Romeva, primer consejero de Exteriores catalán, dice que llamará a Margallo

El nuevo consejero de Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva, ha afirmado que entre sus retos está "explicar" el proceso independentista en el exterior y "crear complicidades", aunque en ningún caso generar polémicas, y ha asegurado que tiene la intención de llamar al ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Romeva ha llevado a cabo esta tarde el traspaso de carteras como nuevo consejero de Exteriores, Transparencia y Relaciones Institucionales, aunque en este caso se trata de una Consejería inédita, por lo que dicho traspaso se ha efectuado con el hasta ahora secretario de Asuntos Exteriores, Roger Albinyana.

En este caso se trata de una Consejería inédita, por lo que dicho traspaso se ha efectuado con el hasta ahora secretario de Asuntos Exteriores, Roger Albinyana

Albinyana le ha entregado un lápiz de memoria con los principales documentos para la gestión del departamento y, además, le ha obsequiado con una pequeña placa de cerámica con un relieve de la Puerta de Brandenburgo de Berlín, que le ha explicado que le regaló hace años un ministro de Asuntos Europeos alemán y que simboliza la "libertad y la superación de épocas totalitarias". En declaraciones en el acto, Romeva ha explicado que tiene un "trabajo muy importante por hacer para explicar de cara a fuera y explicar el qué, el porqué y el cómo", además de "qué puede ofrecer Cataluña". 

En este sentido, ha señalado que Cataluña es "un país y una sociedad que puede ofrecer mucho al resto del mundo, y por lo tanto tan importante es explicar lo que queremos hacer, como buscar complicidades para que aquello que queremos hacer, lo podamos hacer bien". El que fuera diputado durante una década con ICV ha dejado claro que su intención es "hacerlo bien y con un diálogo contante y permanente con todos los actores, con todo el Estado, la UE y el resto del mundo", y ha avanzado que el ámbito "más inmediato" de trabajo es la UE, pero "no será el único".

"Muchísima ilusión"

Raül Romeva ha confesado su "ilusión" por encabezar una cartera inédita en la política catalana para poder ser "un país normal", y se ha mostrado abierto a trabajar junto al expresident Artur Mas. En declaraciones a los medios frente al Palau de la Generalitat, Romeva ha explicado que la creación de su cartera -hasta ahora era una Secretaría que dependía de Presidencia- es la muestra del "inicio de un proceso para que este país pueda ser un país normal con todas las condiciones y todas las responsabilidades que tienen los países en el mundo".

Sobre el papel de Mas en Exteriores para internacionalizar el proceso soberanista, Romeva ha explicado que tiene "responsabilidad", aunque ha dejado claro no está previsto que tenga cargo

Sobre las atribuciones que tendrá su departamento, se ha limitado a decir que son "muchas" y "las que queremos que tenga, que son muchas". "Y como queremos ser un país normal, vamos a intentar que este departamento esté a la altura de circunstancias", ha agregado. Romeva ha confesado que le hace "muchísima ilusión" su nombramiento como consejero: "Hemos venido a hacer un trabajo, formalmente podemos empezar este camino y somos muy conscientes que tenemos un mandato para iniciar esta trayectoria, y la gran convicción de que lo conseguiremos, porque hay ganas, voluntad y necesidad".

Sobre si se contará con Artur Mas en su tarea en Exteriores para internacionalizar el proceso soberanista, Romeva ha explicado que Mas tiene una "responsabilidad" como expresidente y ahora "se deberá concretar cómo podemos trabajar" conjuntamente, aunque ha dejado claro no está previsto que tenga cargo en la Consejería. "Es evidente que necesitamos a todo el mundo y somos conscientes que debemos poder aprovechar las necesidades de tanta gente", ha dicho Romeva, que ha dicho que Carles Puigdemont será "un gran president", al tiempo que ha opinado que "no hay motivo" ni "razones" para impugnar la promesa de su cargo por parte del Estado.

Por su parte, la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Neus Munté, ha coincidido en que una posible impugnación no tiene "viabilidad jurídica y así lo han dicho los expertos", y ha admitido que afronta la nueva legislatura con "mucha ilusión, ganas de formar equipo y tirar adelante la hoja de ruta soberanista, que significa progreso social".