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Economía

PRUEBA

RX500h y Range Rover Sport: etiqueta ECO en formato híbrido gasolina o microhíbrido diésel

Dos formas parecidas pero diferentes para disfrutar de la etiqueta ECO en estos SUV de gama alta. Uno, el RX, destaca por su refinamiento, el Range, por su eficiencia.

Eficiencia en el diesel micro híbrido del Range Rover frente al refinamiento del híbrido de gasolina en el Lexus.

Microhibridación diésel frente al concepto más "clásico" del híbrido asociado al motor de gasolina, una tecnología que Lexus/Toyota puso en el mercado hace ya más de dos décadas y que a día de soy sigue siendo una de las más demandadas.

Dos opciones que se consolidan en un segmento como el de los SUV Premium con resultados brillantes pero diferentes. Eso sí, ambos cuentan con la etiqueta ECO que les permite circular sin restricciones por las grandes ciudades.

Lexus RX 500h

DESTACABLE: prestaciones y comportamiento. MEJORABLE: consumos elevados.

Es el mejor híbrido de la nueva gama RX, un novedoso 500h que es el primer híbrido de la marca con motor sobrealimentado y que estrena, además, un cambio automático de tipo convertidor en lugar del habitual engranaje planetario que conecta en otras versiones el motor de gasolina con el eléctrico y responsable de un funcionamiento marcado por el ruido excesivo del motor de combustión cuando se exigen fuertes aceleraciones.

Interior

Mucha calidad pero no abruma tanto como lo hacen los acabados y el diseño del Range Rover, aunque demuestra un cuidado casi exquisito en ajustes y materiales, con una sensación en el manejo de los diferentes mandos de un trabajo muy cuidado para lograr esa altísima sensación de calidad propia del segmento Premium.

El cuadro de instrumentos digital no ofrece las posibilidades de configuración del Range Rover, y se muestra algo más apagado en su diseño. Mejor por diseño y gráficos resulta la pantalla del sistema de infoentretenimiento sobre la consola central, muy completa en información, intuitiva en su manejo y dejando, como en el Range Rover, la climatización con mandos físicos bajo ella.

Los asientos deportivos asociados a este acabado Sport del 500h sujetan mucho y proporcionan mucho confort en largos desplazamientos. Detrás, mucho espacio longitudinal para las piernas y menos anchura y altura para acoger a tres adultos con algo menos de confort. Y el maletero, también por debajo de la media con sus 461 litros.

Comportamiento

Es uno de los saltos más notables respecto al anterior RX, con un bastidor que busca un mejor dinamismo sobre el asfalto y que se siente sobre todo en este 500h equipado de serie con la suspensión con amortiguadores controlados electrónicamente que permite seleccionar desde el modo Normal hasta el Sport, y que ya en el primero de ellos se siente más firme habiendo ganado mucho en precisión y agilidad en curva.

No es un Cayenne en este sentido, pero supera en términos de dinamismo al Range Rover. Se siente suficientemente ágil para afrontar trazados virados con más solvencia con la carrocería más sujeta y asentada, en parte también por contar con el sistema de ruedas traseras directrices. Si se trata de movernos en carreteras estrechas, sin duda está un punto por encima del Range, y manteniendo además una calidad de rodadura envidiable.

No llega en este sentido a la calidad de todo terreno inglés, pero los kilómetros pasan con mucho confort y bien aislados tanto del asfalto como del ruido del aire sobre la carrocería. Un SUV Premium de verdad, con el que disfrutas más de la conducción rápida y mantienes un nivel de confort muy elevado cuando de viajar se trata.

Rendimiento motor

Es este 500h sin duda una de las grandes novedades de esta quinta generación del RX, el primer híbrido con motor turbo y cambio automático “normal”, una combinación que junto al pequeño motor eléctrico aporta un funcionamiento muy agradable, con una respuesta mucho más inmediata al acelerador y eliminando el ruido que genera en otras versiones el sistema de engranajes planetarios en fuertes aceleraciones.

Se siente por ello menos “híbrido”, más próximo a lo que puede ser un sistema micro híbrido por el mayor protagonismo del motor de gasolina. Responde con suavidad desde muy bajas revoluciones y sube de vueltas con rapidez ganando velocidad con mucha fluidez.

