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España

Pánico en los barones: "A Pedro le basta un pacto de investidura para blindarse"

La presidenta andaluza, Susana Díaz, entre Javier Fernández y Guillermo Fernández Vara.

Ninguno de los dirigentes regionales que en diciembre secundaron a la presidenta andaluza, Susana Díaz, para enterrar el liderazgo de Pedro Sánchez se atreve a decirlo todavía en público porque no quieren ser acusados de deslealtad al secretario general. Sin embargo, muchos de ellos trasladan en privado esta preocupación: “A Sánchez, aunque lógicamente no lo reconozca, solo le interesa superar la investidura y si es a última hora con el apoyo de Podemos, mejor que mejor. Eso le evitaría tener que negociar antes a fondo la composición del Gobierno y, además, le blindaría durante cuatro años en La Moncloa”.

Algunos barones sospechan que Sánchez sigue prefiriendo un pacto de investidura más que de Gobierno

Si, pese a las crecientes dificultades conocidas, el líder socialista llega a la Presidencia con el aval de la militancia, es obvio que las tensiones internas en el PSOE quedarían apaciguadas. Pero donde ahora ponen más énfasis algunos de los barones críticos es en las dificultades que habría para cuestionarle en el cargo y en el enorme margen que tendría para, sin la necesaria experiencia, “hacer lo que le venga en gana”. Se refieren estos dirigentes territoriales, en parte, a cómo están reguladas en el reglamento del Congreso las mociones de censura. Tres son las reglas que reforzarían con la actual aritmética parlamentaria la coraza de Sánchez: no habría moción sin candidato alternativo a la Presidencia del Gobierno. En segundo lugar, para que prosperara debería ganar la partida con mayoría absoluta. Y, por último, ninguno de los promotores de la moción podría firmar otra nueva durante el mismo periodo de sesiones si fuera rechazada.

Si Sánchez consiguiera contra todo pronóstico su objetivo y llegara a La Moncloa gracias a un giro inesperado a la izquierda, resume uno de estos barones, sería altamente improbable que un candidato alternativo del PP, de Podemos o de Ciudadanos lograra esta mayoría absoluta para desbancarle mediante una moción de censura. Los resultados del 20 de diciembre tan engorrosos de gestionar no lo permitirían y es la razón por la que cunde el temor en algunas de las federaciones socialistas contrarias a Sánchez ante la posibilidad de que éste logre su propósito en el último momento, si la dirección de Podemos es respaldada en la consulta que someterá a sus bases, los socialistas se alejan de Ciudadanos y las encuestas anticipan a Iglesias que tras el 26 de junio puede perder casi la mitad de los diputados, como revelan ahora algunos sondeos ciertamente prematuros. Una señal de alerta: el nuevo documento dado a conocer este domingo por el equipo de Sánchez deja en entredicho algunos de los principios de política económica pactados con la formación de Albert Rivera, comentaban anoche fuentes socialistas.

La polémica consulta a la militancia

Los barones no pierden de vista que, hace justamente una semana, Sánchez volvió a cuestionar la autoridad del comité federal al anunciar que cualquier cambio trascendente que se produjera en el acuerdo firmado en febrero con Albert Rivera volvería a pasar por una consulta a la militancia. Con una participación de poco más del 50%, la mayoría de los afiliados socialistas, casi el 80%, votaron a favor del pacto y ahora en Ferraz se opina que el desenlace en otras circunstancias sería similar, sobre todo si el giro favorece un acuerdo con Podemos, como pretende hacer ver el documento conocido este domingo.

Ferraz mantiene firme su compromiso de consultar a la militancia cualquier cambio en los pactos

Los plazos temporales y los trámites constitucionales reducen, no obstante, el margen de Sánchez para encajar de carambola un viraje sorpresa de última hora hacia Pablo Iglesias que facilite ‘in extremis’ su investidura. Como hasta el día 18 no se conocerá qué han dicho los simpatizantes de Podemos, la semana comprendida entre ese lunes y el domingo, 24, se considera clave para la posible reactivación de los contactos.

En buena lógica, hay que contar con que si el líder socialista obtiene de nuevo el encargo de Felipe VI para formar Gobierno es porque el monarca ha recibido garantías de que puede conseguirlo, ya que de lo contrario le dejaría en mal lugar, casi rozando el ridículo. Para que pudiera activarse de nuevo la maquinaria institucional que hiciera posible otra sesión de investidura, el Rey tendría que conocer los planes de Sánchez entre el 22 y el 25 de este mes, calculan fuentes socialistas. Por lo tanto, lo natural es que la posición final de Podemos se conociera, como mínimo, con este margen de antelación.

En cualquier caso, lo que asusta también a los barones es que, igual que Sánchez ha acabado negociando su investidura con fuerzas políticas que apoyan la independencia –a su entrevista con Carlos Puigdemont le siguió otra con Oriol Junqueras, mientras Miquel Iceta sigue reuniéndose con En Comù Podem–, desobedeciendo así la resolución del comité federal aprobada en diciembre, pueda llegar a La Moncloa con las manos bastante libres para formar Gobierno o, peor aún, habiendo cocinado antes en secreto su composición con Pablo Iglesias. Para que el PSOE no se levantara en armas contra él, es un decir, podría incluir a personalidades independientes que no suscitaran rechazo, posibilidad “que tendría también serios inconvenientes”, admite un miembro del equipo negociador.

Pese a la resolución del comité federal, Sánchez ha acabado hablando con los independentistas

Dentro de este equipo se ha tomado buena nota de la oferta de Sánchez de formar el llamado “Gobierno parlamentario” en el que las decisiones pactadas se aprueben en el Consejo de Ministros y las discrepancias se trasladen al Congreso y a un Senado controlado por la mayoría absoluta del PP. La respuesta de Iglesias a este modelo de Ejecutivo ha sido, de momento, rotunda. “Si lo que quiere Pedro es que le ayudemos a llegar a La Moncloa para que luego influyamos desde el Parlamento menos que Ciudadanos o que el PP, está totalmente equivocado, nunca lo aceptaremos”, ha comentado en privado el jefe de Podemos.

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