La sequía agudiza la inflación de los alimentos tras 18 meses consecutivos de subidas

La sequía agrava el problema de la inflación de los alimentos, que encadena 18 meses de subidas. Desde septiembre de 2021, cuando los precios iniciaron su escalada, se han encarecido un 24%, según el Índice de Precios de Consumo (IPC) del Instituto Nacional de Estadística (INE). De hecho, desde entonces no han bajado ni un solo mes.

La escasez de lluvias en marzo y abril, un periodo en el que las precipitaciones deberían ser habituales, rompe ahora toda expectativa de mejora sobre la inflación en el supermercado. El propio secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, asumió este martes que el problema en el campo podría reflejarse en los precios de mercado, al disponer de una oferta más escasa.

Es más, desde el Gobierno no se aventuran a poner fecha a la esperada bajada de precios, que no termina de llegar. De hecho, si bien el precio de los alimentos elaborados (con un peso importante en lo que se conoce como inflación subyacente) se comportó en marzo en línea de lo esperado (Economía espera que toquen techo este mes), los frescos sorprendieron al alza.

La inflación de los alimentos no elaborados sorprendió al alza en marzo

La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) estimaba una variación anual del 11,6% en marzo y finalmente fue dos puntos superior, del 13,6%. La preocupación, según reveló Miranda este martes, se centra en productos que se cultivan en nuestro país, como el aceite, los cítricos o la fruta de hueso.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, habló de "contención" de los alimentos. Su argumento fue que la subida anual de marzo (16,5%) fue una décima inferior a la de febrero (16,6%).

Sin embargo, la realidad es que esas cifras están muy condicionadas por el "efecto base" de comparar con el año pasado, y los precios no han parado de subir. En marzo fueron un 1,1% más altos que en febrero y actualmente la compra en el supermercado es la más cara de la serie del INE que arranca en 2002.

El Banco de España (BdE) ya advirtió en la presentación de sus últimas previsiones en marzo de que los alimentos, en general, todavía no han tocado techo porque aún no se ha trasladado al precio final que paga el consumidor toda la subida de costes sufrida el año pasado en los primeros eslabones de la cadena, un asunto que desde Economía constatan.

De hecho, el problema está en que, al margen de los efectos de la sequía, aunque ahora se están observando "presiones desinflacionistas" en las cadenas de valor (fundamentalmente por la bajada en los precios energéticos, pero también en los fertilizantes y otras materias primas), tardan al menos un año en trasladarse al precio final de los productos. Entre otros motivos, porque productores y empresas tienen un 'stock' que han comprado a un mayor precio.

Con todo, el BdE prevé una subida media en los supermercados del 12,2% en 2023. De confirmarse, será la mayor en cuatro décadas, según el histórico del INE. Hay que remontarse a 1984 para encontrar una inflación media superior en los alimentos. En aquel año se encarecieron un 12,6%. Este dato superaría incluso la extraordinaria subida de 2022, cuando los alimentos crecieron, de media y en términos anuales, un 11,9%.

Este miércoles 19 de abril el Ministerio de Agricultura ha convocado la ‘mesa de la sequía’, una reunión con el sector para evaluar la incidencia de la falta de agua en el sector agrario, intercambiar información y dar seguimiento a la última reunión técnica, reunida el pasado 30 de marzo. De momento, Planas descartó nuevas medidas e hizo referencia a las ofertas de supermercados como Mercadona, que ha rebajado 500 productos.