18 años y tener nacionalidad española. Requiere, eso sí, una inscripción previa para asistir al acto.

Asimismo, el departamento que dirige Margarita Robles cuenta con una nueva fecha para otra jura de bandera en Cataluña: será el 5 de noviembre en Constantí, Tarragona, el 5 de noviembre. En esta ocasión tendrá lugar en el pabellón municipal de deportes y habrá una asistencia máxima de 250 participantes.

El Ejército en Cataluña

Se prevé que haya una participación multitudinaria en ambas juras de bandera, a pesar de que ciertos sectores del independentismo catalán reclaman la expulsión de los miembros de las Fuerzas Armadas de la región. “[El Ejército] dejará de tener jurisdicción en el territorio catalán”, esgrimía uno de los puntos de la declaración unilateral de independencia que el Gobierno de Carles Puigdemont proclamó en octubre de 2017.

Pero ni esa declaración ha tenido efecto, ni se ha expulsado a los militares de sus emplazamientos repartidos en Cataluña. La cifra de efectivos destinados en la región oscila en los últimos años en torno a la cifra de 2.200, que cumplen sus funciones en 13 localizaciones concretas: desde el propio regimiento Arapiles, hasta la Biblioteca Histórico-militar de Barcelona, pasando por la Jefatura de la Inspección General del Ejército.

Como contó Vozpópuli, el independentismo ha tratado de estrechar el cerco a las Fuerzas Armadas en Cataluña desde diferentes ámbitos. En el Congreso de los Diputados, el partido ERC solicitó al Gobierno información detallada sobre el número exacto de efectivos militares desplegados en la comunidad autónoma, su localización precisa y el desempeño asignado a cada unidad.

Acumulación de citas

Las juras de bandera que se celebrará en Figueras y Tarragona no son, ni mucho menos, actos aislados en la agenda del Ministerio de Defensa; al menos si se atiende a los actos previstos en todo territorio nacional. Sólo en el mes de octubre ya se han celebrado juras de bandera en Cangas de Onís (Asturias), Baltanás (Palencia) y Monzalbarba (Zaragoza).

Asimismo, junto a la que se celebrará en Cataluña, en este mes están previstas otras juras de bandera en Badajoz, Toledo, Astorga (León), Las Rozas (Madrid), Armilla (Granada), Alcantarilla (Murcia), Villalón de Campos (Valladolid), Melilla, Santoña (Cantabria), Porcuna (Jaén), El Álamo (Madrid), Los Alcázares (Murcia), Santa Cruz de Tenerife, Hornachos (Badajoz), Meco (Madrid), Madrid, Ahillones (Badajoz) y Vélez-Málaga.

Se trata de una agenda cargada de actos, todos ellos con el mismo objetivo de jurar la bandera. ¿A qué se debe esta acumulación de citas? Con motivo de la pandemia, el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas se vieron obligados a suspender todas las citas previstas por motivos sanitarios. Tras la normalización de la situación, se recupera la tradición repartida por diversos puntos de España; también en Cataluña.

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