Habla la familia de Nuria, la cocinera asesinada en la cárcel: "Se podría haber evitado, tienen que dimitir"

Nuria López era un ser de luz. Una amante de la cocina y de los animales que incluso había entrenado a su perra Fiona para localizar trufas en el campo. Creía en la reinserción de los presos pero "no se callaba las injusticias", explica Pablo, su sobrino en una entrevista a Vozpópuli. Su asesinato hace poco más de un mes en cárcel de Mas d'Enric (Tarragona) ha sido la mecha que ha prendido el conflicto de los funcionarios de prisiones en Cataluña. Su familia tiene claro que tanto la consejera de Justicia Gemma Ubasart y el responsable Amand Calderó tienen que dimitir. "Ninguna familia de trabajadores o de internos tiene que pasar de nuevo por esta tragedia", reclaman.

El asesinato de Nuria López, el pasado 13 de marzo, conmocionó al sistema penitenciario catalán. Los representantes de los trabajadores llevaban tiempo alertando de que se había producido un repunte de la violencia en las cárceles. El autor del crimen fue Iulian, un preso que estaba cumpliendo condena por matar con un arma blanca a otra mujer. No podrá responder ante la justicia porque se suicidó tras acabar con la cocinera.

Los políticos no asumen responsabilidades

Las alertas sobre este peligroso delincuente eran máxima. Ya había protagonizado otro incidente en las cocinas cuando pegó un puñetazo a otro interno que le insultó. Fue castigado con 11 días de sanción que no llegó ni a cumplir. Un asesino de mujeres que se quedó a solas con Nuria en estas dependencias con acceso libre a cuchillos.

Cuando se cumple poco más de un mes del asesinato de Nuria su familia está "destrozada y consternada". No entienden que ningún responsable de la administración haya asumido responsabilidades y presente su dimisión. "Se podría haber evitado", lamenta a Vozpópuli Pablo, uno de los sobrinos de la cocinera que saca de tripas corazón para ser el altavoz de la familia.

Tanto Gemma Ubasart como Amand Calderó 'sacan pecho' cuando explican que ocho de cada diez reclusos no vuelven a reincidir tras pasar por el programa de reinserción. "El asesinato ha pasado bajo tu mandato y tus criterios. Es responsabilidad tuya", critican los familiares de Nuria.

Ambos dirigentes se niegan a dimitir. "Una persona valiente si es responsable dejaría su puesto", asegura el sobrino de la cocinera "indignado". "La reinserción es lo que garantiza más seguridad a la sociedad pero pasa todo lo contrario. Los terceros grados se conceden en base a algoritmos y en contra de la opinión de la Junta de Tratamiento", inciden.

La sonrisa eterna de Nuria

Todos los que conocían a Nuria López tienen palabras de cariño hacia la cocinera. "Un ser de luz y una persona maravillosa. Amiga de sus amigos y muy familiar. Risueña, alegre y creativa", son las palabras de quienes mejor la conocen que tendrán siempre el vacío de su pérdida.

Amante de los animales y de la cocina. Colaboraba con protectoras y educaba a perros. Su inteligencia y capacidad la descargaba con la "paz y la tranquilidad". Llevaba más de diez años trabajando en prisiones. Estuvo sin plaza fija más de nueve pero gracias a su esfuerzo y trabajo constante, la consiguió hace más de un año. Su pasión por la cocina era tal que llegó a regentar un bar. "Le encantaba innovar y descubrir nuevas recetas", recuerda su sobrino.

Otra de sus particularidades es que era una persona con "mucha personalidad" y "no se callaba ante las injusticias". "Conocía como se trabajaba en el sistema y creía en la reinserción", detalla su sobrino. Se desconoce si Nuria realizó un informe por las actitudes de su asesino o si lo comunicó de forma verbal a sus superiores. La investigación del crimen aún se encuentra bajo secreto de sumario.

La familia de Nuria también pide que las diligencias se practiquen "con todas las garantías y se llegue hasta el final" para esclarecer qué falló en la Justicia. "La gestión ha sido un fracaso", resumen las personas que han perdido a su tía. "Si hubieras valorado bien las situaciones... no se coloca a un asesino en las cocinas y le facilitas un cuchillo", enfatizan.

Pablo reconoce que los dirigentes políticos de Cataluña han perdido el apoyo de todo el colectivo de prisiones. Un respaldo que volvería a trabajarse en caso de que se asuman responsabilidades. "No lo quieren y no lo entienden. Lo que queremos es que ninguna familia de ningún interno o funcionario pase de nuevo por esta tragedia", resume.

"¿Cuántas vidas se tienen que perder?"

Para el sobrino de Nuria hay delincuentes que no pueden reinsertarse. Por ejemplo, el asesino de su tía confesó su primer crimen y se entregó. "Actuó de buena fe, según las autoridades y no es buena fe es que busca rebajar su condena", critica.

Otros de los asuntos que molestan a la familia es cuando se explica que menos años de penas de prisión pueden ayudar en esta reinserción. "¿Cuántas vidas se tienen que perder para darte cuenta de que hay delincuentes no reinsertables?", concluyen.

La familia de Nuria está repartiendo entre los trabajadores de prisiones y amigos un pin con la imagen de la cocinera y uno de los grandes amores de su vida: su perrita Fiona. Los funcionarios la llevan con cariño cada día que entran para cumplir su jornada en las cárceles. Un pequeño recuerdo para que nadie se olvide de su asesinato.

Lo que sí tiene claro Pablo y el resto de su familia es que nunca olvidarán a Nuria. Su sonrisa siempre estará presente en las reuniones de su gente. Un granito de arena fue este martes coincidiendo con la celebración de Sant Jordi. El estado de WhatsApp de ciento de compañeros se cambió para mostrar una imagen de la cocinera. Una fotografía que refleja a la perfección que había detrás de esta mujer: una sonrisa eterna entre los fogones.