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Economía

La diferencia abismal entre el precio del alquiler de la vivienda y la realidad inmobiliaria: hasta un 47%

La vivienda en alquiler cerró 2023 en máximos, con un precio que rondó los 12 euros/m2 y una oferta en mínimos que los principales portales inmobiliarios achacan a las distintas medidas regulatorias

Una vivienda en alquiler en una imagen de archivo
Una vivienda en alquiler en una imagen de archivo. EFE

El precio del alquiler ha incrementado más de un 66% en tan solo una década. La crisis de la vivienda en España se ha acentuado en el último año, debido a la escasez de oferta, con unas ciudades que carecen de espacio inmobiliario suficiente para dar cabida a todos los habitantes, y al importe de las mismas que rozan récords históricos y que distan del poder adquisitivo medio de los más jóvenes.

Según los especialistas del sector, ya es más caro en nuestro país vivir de alquiler que comprar una vivienda y requiere un 46% más de ingresos por parte del ciudadano que si lo comparamos con solicitar una hipoteca a una entidad bancaria. Un dato que ha hecho saltar las alertas del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU) que tras su medida estrella, la nueva Ley de vivienda, ha comunicado que este viernes entrará en vigor el índice de precios de referencia para regular los alquileres tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La vivienda en alquiler cerró 2023 en máximos, con un precio que rondó los 12 euros/m2 y una oferta en mínimos que los principales portales inmobiliarios achacan a las distintas medidas regulatorias que se han ido aplicando y advierten de que sin un giro de 180º el encarecimiento será la tónica dominante. Los crecimientos de precios fueron constantes a lo largo de 2023, lo que significo que se llegaron a batir máximos en varias regiones de la península ante un desequilibrio entre la oferta y la demanda que no deja de acentuarse y que, como siempre, está repercutiendo a los ciudadanos con las rentas más bajas.

Tal y como explicamos en Vozpópuli, el Sistema Estatal de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda puesto en marcha por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana permite a los ciudadanos ser conocedores de un rango de valores de precios de alquiler de viviendas, como referencia, a título orientativo, para la fijación de la renta en los nuevos contratos de arrendamiento de vivienda. Aun así, esta estimación que se realiza desde la Administración se aleja de la realidad inmobiliaria y de los precios que se manejan en el sector.

Un 32% más bajo el precio real del alquiler que el que estima el MIVAU para la vivienda en España

¿Es tan abismal la diferencia de precios que se manejan en el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana y las estadísticas que ofrece Idealista? La teoría y la realidad distan un 32%, según un estudio realizado por el portal inmobiliario español. Para medir la disparidad se han utilizado los datos de la sección censal y los anuncios publicados en febrero de 2024, dejando en claro que en la página web ofrecen un precio por metro cuadrado de 11,6 euros, mientras que el índice del ministerio se queda en los 7,9 euros.

"Utilizando la muestra de la misma fecha que el Ministerio (2022), la diferencia es también muy relevante (-19%). Este nivel de precios es prácticamente el mismo que el que registró España en el año 2017 (cuando era un 2% más bajo el precio de mercado que el que marca el índice para 2022), pero con una diferencia significativa: actualmente hay un 23% menos oferta de viviendas en alquiler permanente de la que había en 2017", explica Idealista.

Unos precios que se acercan a los de 2017, pero con una oferta que hace aguas y que brilla por su ausencia. Un momento delicado cuyo horizonte pinta aún más negro, sobre todo por el aumento del desequilibrio entre oferta y demanda. ¿Cuáles son las principales consecuencias de esta nueva dinámica que se vive en el sector inmobiliario? Pues un mercado menos dinámico, más compacto, con serias dificultades para encontrar un piso a buen precio y con una nueva generación que no puede hacer frente el precio el alquiler con los salarios que se manejan.

Valencia es el ejemplo más llamativo de los dos mundos en los que viven las entidades y la ciudadanía. La ciudad registra la mayor diferencia entre los precios del índice y la realidad del mercado en Idealista, siendo el porcentaje de un 47% más bajo entre el precio del alquiler de la vivienda que se maneja en el portal inmobiliario y la cifra fijada por MIVAU.

Aunque Valencia no es el único caso. Palma (-43%), Lugo (-41%), Alicante, Cuenca y Málaga (-40% en los tres casos) completan la lista de ciudades españolas con una mayor disparidad entre la teoría y la práctica. No solo eso, sino que Idealista también destaca que "la distorsión entre realidad del mercado e índice es del 36% en Barcelona, mientras que se queda en el 24% en Madrid y en el 24% en Sevilla". La otra cara de la moneda es Melilla, que tiene la menor diferencia entre los precios del índice y de la realidad del mercado con un -11%, seguido de Córdoba (-20%), Ciudad Real (-22%) y Valladolid (-23%).

La lista completa de la diferencia entre el índice oficial de precios del alquiler y los precios de Idealista es: A Coruña (-32%), Albacete (-31%), Alicante (-40%), Almería (-29%), Ávila (-31%), Badajoz (-30%), Barcelona (-36%), Burgos (-26%), Cáceres (-34%), Cádiz (-26%), Castellón de la Plana (-39%), Ceuta (-31%), Ciudad Real (-22%), Córdoba (-20%), Cuenca (-40%), Girona (-35%), Granada (-34%), Guadalajara (-27%), Huelva (-27%), Huesca (-27%), Jaén (-28%), Las Palmas de Gran Canaria (-35%), León (-36%), Lleida (-29%), Logroño (-30%), Lugo (-41%), Madrid (-26%), Málaga (-40%), Melilla (-11%), Murcia (-30%), Ourense (-35%), Oviedo (-24%), Palencia (-25%), Palma (-43%), Pontevedra (-30%), Salamanca (-32%), Santa Cruz de Tenerife (-37%), Santander (-29%), Segovia (-36%), Sevilla (-24%), Soria (-24%), Tarragona (-33%), Teruel (-30%), Toledo (-27%), Valencia (-47%), Valladolid (-23%), Zamora (-32%) y Zaragoza (-27%).

Un paradigma que, lejos de ser una mera mancha en el historial de la Administración, se está convirtiendo en un verdadero agujero. Los precios del alquiler de la vivienda, los requisitos inasumibles como tener ingresos de 4.000 euros para un piso de 1.350 euros o un contrato indefinido y unos intentos desesperados del Gobierno de poner orden que no llegan a buen puerto, son los principales frentes abiertos del sector inmobiliario a los que se deberán hacer frente para frenar en seco la crisis que azota a España.

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