Economía

Ni sector inmobiliario, ni propietarios, ni inquilinos: nadie quiere la nueva Ley de Vivienda

Este viernes, a golpe de bombo y platillo, el Gobierno ha anunciado el acuerdo para desbloquear la Ley de Vivienda. Un proyecto que, para los implicados, no contendrá los precios del arrendamiento de la vivienda y reducirá la oferta disponible

La compraventa de viviendas registra la cifra más alta en un segundo trimestre desde 2007
Imagen de una vivienda en venta.

El sector inmobiliario ha advertido del efecto contraproducente que tendrá el acuerdo para desbloquear la Ley de Vivienda divulgado este viernes a bombo y platillo tanto por el Gobierno de coalición como por sus socios de investidura.  Para el sector, lejos de contener los precios del alquiler, la norma, cuya tramitación se vislumbra de urgencia de acuerdo con lo apuntado por el Ejecutivo, solo empeorará la situación del alquiler en España, desestabilizará el mercado y provocará a futuro un encarecimiento de los precios de las rentas para los inquilinos de nuevo acceso.

Para los profesionales de la vivienda, el acuerdo "no contiene ni una sola medida seria y rigurosa para aumentar la oferta de viviendas en alquiler en España”, condición indispensable para lograr una contención de las alzas recurrentes de los precios en el mercado del alquiler.

Según  el presdiente de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), José Ramón Zurdo, la norma parece pensada para “atacar a los propietarios, tanto particulares como empresas". De hecho, Zurdo advierte paralelismos con las medidas acordadas por el Gobierno con sus socios con la ley catalana de vivienda, que intervino los precios del alquiler en Cataluña antes de que el Tribunal Constitucional acabara anulándola y produjo una subida de los alquileres en el mercado catalán superior al registrado en los de otras comunidades autónomas.

Tendrá un efecto devastador en el mercado

Francisco Iñareta, portavoz del portal Idealista, recuerda por su parte el “efecto devastador en el mercado” que está teniendo el tope del 2% de subida en la actualización del alquiler, justo cuando acaba de cumplir un año. Para Iñareta, el tope del 3% fijado en el acuerdo tendrá unas consecuencias similares, entre ellas la de impedir a los nuevos inquilinos el acceso a la vivienda.

Tampoco los inquilinos ven precisamente con buenos ojos los cambios que han permitido del desbloqueo parlamentario de la Ley de Vivienda, hasta el punto de calificar la reforma de “farsa” que, dada la “imprecisión” del articulado, no evitará que los precios de los alquileres continúen en aumento. Salvo la circunstancia de que tenga que ser el propietario el que tenga que correr con los gastos de agencia, el resto de la normativa no convence en absoluto al Sindicato de Inquilinos e Inquilinas de Madrid.

Los propietarios tampoco avalan la futura Ley de Vivienda, a la que califican de “cortoplacista y contraproducente” dado que no ataca el gran problema que explica la escalada de precios en el alquiler: la escasez de oferta de viviendas en arrendamiento. Por el contrario, los grandes propietarios se temen que la nueva legislación provocará una merma del stock, lo que, en su opinión, garantiza que los precios seguirán subiendo.