El año "a la madrileña" del PP: subidón electoral tras el 4-M y la guerra Génova-Ayuso

Si 2019 fue para el PP de Pablo Casado 'El año que vivimos peligrosamente', como la película de los años 80 -el partido perdió cinco elecciones, entre las dos generales, las autonómicas, las municipales y las europeas-, este 2021 ha sido el del estirón demoscópico de los populares tras arrasar el 4-M en Madrid. Una victoria que, eso sí, ha generado más ruido interno del esperado al estallar una guerra entre Génova y Ayuso por el control del partido en la Comunidad.

El eslogan de "vivir a la madrileña" sirvió a la presidenta regional para lograr la victoria electoral más importante del PP en la 'era Casado' y para reivindicar un liderazgo, no necesariamente sujeto a las siglas del partido -como ella misma ha asegurado en una reciente entrevista en El País- que amenaza a Casado y ha condicionado algunas decisiones de la dirección nacional del partido.

Desde Génova, de hecho, acusan a Isabel Díaz Ayuso de "no remar" a favor de Casado con sus exigencias sobre el congreso regional del PP de Madrid. La dirección nacional, además, recuerda que la propia presidenta regional apoyó el calendario orgánico planteado por el partido tras los comicios de mayo y que, por tanto "nada ha cambiado" desde entonces.

El equipo de Casado insiste en que el cónclave madrileño se celebrará "cuando toque", pero dirigentes nacionales reconocen que el partido priorizará en el primer semestre de 2022 otros congresos en regiones uniprovinciales. El mes señalado desde Génova es mayo, aunque se advierte que un adelanto electoral en Andalucía podría cambiar los planes. No afectarán al congreso de Madrid las elecciones en Castilla y León, convocadas para el 13 de febrero.

La remontada, ¿por Madrid o Murcia?

Al debate por la celebración del congreso del PP de Madrid y la futura ejecutiva del partido en la región hay que sumarle uno previo y de mayor calado a nivel interno: el relacionado con el origen del estirón electoral del partido este 2021.

Desde la dirección nacional del PP vinculan el crecimiento demoscópico del partido a la rápida reacción de Génova, con Casado y Teodoro García Egea al frente, para desbaratar la moción de censura en Murcia, "punto de inflexión" de la legislatura, según sostienen en la planta séptima de la sede nacional.

Los cargos populares más próximos a Casado destacan que las gestiones del secretario general frustraron un pacto entre Pedro Sánchez e Inés Arrimadas que buscaba dar un "golpe de gracia" al actual líder de la oposición y que, de hecho, se ha vuelto en contra de sus dos principales instigadores.

Así, tras el fracaso de la moción de censura, llegó la victoria electoral del PP en Madrid, la desaparición de Ciudadanos de la Asamblea madrileña… y la crisis de Gobierno protagonizada por Pedro Sánchez en julio. Además, el Partido Popular ha liderado la gran mayoría de encuestas del último semestre, a excepción del CIS.

Desde Sol, no obstante, sostienen que esa subida demoscópica del partido se debe al éxito de Ayuso en las urnas el 4-M, y no a la moción de censura frustrada en Murcia. Afirman que los resultados hubiesen sido los mismos si la maniobra de PSOE y Ciudadanos hubiese prosperado, por lo que, si el PP de Casado está ahora en una posición de ventaja, "es por lo que se logró en la Comunidad en mayo".

La renovación orgánica, a medias

Ya sea por la moción frustrada en Murcia o por la victoria electoral en Madrid, lo cierto es que el PP ha logrado mantener su ventaja en las encuestas pese al ruido interno provocado por la crisis entre Sol y Génova. Un enfrentamiento que, eso sí, ha provocado un estancamiento en el crecimiento del partido.

Desde la dirección nacional admiten ese frenazo demoscópico del partido en las últimas semanas, aunque reivindican que el objetivo era acabar el año como la primera fuerza en intención de voto y se ha logrado "pese a todas las dificultades", incluidas las generadas a nivel interno.

En todo caso, desde Génova destacan que esas "dificultades" orgánicas se están produciendo únicamente en Madrid, más allá del congreso del PP de Sevilla al que no acudió Juanma Moreno por imponer la dirección nacional a Virginia Pérez como presidenta de la ejecutiva provincial: "Hemos celebrado más de 50 congresos y en todos ha habido acuerdo".

Hemos celebrado más de 50 congresos y en todos ha habido acuerdo

Desde su proclamación como presidente del PP, Pablo Casado se propuso llevar a cabo una profunda renovación orgánica del partido, de abajo a arriba, a través de congresos locales, provinciales y autonómicos para nombrar nuevas direcciones del partido. 2021 ha sido un año clave para lograr este objetivo y situar, además, a cargos afines en territorios estratégicos.

El ejemplo más claro es el de Carlos Mazón, muy cercano a Teodoro García Egea y al propio Pablo Casado, al frente del partido en la Comunidad Valenciana. Lo mismo ha pasado con Jorge Azcón en Aragón. Su elección, además, es todo un aviso a Isabel Díaz Ayuso: "Él es alcalde de Zaragoza. ¿Por qué no puede un alcalde como Almeida presidir el partido a nivel autonómico?".

Un movimiento similar puede ocurrir en Cantabria, donde la alcaldesa de Santander, Gema Igual, cuenta con el respaldo de Génova para hacerse con las riendas del partido en la región. Ese congreso, sin embargo, deberá esperar a que se celebren todos los congresos en las regiones pluriprovinciales, a excepción de Cataluña y País Vasco.

La dirección nacional ha decidido aplazar el debate sobre los liderazgos de Alejandro Fernández y Carlos Iturgaiz y, además, tampoco ha pactado con José Antonio Monago su relevo en Extremadura. 2022 será, por tanto, el año en el que el PP complete su renovación orgánica… con el congreso nacional en el horizonte de julio.

El partido frente a los solistas

Ese congreso deberá suponer la reelección de Casado como presidente del partido cuatro años después de tomar el relevo de Mariano Rajoy con un PP en depresión tras la moción de censura de Sánchez y totalmente dividido. En este tiempo, desde Génova se ha tratado de dar imagen de unidad, aunque no siempre ha sido posible.

En este 2021, más allá de las tensiones congresuales y la guerra entre Génova y Sol, el partido ha tenido que hacer frente al desgaste provocado por las críticas de Cayetana Álvarez de Toledo a la dirección del PP, rematadas con la decisión de saltarse la disciplina de voto en el pleno en el que se votaba la renovación del Tribunal Constitucional… apenas unos días antes de publicarse el libro en el reparte ataques contra Casado, García Egea, Rajoy, Sáenz de Santamaría y otros altos cargos del partido.

A la exportavoz del PP en el Congreso no le saldrá gratis esta ofensiva y será multada por votar en contra del criterio de la dirección del Grupo Parlamentario. Además, Casado aprovechó el congreso del PP de Andalucía para enviarla un mensaje… que algunos interpretaron que tenía una segunda 'receptora': Isabel Díaz Ayuso.

Quien no arrime el hombro para que Casado sea presidente del Gobierno debería bajarse de este proyecto

El presidente popular afirmó que el PP "no es un 'talent show'", sino un partido donde "no caben los solistas". Un "aviso a navegantes" que en Génova eluden 'teledirigir' a nadie en concreto pero que será consigna, también, en 2022: "Quien no arrime el hombro para que Casado sea presidente del Gobierno debería bajarse de este proyecto".