Edificios viejos, derroche en el transporte y horario ibérico: así sube España sus emisiones

En España no nos ponemos de acuerdo: mucho hablar de sostenibilidad y de evitar el cambio climático pero somos el segundo país de Europa que menos ha reducido sus emisiones totales en los últimos treinta años. Solo lo hacen peor que nosotros los portugueses. Así se desprende del último informe del Observatorio de Sostenibilidad (OS), 'Descarbonización en España 2022'.

Mientras que otros países como Reino Unido o Alemania han conseguido reducir las emisiones un 45% en los últimos años, en España solo lo hemos conseguido en un 8%. De hecho, en el 2021 aumentaron hasta un 5,1%. ¿Qué hacemos mal en España? ¿Por qué, a diferencia de otros países europeos que tienen los mismos objetivos ambientales que nosotros, no podemos reducir nuestros niveles de emisiones?

Carlos Martín, Director de Operaciones (COO por sus siglas en inglés) de Enerjoin, desgrana para Vozpópuli este problema, aunque destaca que hay que tener en cuenta la situación previa de los países: "España tenía mucho más camino andado a efectos de descarbonización que Alemania y Reino Unido, por lo que sus avances ahora han sido más rápidos que los nuestros", destaca. En cualquier caso, hay varios problemas que explican nuestro atraso en reducción de emisiones.

Cultura, transporte, rehabilitación de edificios...

Bajo su punto de vista, uno de los principales problemas en España es el transporte. "En España seguimos dependiendo mucho del transporte por carretera y no apostamos por el electrificado. Mientras nosotros seguimos recurriendo a los camiones para llevar las mercancías, en otros países se utiliza muchísimo más el ferrocarril, que contamina muchísimo menos", explica. De hecho, según el informe, el transporte por carretera aumentó un 14% y representa el 28% de las emisiones.

También a nivel individual nos pasa algo parecido, "muy característico de los españoles": preferimos coger el avión al tren, incluso para distancias cortas. "En otros países, el transporte por vías electrificadas está mucho más popularizado que aquí", destaca el COO de Enerjoin.

El otro gran problema que ve en España es el de la rehabilitación de edificios. "En España todavía quedan demasiados edificios con calefacción central, con calderas de carbón e incluso de gasoil. Tenemos muchísimo que mejorar en este aspecto, porque por esta vía vienen entre un 14 y un 15% de las emisiones", agrega el experto.

Sobre el abastecimiento energético explica que aunque no vamos mal en el mix energético renovable, (que representa entre un 35 y un 45% del total), todavía queda mucho por mejorar. Dónde sí queda mucho camino por andar es en el tema de la energía nuclear, "que solo representa un 18% de nuestro mix", pero considera que en sentido hay poco que andar porque España es un país que en general rechaza la nuclear.

Hay otros factores que influyen en que nuestro país no sea uno de los mejores en cuanto a reducción de emisiones se refiere, tal y como explica Martín: "Por ejemplo, este año hemos tenido dos problemas: por un lado, no ha habido casi lluvias, lo que ha impedido que podamos recurrir a la energía hidráulica como lo solíamos hacer otros años". Además, una de las centrales nucleares españolas, la de Almaraz, ha tenido varios problemas a lo largo del '21, lo que nos ha llevado a que tengamos que "tirar de" gas, carbón y otras energías más contaminantes. Tampoco las costumbres, la cultura, el clima y el horario ibérico ayudan a que seamos un país ahorrador y poco emisor.

La energía nuclear, una solución eficaz para las emisiones

Desde el sector nuclear, uno de los que más demandan cambios en la política energética del país, reivindican de nuevo que apostar por este tipo de energía es una de las soluciones más importantes para acabar con este problema de las emisiones que nos coloca en la cola de Europa. El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Héctor Dominguis, señala a este periódico que mientras en Europa se ha impuesto la ciencia al pensamiento político, en España ocurre lo contrario: el discurso ideológico impide que se vean las pruebas científicas que validan la sostenibilidad y la eficiencia de la energía nuclear.

De forma similar opinan en Foro Nuclear, desde donde consideran a la energía nuclear como "una tecnología esencial en la transición energética por la garantía de suministro que ofrece y por su papel fundamental en la lucha contra el cambio climático". "De hecho, las centrales nucleares no solo aportan de forma constante y estable en España más del 20% de la electricidad año tras año, sino que no emiten CO2 y evitan en nuestro país entre 20 y 30 millones de toneladas de CO2 al año", explican fuentes del organismo.

Por ello, ambas sociedades piden que el Gobierno apueste por este tipo de energía, "tan respetuosa con el medio ambiente como las renovables y tan eficaz como el carbón". "Cualquier decisión errónea en relación a la energía, nos hipotecará a todos los españoles durante décadas", reitera Dominguis.

Sobre las soluciones, Carlos Martín explica que, aparte de apostar por la nuclear y la renovable, es importante hacer campaña de concienciación para fomentar el transporte electrificado, tanto a nivel de mercancías como a nivel de transporte personal. También ayudan, aunque sea en pequeña medidas, las soluciones a nivel local, como fomentar la alta ocupación de los vehículos o cerrar el centro de las ciudades.