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ECONOMÍA

El SEPE reanuda su actividad pero no podrá tramitar a tiempo las prestaciones de marzo

Parte de las personas que hayan solicitado la prestación de desempleo este mes no podrán cobrar a principios de abril

El Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE, el antiguo Inem) ha recuperado su actividad este martes después de una semana paralizado por un ciberataque que afectó a todo su sistema informático, pero sus trabajadores aseguran que no tendrán tiempo suficiente para tramitar todas las nuevas prestaciones del mes de marzo antes de que se cierre la próxima nómina.

Siete días después del impacto del virus 'ryuk', de la familia ransomware y dedicado al secuestro de datos, aproximadamente el 90% de los más de 8.500 ordenadores con los que trabaja el SEPE están ya operativos y la mayoría de oficinas del territorio nacional pueden utilizar los sistemas informáticos del organismo para tramitar prestaciones. Siguen sin funcionar el correo electrónico y algunas aplicaciones de gestión interna de tareas.

Las conexiones con la Seguridad Social ya están reestablecidas -lo que supone que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que no podía acceder a bases datos del SEPE para tramitar sus prestaciones, ya ha podido también volver a la normalidad-, pero el SEPE todavía no puede acceder a los datos de la Agencia Tributaria a los que necesita recurrir para algunos trámites.

Aunque este martes la mayoría ya han podido trabajar como habitualmente, el problema está en el trabajo que se ha acumulado en este periodo. Los trabajadores llevan una semana anotando a mano todas las solicitudes de prestación que han recibido, por lo que necesitarían un tiempo que no tienen para poder "pasarlas al ordenador" y realizar esos trámites.

"Durante toda la mañana está entrando gente a las oficinas a la que hay atender, así que no tenemos tiempo de avanzar con el trabajo de la semana pasada", explica un funcionario a Vozpópuli.

Desmienten al director general del SEPE

Aunque el director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez, lanza un mensaje de tranquilidad y asegura que el ciberataque no afectará a las prestaciones, los trabajadores del organismo lo niegan. "Sin duda va a haber retrasos, por mucho que diga nuestro director general", lamentan.

Sólo ellos son conscientes del volumen de trabajo acumulado en sus mesas por el colapso de la semana pasada.

Una de las posibles soluciones para intentar solventarlo y que los empleados tuvieran tiempo de pasar al ordenador las solicitudes anotadas a mano sería que el Ministerio les diera autorización para trabajar también en horario de tarde, una petición que llevan un año haciéndole para intentar ponerse al día con las prestaciones y los ERTE.

"Llevamos un año pidiendo jornada de trabajo de tarde en el SEPE para no estar continuamente solicitando a Hacienda autorizaciones para horas extras puntuales. Cuando las conceden, además, sólo las autorizan para unos pocos trabajadores, por eso queremos la jornada de tarde voluntaria, pero no la autorizan por un problema de dinero", explica a este medio Manuel Galdeano, coordinador nacional del sindicato de empleados públicos CSIF en el SEPE.

Ni siquiera en esta situación, en la que está en juego la posibilidad de que muchos desempleados no puedan cobrar su prestación el próximo mes si no da tiempo a que se tramite, el Ministerio ha autorizado la jornada de tarde.

Siguen sin dejarles trabajar por las tardes

El coste total de aplicar esta medida a lo largo de todo un año en todas las oficinas del SEPE del territorio nacional sería de 22 millones, calculan en CSIF, una partida muy inferior a la que se ha destinado a otros ministerios. "Tienen que decidir si les parece mucho o si prefieren que los parados cobren con tres meses de retraso", advierten.

Los trabajadores del SEPE no se atreven a avanzar cuántas solicitudes de prestación se han podido acumular en la última semana ya que cada oficina, de cada territorio, tiene un volumen de actividad distinto que va variando en función de las restricciones administrativas que va aprobando cada comunidad autónoma.

Los cierres de la hostelería o el comercio, por ejemplo, hacen fluctuar constantemente el número de empresas y trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

El hecho de que cada oficina haya hecho sus anotaciones a mano impide además que la dirección del SEPE a nivel nacional tenga una cifra aproximada del volumen de expedientes acumulados.

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