Hay en España regionalismos que duermen y otros que han despertado. Más de cuatro décadas después de su nacimiento, el Estado de las autonomías sigue vivo en un sentido tan amplio que permite cambios como los que se demandan en Andalucía Oriental. O en León. En esta provincia, el regionalismo ha cogido impulso y casi medio centenar de ayuntamientos han aprobado ya una moción en la que se pide expresamente su independencia de Castilla, recabando apoyos desde todos los partidos para la creación de la 18ª comunidad autónoma.
No se trata de una postura meramente institucional o partidista. “Es un sentir que hay en la calle”, insisten a Vozpópuli fuentes de Unión del Pueblo Leonés, formación regionalista que desde hace tres décadas abandera esta causa a la que se han ido sumando fuerzas de todos los colores, muestra de la "transversalidad" de una demanda histórica, latente desde la constitución de Castilla y León, una autonomía que comprende el territorio de esos dos antiguos reinos que se anexaron "casi de forma forzosa".
90.000 personas salieron en 1984 a las calles de León para reivindicar una autonomía propia junto a Zamora y Salamanca. Alegan sus defensores que hay sobrados motivos históricos y de maltrato económico. También que el propio estatuto autonómico recoge esa naturaleza “birregional” y omite la capitalidad, que finalmente recayó en la castellana Valladolid. Desde entonces, ese sentimiento leonés se ha mantenido de forma más o menos discreta; hasta 2019 cuando volvió a eclosionar con una fuerza que va en aumento.
Una moción que convence hasta a Vox
En 2019, el recién elegido alcalde de León, el socialista José Antonio Diez, abogó públicamente por la autonomía. Unión del Pueblo Leonés aprovechó la oportunidad para arrancarle su compromiso público. Para ello, presentó una moción “para que se retratara” y UPL consiguió que el regidor la apoyase. Desde entonces, ese texto ha pasado por otros tantos consistorios, recabando su apoyo institucional gracias al voto de miembros de todos los partidos.
Concejales de PSOE, PP, IU, Ciudadanos, Podemos, UPL y Vox han secundado la moción que reclama la autonomía de León
La larga lista la componen concejales de UPL, claro, pero también de PSOE, PP, IU, Ciudadanos, Podemos, independientes… hasta de Vox, quizás la formación que mayor afán ha mostrado por preservar la unidad de España. Ediles de fuerzas políticas de toda índole han secundado el texto de la moción a pesar de las posibles reprimendas desde sus sedes centrales, incluso con "amenazas" en algunos casos. Sin embargo, las directrices nacionales o autonómicas no han sido suficientes para frenarles.
Presiones desde Madrid y Valladolid
El ejemplo del alcalde de León, José Antonio Diez, es uno de los más significativos de las presiones que el regionalismo leonés sufre desde Madrid y Valladolid. El regidor león no ha ocultado su sentimiento autonomista. Considera que León tiene "todo el derecho del mundo" a independizarse de Castilla, dado que se trata de un "reino histórico" de España. Y esa postura le ha costado la desaprobación de destacados compañeros de partido, tal y como recoge El Español.
El presidente de la Diputación de León, el también socialista Eduardo Morán, ha desautorizado a Diez asegurando que "son declaraciones del alcalde" y no representan la postura oficial del PSOE. También el alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, ha reconocido su "incomodidad con el debate", recalcando que él siempre ha "defendido la cohesión" de Castilla y León.
El "desbordado" regionalismo leonés
54 de los casi 200 municipios que hay en León han votado ya la citada moción, y sólo en ocho de ellos ha sido rechazado el texto. De acuerdo con los cálculos de UPL, las localidades que por ahora se han pronunciado representan prácticamente al 50% de los leoneses, y su intención es seguir presentando la moción hasta que todos los ayuntamientos de la región emitan “un pronunciamiento que sirva de acicate [...] para que se llegue a un consenso que permita la constitución de la comunidad autónoma de la Región Leonesa”.
"A raíz de la moción, el movimiento se ha desbordado y ha comenzado a crecer de forma realmente importante", afirma en declaraciones a este diario el secretario general de UPL, Luis Mariano Santos, que habla también de que ese "sentimiento" se tradujo en una multitudinaria manifestación que en febrero del pasado año, justo antes del estallido de la pandemia, volvió a recorrer las calles de León, recordando a esa marcha de 1984 aún conservan en su recuerdo como un sueño todavía por vivir.
Con los nacionalismos periféricos candentes, PSOE y PP temen reabrir el debate del Estado autonómico
La nostalgia por lo que fue se funde con la esperanza por lo que vendrá. No tiene plazo, pero requiere de tiempo. "No nos hemos marcado un horizonte", reconoce Santos: "Sólo sabemos que es difícil y que tenemos derecho a ello". A partir de ahí, los planes pasan por Zamora y Salamanca, donde este sentimiento regionalista no ha cuajado, y luego por Madrid y Valladolid para establecer un "diálogo": "Para ello, sobre todo tendremos que cambiar la postura de PP y PSOE". Ese será su proceso; sin 'procés'.
Con el desafío secesionista en Cataluña sobre el tablero político y los siempre candentes nacionalismos de País Vasco o Galicia, los dos grandes partidos con representación en toda España temen reabrir el debate del Estado autonómico, lo que además podría despertar el recelo de otros regionalismos, como el que late cada vez con más fuerza en Granada, Jaén y Almería. Desde UPL llaman a la calma sobre una causa que va más allá de su propio partido: "No se trata de romper absolutamente nada, sino de crear; de crear esa decimoctava autonomía". Hoy, León está más cerca de lograrlo.
