El PIB cayó un 0,4% en el primer trimestre, una décima menos de lo esperado

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha informado este jueves de que el Producto Interior Bruto (PIB) cayó un 0,4% en el primer trimestre de 2021, una décima menos de lo inicialmente publicado, lastrado por el repunte de casos de coronavirus y las restricciones para contener la pandemia y por el impacto de la tormenta Filomena, que interrumpió la producción durante semanas en enero.

En términos interanuales, la economía española retrocedió un 4,2% respecto a los tres primeros meses de 2020, en los que el PIB ya cayó considerablemente (-5,4% intertrimestral) por el efecto de la pandemia y el confinamiento, decretado junto al estado de alarma el 14 de marzo. Esta caída interanual es también una décima más baja de la que se había previsto.

Cuando el INE publicó los datos de contabilidad nacional adelantados a cierre de abril sólo utilizó los datos macroeconómicos a cierre de febrero, con lo que ya avisó entonces de que los datos tendrían que ser revisados.

La creación de puestos de trabajo a tiempo completo se ha mantenido inalterada: el empleo aumentó un 1,4% en el primer trimestre, según ha confirmado el INE en los datos publicados este jueves.

Entre enero y marzo, el consumo cayó un 0,5% frente al trimestre precedente -marcado por las compras navideñas-, mientras que la inversión (medida a través de la Formación Bruta de Capital) retrocedió un 0,2%. Con la evolución de estas dos variables, la demanda nacional restó cuatro décimas al PIB.

El sector económico que más contribuyó al crecimiento del PIB en el primer trimestre fueron los servicios, con un crecimiento del 0,3% frente a trimestre precedente; mientras que el valor añadido de la agricultura retrocedió un 2,9%, el de la industria se dejó un 2,3%, y el de la construcción, un 4,3%.

En términos interanuales, el PIB registró la caída más moderadas desde que impactó el coronavirus: la mayor caída se produjo en el segundo trimestre del año pasado (-21,6%), y desde entonces el desplome se ha ido moderando: -8,6% en el tercer trimestre, -8,9% en el cuarto y -4,2% en este primer trimestre del año.

La demanda nacional ha restado 2,2 puntos al crecimiento internanual del PIB, menos de lo que el Instituto había estimado en febrero (-2,6); mientras que la demanda externa le ha quitado 2 puntos, más de lo que se había previsto (-1,6).

El consumo de los hogares cae un 3,5% interanual, el del sector público crece un 3,2%

El gasto en consumo final baja un 1,7% respecto al mismo trimestre de 2020. Esta tasa es 4,1 puntos superior a la del cuarto trimestre del año pasado.

Por grupos, el gasto en consumo final de los hogares experimenta una tasa interanual del −3,5%, con un aumento de 5,9 puntos respecto al trimestre pasado; mientras que el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas presenta un crecimiento del 3,2%, tasa 1,3 puntos inferior a la del trimestre precedente.

La formación bruta de capital (la inversión) registra una variación del −4,0%, superior en 4,8 puntos al del trimestre anterior. La inversión en activos fijos materiales presenta una tasa interanual del −3,9%; la inversión en viviendas y otros edificios y construcciones aumenta 0,8 puntos, pasando del −11,5% al −10,7%; mientras que la tasa interanual de inversión en maquinaria, bienes de equipo y sistemas de armamento crece 10,4 puntos respecto a la del cuarto trimestre, al presentar una variación del 6,2%, frente al −4,2% del trimestre anterior.

PIB y empleo

El empleo de la economía, medido en horas trabajadas, se redujo un 2% respecto al trimestre anterior, si bien los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo crecieron un 1,4%.

En términos interanuales, las horas trabajadas disminuyeron un 3,6% y los puestos equivalentes a tiempo completo descendieron un 1,9%, lo que supone la pérdida de 343.000 empleos en un año.

La partida destinada a salarios bajó un 2,8% en tasa interanual y el número de asalariados se redujo un 3,1% frente al mismo periodo del año anterior.

Por su parte, la productividad por hora efectivamente trabajada se redujo un 0,6% interanual y encadena tres trimestres de caídas.