Naturgy avanza la venta de su almacenamiento de gas a un fondo en plena crisis de suministro

Naturgy cerró en noviembre la venta de su actividad regulada de almacenamiento subterráneo de gas al fondo Teset, tal y como adelantó Vozpópuli. La gasista que preside Francisco Reynés avanza en estas semanas con los trámites que le permitan la luz verde de las autoridades. Un proceso que sigue en plena crisis de suministro de gas y en la carrera para lograr la independencia energética de Rusia. 

Según explican a este medio, la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) ha dado el pase de esta operación al Ministerio para la Transición Ecológica después de reclamar toda la información posible a Teset. El regulador ha querido demostrar que el futuro dueño de este activo regulado tiene su sede en España y que los detalles de registro de la propiedad de este fondo.

Las dudas surgen porque esta firma de inversión es de reciente creación y se desconoce su recorrido. Según ha podido saber este periódico, la firma fue creada en 2021 y está liderada por los inversores Angel Escudero, Javier Zabala y José Arango. “Teset Capital está formado por profesionales que han ocupado altos cargos ejecutivos en multinacionales de compañías industriales y fondos de infraestructuras relevantes”, describen en su web. El fondo está participado también por los fundadores de la gestora de capital riesgo ProA Capital.

Naturgy se decantó por la oferta de este fondo tras descartar otras opciones. Enagás, que es el gran operador de activos de almacenamiento de gas en España, recibió la llamada del equipo de Reynés para esta operación. La empresa que controla el Estado a través de la Sepi presentó su oferta y fue rechazada por Naturgy. 

Desde el mercado adelantan que la operación está pacta "en cerca de 10 millones de euros". No obstante, la propia CNMC aseguraba en un informe de julio de 2021 que el valor neto de este activo debería ser 2,1 millones de euros en vez de 2,3 millones. “Como consecuencia de lo anterior, habría que corregir la retribución reconocida a Naturgy para el año de gas 2021”, comenta en su informe sobre el sistema gasista.

El acuerdo entre el fondo y la gasista incluye el 100% de la participación en Naturgy Almacenamientos Andalucía, S.A. sociedad que lleva a cabo la actividad regulada de almacenamiento subterráneo de gas así como ciertos activos de Petroleum Oil & Gas España, S.A. localizados en Marismas (Huelva). 

Naturgy vende un histórica concesión

La dificultad de su pacto es que la Administración tiene mucho que decir. Este proyecto se divide en tres concesiones que datan de 1998, 1989 y 1995 otorgada a la filial de Naturgy, Petroleum Oil & Gas España. Como recuerdan desde el sector, la Administración eligió a esta compañía por su capacidad, tanto técnica como económica importante, para gestionar el área de almacenamiento y el resto de la cadena de valor del gas natural que se producía en el estuario del Guadalquivir. 

La gasista estaba gestionando antes de la venta fondos europeos para utilizar estos activos de almacenamiento para el hidrógeno. La energética que preside Francisco Reynés, que entró en este proyecto se produjo en 2006, por entonces conocida como Gas Natural y presidida por Salvador Gabarró, compró por cerca de 30 millones de euros Petroleum Oil & Gas a inversores institucionales. Un activo regulado que ha permitido a Naturgy recibir un ingreso recurrente por parte de la Administración en estos 15 años.

En noviembre, la gasista aceptó vendérselo a Teset y los cerca de 30 trabajadores afectados fueron informados a través de un comunicado. “Dicho acuerdo se materializará una vez se cumplan determinadas condiciones suspensivas previsiblemente en el primer trimestre de 2022”, explica la compañía en sus cuentas anuales publicadas a principios de febrero. Aunque, ya en abril, el proceso avanza entre mesa y mesa de la Administración.

Desde el sector consideran que la invasión de Ucrania no favorece a la agilidad de un activo que puede ser otro activo que permita a España ayudar a Europa a independizarse de los hidrocarburos rusos. Un factor que puede condicionar el cierre de la venta.