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España

Iglesias exige que la lucha contra la corrupción dependa de su vicepresidencia

Pablo Iglesias conversa con Pedro Sánchez.

Podemos no solo quiere fiscalizar la corrupción, quiere que ese proceso dependa directamente de ellos mismos. Pablo Iglesias ha pedido en reiteradas ocasiones la vicepresidencia del Gobierno y, en el documento en el que explican sus políticas rectoras, se asegura que sea desde su oficina donde se dirige la lucha contra la corrupción.

La idea de Podemos es crear una Secretaría de Estado contra la Corrupción y el Crimen Organizado que dependa directamente de la vicepresidencia. “Esta Secretaría velará para que las administraciones públicas dispongan de mecanismos preventivos frente a la corrupción; trabajará de manera coordinada con la Oficina de Contrataciones Públicas así como con el cuerpo de Interventores y Auditores del Estado”, reza el documento entregado por Iglesias al resto de partidos.

No es el único terreno que pone debajo de su directa supervisión, pues también pretende crear una Oficina de Derechos Humanos del Gobierno que ejerza funciones ejecutivas destinadas a “velar por el cumplimiento efectivo de los compromisos internacionales adquiridos por España”.

La estructura de Gobierno en sí no difiere mucho de lo que ha sido habitual en los últimos años. Se compondría de 15 carteras y la más novedosa sería la inclusión en el tradicional Ministerio de Administraciones Públicas de la coletilla “plurinacionalidad y municipalismo”, dos brazos que ahondan en la división con el PSOE, pues probablemente serían los encargados de autorizar y desarrollar un referéndum en Catlauña. Ya en ocasiones anteriores Iglesias anunció que esa cartera debería recaer en algún miembro de En Comú Podem, probablemente en la figura de su portavoz, Xavier Domenech.

Iglesias pretende que la mayor parte de altos cargos del Gobierno sean fruto del consenso, pero no especifica qué procedimiento usarán para nombrarlos

“Abordar la cuestión territorial hoy implica atender las causas del bloqueo político existente en Cataluña, pero también el modelo general de financiación de los municipios y comunidades”. El documento refleja también que en ese ministerio se creará un Consejo de Naciones y Comunidades y un Consejo General de Grandes Ciudades.  

Más allá de la estructura básica ministerial, Podemos establece que muchos cargos públicos tienen que ser nombrados por consenso, aunque no especifica el documento si ese consenso debe ser entre los miembros del Gobierno de coalición o pasar por el filtro parlamentario.

Casi todos los cargos públicos de relevancia pasarían por ese proceso. Desde el gobernador del Banco de España hasta el secretario de Estado de Comunicación pasando por el Consejo de RTVE, la Fiscalía General del Estado, la dirección del CNI, la embajada de Washington o la Jefatura de Estado Mayor.

Cambio constitucional

La propuesta de Iglesias también desarrolla el cambio constitucional que ha sido una de las banderas de Podemos desde su fundación. En un largo preámbulo destaca las necesidades de cambio que van encaminadas, especialmente, en los derechos sociales. Entiende Podemos que la Constitución debe asegurar cuestiones como “la vivienda; los suministros de luz, gas y agua; la salvaguarda del gasto educativo, sanitario y de asistencia social; las pensiones; el cambio del modelo productivo; la igualdad de voto de los españoles; o el cierre de las puertas giratorias”.

Reforma del sistema electoral

Los nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, comparten un interés por desarrollar un nuevo marco electoral que represente mejor el cuerpo de votantes y que, consecuentemente, no les grave como lo hace el actual, que por el uso de la circunscripción provincial privilegia al PP y al PSOE.

Las soluciones para resolver esto son muy divergentes. Donde Ciudadanos quiere cambiar completamente el sistema y abrazar uno similar a alemán; Podemos solo quiere cambiar la circunscripción provincial por la autonómica, que al ser más amplia distribuye mejor los votantes y hace que se pierdan menos votos por el camino, como pasa actualmente con todos los votante de provincias en las que un partido no logra escaños, que se quedan sin representación.

Podemos destaca que, en el caso de no ser posible el cambio por un hipotético bloqueo del PP, se puede cambiar de forma urgente la LOREG para que las provincias no tengan dos diputados como mínimo sino solo uno y el resto se repartan en relación a la población.

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