Eso sí, los consumos están por encima del resto de versiones híbridas de la gama y lógicamente también alejado de los buenos valores del Range Rover diésel micro híbrido. Como resultado de sus más que normales 10 l/100 km a poco que superes las velocidades legales la autonomía cuesta superar los 600 kilómetros antes de volver a repostar.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN RX 500h Sport; MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo + 2 eléctricos de 87 y 103 CV; CILINDRADA 2.393 cm3; BATERÍA 1,44 kWh; POTENCIA CONJUNTA 371 CV; PAR MÁXIMO 551 Nm; CAMBIO Automático de 6 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 210 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 6,2 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 10,1 l/100 km; AUTONOMÍA 640 km; DIMENSIONES 4.890 / 1.920 / 1.695 mm; NEUMÁTICOS 235/50 R 21; PESO EN VACÍO 2.190 kg; MALETERO 461 l; PRECIO 111.300 €

Range Rover Sport

DESTACABLE: confort de marcha. MEJORABLE: agilidad en curva.

Es 10 centímetros más corto que el Range Rover  de batalla corta y 5 centímetros más bajo, una opción que busca algo más de dinamismo en la gama sin renunciar al confort de marcha que caracteriza a este modelo ahora a medio camino entre SUV y todo terreno. También su diseño cambia ligeramente, con el parabrisas más inclinado y la caída de la luneta menos vertical. Todo, en busca de esa mayor personalidad dinámica.

Interior

Es una de las referencias en lo que a calidad de acabados se refiere, con un diseño muy cuidado y trabajado para ofrecer una experiencia de vida a bordo difícil de encontrar en otros modelos del segmento, en este sentido un escalón por encima del propio RX 500h. Los asientos por diseño y configuración son otra de sus grandes virtudes y ofrecen un confort envidiable.

La instrumentación es digital en una pantalla de 13,7 pulgadas con gráficos que permiten escoger la distribución de la información al gusto del conductor. La pantalla central del salpicadero es de diseño curvo y de 13,1 pulgadas con menús diseñados para un manejo sencillo e intuitivo. Debajo de ella, los mandos de la climatización son “analógicos” y se manejan con rapidez y facilidad.

No hay problema alguno de espacio, enorme en las plazas delanteras y muy amplio detrás, con suelo plano que permite gracias a la mucha anchura disponible acomodar a tres adultos con más confort de lo habitual. Donde menos brilla es en el maletero, con 450 litros que supone un volumen un tanto escaso y muy similar al del RX.

Comportamiento

Es uno de los aspectos donde más destaca el Range Rover Sport, pero más que por el comportamiento dinámico en sí por una calidad de rodadura excepcional que le sitúa entre los mejores SUV para afrontar largos desplazamientos. La suspensión neumática trabaja en todo momento aislando casi por completo a los ocupantes del estado de la carretera, un aislamiento extensible al ruido del motor o de la rodadura, cubriendo kilómetros y kilómetros en un ambiente de máximo lujo.

Donde no destaca tanto es a la hora de moverse a ritmo alto en carreteras muy viradas de ritmos no muy rápidos. No se siente a gusto en fuertes frenadas y en cambios rápidos de dirección, y prefiere trazados amplios de ritmos más elevados donde los apoyos son menos bruscos y demuestra mucho aplomo y una elevada estabilidad. No es, en este sentido, un Q8 o un Cayenne, y su conducción invita a ritmos no tan vivos como aquellos pues corregir errores en curva no resulta sencillo por sus dimensiones y su elevado peso.

Rendimiento motor

La combinación del motor diésel de seis cilindros con un pequeño eléctrico resulta sin duda todo un acierto, sin llegar al refinamiento del RX con su propulsor gasolina/eléctrico, pero ofrece aun así un funcionamiento muy agradable incluso en ciudad a baja velocidad, con una respuesta muy progresiva desde bajo régimen que da la sensación de no ser especialmente rápido, pero engaña y a medida que sube de vueltas mantiene un notable empuje.

En carretera, con su cambio de ocho velocidades, encuentra siempre la marcha adecuada para que la respuesta sea muy rápida. No es intensa ni intimida, pero permite ritmos muy alegres con facilidad y, sobre todo, gana velocidad con rapidez desde ritmos medios, por encima de los 120 km/h.

Sus consumos son otro de sus sólidos argumentos, pero más que por el aspecto económico que supone porque facilita con sus algo menos de 9 l/100 km en carretera disfrutar de autonomías muy por encima de los 800 kilómetros.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Range Rover Sport D300 Dynamic SE; MOTOR Diésel, 6 cilindros, turbo + 1 eléctrico; CILINDRADA 2.997 cm3; BATERÍA N.D. kWh; POTENCIA CONJUNTA 300 CV; PAR MÁXIMO 650 Nm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 218 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 6,6 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 8,8 l/100 km; AUTONOMÍA 900 km; DIMENSIONES 4.946 / 2.047 / 1.820 mm; NEUMÁTICOS 275/50 R 21; PESO EN VACÍO 2.390 kg; MALETERO 450 l; PRECIO 112.000 €

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