La banca encarecerá el crédito por el riesgo de que el impuestazo sea irreversible

La banca eleva el tono en la recta final para que el 'impuestazo' se convierta en ley. Los bancos llevan meses quejándose de la "improvisación" de la nueva tasa y ahora critican con fuerza que el Gobierno incluya en la proposición de ley el compromiso de que estudiará si lo convierte en permanente, como descuenta el Banco Central Europeo (BCE). Y advierten de que el simple hecho de dejar abierta la posibilidad de extenderlo lejos de 2024 encarecerá más el crédito en los próximos meses, según trasladan fuentes financieras a Vozpópuli.

Pedro Sánchez anunció en el Congreso que el impuesto sería temporal durante los dos próximos años por los ingresos extraordinarios de la banca gracias a las subidas de los tipos de interés en Europa. Pero el Gobierno ha incluido en la proposición de ley el compromiso, pactado con Bildu, de elaborar un estudio a finales de 2024 para decidir si convierte la tasa en permanente.

"Esta alusión ya tiene un coste para los bancos. Nos penaliza en Bolsa y añade una prima de riesgo en la financiación. Y como es lógico lo vamos a trasladar ya a los clientes incluso sin que llegue a ser irreversible", explica un alto ejecutivo de uno de los grandes bancos del Ibex, que pide el anonimato.

El BCE ya asume que el gravamen sobre la banca ha llegado para quedarse. El supervisor único descuenta que será permanente sea cual sea el color político del inquilino de La Moncloa, ya que será clave para sostener los ingresos del Estado en un momento de crisis. Eso sí, antes de decantarse por hacerlo o no permanente, el Ejecutivo se compromete a que tendrá en cuenta la situación del sector bancario, la evolución de los tipos de interés y las comisiones, y "el efecto acumulativo del gravamen junto con el Impuesto sobre Sociedades", según consta en el texto aprobado por el Congreso la semana pasada y que llegará al Senado en breve.

Batalla legal

En el sector se resignan al "ataque", en palabras de un ejecutivo bancario, continuo del Ejecutivo y se prepara la batalla legal al impuesto. Las entidades se plantean impugnar "pago por pago" el gravamen desde el próximo mes de febrero y algunos ejecutivos ya han anticipado que lo harán. Este es el caso de Bankinter, cuya consejera delegada, María Dolores Dancausa, garantizó ayer que recurrirá la nueva tasa. "Al día siguiente de pagarla", dijo la ejecutiva con la contundencia que le caracteriza en un foro financiero organizado por Expansión y KPMG.

Ibercaja también dio por hecho que irá a los tribunales, mientras que otras entidades como CaixaBank y BBVA se limitaron a señalar que lo estudiarán. "Veremos cómo queda el texto final", emplazó Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank. El principal argumento que utilizaron en contra los banqueros fue el impacto que tendrá en la rentabilidad, que todavía está lejos de cubrir el coste del capital, el mínimo que los inversores esperan alcanzar al invertir en sus acciones.

António Simões, consejero delegado de Santander España y responsable del negocio en Europa, advirtió de que la entidad logra una rentabilidad sobre recursos propios, conocida como ROE, del 8,8% en España, por debajo del 11% que exigen los inversores.

El Gobierno aplicará el gravamen sobre el 4,8% de los ingresos típicos y las comisiones por la venta de productos financieros. El sector considera que está "obligado" por la normativa bancaria actual de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) a trasladar a los clientes el coste del nuevo gravamen, sobre todo tras la contundencia del BCE sobre los planes de Pedro Sánchez. "¿Con quién cumplimos?, ¿con el Gobierno o con la EBA y el BCE?", se preguntó irónicamente ayer César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell.