Economía

La inversión extranjera se hunde un 40% en Cataluña en 2017

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El Ministerio de Economía y Competitividad ha publicado este martes los datos de la inversión extranjera en el año 2017 con una cifra demoledora para Cataluña: este tipo de inversión se ha desplomado un 40% en el ejercicio del referéndum ilegal y la mayor crisis política de la región de la historia. La caída es muy superior a la del conjunto de España, que fue del 7,2% y en la que influyó también la crisis catalana.

En concreto, según el comunicado del Ministerio, Cataluña recibió 3.093 millones de fuera en 2017, un 39,8% menos que hace un año y el 13% total de la inversión extranjera. A pesar del descenso, que se produjo sobre todo por la huida de inversores en el tercer trimestre, en el tramo final del año recuperó el segundo puesto como principal destino inversor. Aún así, el peso de la inversión en Cataluña respecto al conjunto del país ha pasado del 20,1% en 2016 al 13% en 2017.

Madrid, en cambio, con 14.521 millones, elevó la inversión en un 24,7% en 20178 y acaparó el 61,1% del total. Y País Vasco, con 2.616 millones, registró el mayor aumento, con una subida del 70,87% respecto a 2016. Madrid, País Vasco y Cataluña concentran el 85,1% de la inversión productiva extranjera.

Atendiendo al total de la inversión, el 21% provino de Luxemburgo, el 14% de Alemania, el 13% de Reino Unido, el 11% de Estados Unidos y el 10% de Francia. Suiza, con una sola operación, aumentó un 348% las inversiones, mientras que las procedentes de Estados Unidos descendieron un 50%, perdiendo el primer puesto entre los países emisores.

Las actividades inmobiliarias captaron el 13% de la inversión

Las inversiones hacia España de la Unión Europea coparon el 70% del total, después de aumentar un 19% en el último año. Las procedentes de de África ascendieron un 345% con solo dos inversiones, mientras que las de Latinoamérica descendieron un 67%, las de América del Norte un 53% y las de Asia y Oceanía un 77%.

Por sectores, las actividades inmobiliarias captaron el 13% de la inversión, seguidas del 10% que fue a parar a las empresas de energía eléctrica y gas, del 7% de servicios financieros, del 7% de las telecomunicaciones o del 6% del comercio al por mayor.