España

Albares ofrece priorizar el catalán sobre el euskera y el gallego ante las dudas de los países de la UE

El ministro de Exteriores ha defendido en Bruselas la voluntad del Gobierno de oficializar el catalán, el euskera y el gallego en la UE. El debate se ha aplazado por las dudas de los 27

El Gobierno ha consumado en Bruselas su intento por satisfacer las exigencias de Carles Puigdemont para permitir una hipotética investidura de Pedro Sánchez. En un debate de poco más de media hora de duración en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha expuesto ante representantes de los Estados miembros los argumentos de España para que el catalán, el gallego y el euskera sean lenguas oficiales de la UE.

Las dudas y reticencias planteadas por varios países han impedido que el debate haya podido fructificar y se ha pospuesto, sin fecha, hasta que no haya sobre la mesa un dictamen jurídico del Consejo de la UE sobre las consecuencias de la medida y un análisis de su impacto económico y práctico en el funcionamiento del bloque.

Parte de estas dudas radican en el planteamiento de añadir de una sola tacada tres lenguas oficiales y, frente a ello, Albares no ha dudado en ofrecer privilegiar el catalán sobre el euskera y el gallego. "Hemos propuesto iniciar el despliegue de esta medida con el catalán", afirmaba minutos después del debate con sus homólogos. Albares ha explicado que, ante la dificultad de incluir tres lenguas a la vez, España se ha abierto a priorizar el catalán por ser "el idioma cuyos representantes han solicitado con más insistencia la inclusión dentro de la modificación del reglamento" y por ser hablado "por más de 10 millones de personas.

Albares ha insistido en que el objetivo final es la inclusión de las tres lenguas y, en este sentido, también ha confirmado el ofrecimiento de España a financiar el coste de las traducciones e interpretaciones. "El Gobierno español ha mostrado su compromiso a asumir el coste derivado de esta reforma", ha explicado. Un coste que los servicios del Consejo estudiarán en el futuro, tal y como se ha establecido en la discusión de este martes.

El ministro también ha asegurado que España no se ha encontrado con ningún veto concreto de ningún país europeo, por lo que confía en que se pueda llevar a cabo la reforma de los reglamentos en el futuro. "Hoy se ha dado un paso clave", ha asegurado. "A partir de ahora vamos a trabajar con los mecanismos previstos por el Consejo para resolver dudas" con la voluntad de avanzar "lo más rápido posible".

España, que ostenta este semestre la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea, ha aprovechado este privilegio para tratar esta cuestión como prioritaria y colocarla en el primer punto del orden del día de la reunión de ministros europeos. Ahora los trámites podrían demorarse varias semanas, o incluso meses, antes de poner sobre la mesa las conclusiones que permitan avanzar en el debate y plantear una votación que, en caso de producirse, debería resolverse con la aprobación por unanimidad de los 27 para poder llevar a cabo esta medida y convertir el catalán, el euskera y el gallego en lenguas oficiales en la UE.

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