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Economía

Riesgo de incendio o electrocución, las causas que señalan las grúas para cobrar más al coche eléctrico

Los servicios de grúa quieren tarifas más altas a la hora de asistir a los coches eléctricos por el mayor riesgo que presentan en su manipulación.

Una grúa recoge un coche en una calle de Madrid. REAC.

Con el aumento de las ventas de coches eléctricos y el avance, lento pero avance, de los puntos de recarga rápida en las carreteras españolas, poco a poco ha ido aumentando la asistencia por parte de las grúas a este tipo de turismos.

Los gruistas, ahora, exigen cobrar más por prestar esa asistencia a los vehículos eléctricos y han solicitado una reunión a la patronal aseguradora, Unespa, pues consideran que deben tener un tratamiento económico y de gestión de incidencias diferenciado al de los coches de combustión.

La Alianza de Auxilio en Carretera se ha dirigido por carta a Unespa ante el incremento de las asistencias a vehículos eléctricos, pese a que sólo representan el 5% del parque móvil.

En la reunión, la Alianza, que aglutina a empresas de auxilio en carretera, quiere tratar sobre las dificultades que hay para gestionar la asistencia a estos vehículos, pues en ocasiones se complica su atención y traslado a talleres.

Además, ha dicho que hace falta una formación y cobertura de riesgos laborales diferenciada de la de los vehículos de combustión, así como un trato diferente en las tarifas y condiciones de gestión de los incidentes relacionados con estos vehículos.

Según la Alianza, los riesgos de la manipulación de estos coches no están definidos para el sector del auxilio en carretera y muchas empresas se están enfrentado a ellos sin estar cubiertos con una formación adecuada de sus operarios, sin una revisión de su política de prevención de riesgos laborales y sin los medios materiales necesarios para hacer frente a estas contingencias.

Además, señala que la gestión del auxilio en carretera a vehículos eléctricos no se encuentra definida y tarificada de modo diferenciado por las diferentes compañías aseguradoras, plataformas de asistencia y clubes automovilísticos, ni tampoco por la Dirección General de Tráfico (DGT) en sus protocolos de auxilio en carretera.

Por eso, la Alianza de Auxilio en Carretera quiere trabajar con estas entidades para concretar prácticas de gestión para la asistencia a automóviles eléctricos.

Un 40% más de auxilios

Y es que esta organización sectorial que agrupa a la mayor parte de las empresas de grúas del país, ha reportado, tras los festivos navideños, las “graves” dificultades para gestionar su labor de manera “eficiente” y “segura”. Y es que el auxilio en carretera de estos vehículos, hasta ahora anecdóticos, ha subido un 40% a lo largo de 2023, según el informe del Observatorio de siniestros AsiturFocus, recogido por Seguros News.

Pinchazos y reventones han sido, hasta ahora, los principales motivos por los que los propietarios de vehículos eléctricos llaman a la grúa. Sin embargo, a medida que van circulando por nuestras carreteras estos coches, surge la necesidad de formar de manera especializada a los propios operarios de grúa, para saber precisamente cómo manejarlos de manera eficiente y segura.

En este sentido, la Alianza ha insistido en el servicio que deben prestar a estos vehículos, y en lo que se diferencian de los turismos no eléctricos, además de en los riesgos del servicio que se presentan. Tanto el utillaje como los Equipos de Protección Individual (EPI) para los operarios de auxilio en carretera son diferentes, por el hecho de que los peligros a los que se enfrentan también son distintos, entre ellos la electrocución, la intoxicación de gases o el riesgo de incendio.

Y es que este es uno de los problemas previsibles de un vehículo eléctrico a la hora de trasladarlo de las bases de las empresas de auxilio a los talleres. Además, las descargas de baterías pueden terminar en nuevas averías.

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