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La normativa de la Unión Europea que modifica la reparación de productos rotos

Te contamos qué explica esta norma que ha sido aprobada por el Parlamento Europeo

La normativa de la Unión Europea que modifica la reparación de productos rotos
Una persona arreglando la lavadora Freepik

La Unión Europea ha aprobado una nueva normativa con la que se quiere fomentar la reparación de los productos rotos o averiados en vez de su reemplazo por otros nuevos. Cuando se hace un desembolso por algún producto como lavadoras, teléfonos o televisores se busca que sea uno que tenga una gran duración y tenga vida durante mucho tiempo. Los fabricantes ponen cada día diferentes artículos en el mercado y, de su mano, muchos van con una garantía que asegura su reparación durante un tiempo determinado.

Es aquí donde ha entrado en juego la OCU. La Organización de Consumidores y Usuarios fundada en el año 1975 tiene por objetivo salvaguardar los derechos de todos los españoles y erradicar los abusos que hacen las multinacionales. Para ello, esta entidad publica cada día diferentes informes y estudios de diferentes temáticas de interés social como, por ejemplo, los mejores alimentos que se pueden comprar en el supermercado o consejos para ahorrar a lo largo de la vida laboral.

Han pasado 50 años desde que la OCU empezó a dar sus primeros pasos, pero lo cierto es que tras conseguir asentarse como una fuente fiable de información, es una de las que pone en marcha denuncias sobre malas prácticas que hacen algunas empresas, precios elevados u otros asuntos. En ese caso, la institución se ha pronunciado sobre la normativa que ha aprobado la Unión Europea con respecto a la reparación de productos rotos.

La OCU explica la nueva normativa de la Unión Europea

La Unión Europea ha aprobado la Directiva sobre "Derecho a reparar" que aún tardará en llegar a nuestro país, puesto que hay un plazo de 24 meses para ello, a contar desde el momento en el que el Consejo Europeo dé su aprobación. La idea a la que ha dado luz verde el Parlamento Europeo se centra en favorecer que los productos se puedan arreglar fácilmente, después de que su garantía se haya terminado.

Y es que, a día de hoy, tal y como dice la OCU "la garantía dura tres años para los productos comprados del 1 de enero de 2022 en adelante" y la directiva de la Unión Europea "tiene previsto mejorarla y ampliarla". Además, durante esos tres años, el consumidor "puede pedir que el producto estropeado sea reparado o sustituido por otro nuevo; pues bien, optar por la reparación será recomendado con doce meses extra de garantía".

Por otro lado, hay que destacar que esta norma de la Unión Europea está llamada a "combinarse con otras que promueven el ecodiseño de los productos", es decir, que los artículos se hagan de tal manera que sea fácil repararlos y poder sentar las bases "para que repararlos sea la opción lógica para el consumidor".

¿A qué productos afecta la normativa de la Unión Europea? Estos son los productos que están sujetos a requisitos técnicos de reparabilidad:

  • Lavadoras, secadoras y lavadoras-secadoras.
  • Lavavajillas, frigoríficos y aspiradoras.
  • Pantallas electrónicas y tablets.
  • Teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos 
  • Servidores y productos de almacenamiento de datos.
  • Productos que incorporan baterías de medios de transporte ligeros.
  • Equipos de soldadura.

La nueva directiva aprobada no tiene efecto inmediato, puesto que debe trasponerse al derecho español, es decir, se tendrá que incorporar en la futura Ley de Consumo Sostenible, pero sí que tendrá implicaciones importantes. La OCU explica que si se compra alguno de esos productos anteriormente mencionados, los consumidores deben saber lo siguiente:

  • El fabricante tiene la obligación de repararlo gratuitamente o a un precio razonable.
  • Debe facilitar información gratuita y de fácil acceso sobre los precios de las reparaciones.
  • Los fabricantes no podrán negarse a reparar los productos porque hayan sido reparados antes por otros técnicos o personas.
  • Los fabricantes deben ofrecer piezas de repuesto y herramientas a un precio razonable. Además, deben tolerar el uso de piezas de recambio de segunda mano o impresas en 3D por parte de reparadores independientes.

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