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Economía

Ibercaja aplaza su salida a Bolsa hasta que haya un gobierno estable en España

Ibercaja.

Ibercaja tiene todo preparado para salir a Bolsa pero espera a que se abra una ventana para hacerlo. El banco ya ha pasado por todos los trámites regulatorios y el folleto lo tiene casi hecho, sólo a falta de ciertas pinceladas de última hora. Y no podría ser de otra forma, puesto que el tiempo se le acaba. A la entidad zaragozana le quedan 15 meses y las perspectivas de futuro no acompañan. 

Los escollos que tiene que superar son un Euribor por los suelos, el poco apetito inversor derivado de la incertidumbre política y el temor de un gobierno de coalición entre PSOE y Podemos, poco valorado por el mercado. En el momento en el que estos factores mejoren y haya una oportunidad, Ibercaja lanzará el folleto de admisión, reconocen fuentes conocedoras de la situación. 

Esta operación no se puede retrasar mucho más porque hay una ley que les obliga a hacerla antes del 31 de diciembre de 2020. Para cambiar esta norma, haría falta una mayoría parlamentaria y tal y como está configurada la política actual, el banco prefiere evitar este trámite, aunque no se descarta.  

Además, el mercado ya habla de diferentes escenarios que podrían ser beneficiosos. Las nuevas elecciones, que podrían verse como negativas, dan una nueva oportunidad a esta salida a Bolsa, puesto que cabe la posibilidad de que las urnas brinden un panorama político afín, como una coalición de PSOE y Ciudadanos o un tripartito de PP, Ciudadanos y Vox.

El banco ha contratado a Rotschild como asesor independiente y Morgan Stanley y JPMorgan actúan como coordinadores globales de la oferta, según publica el diario ExpansiónBank of America Merrill Lynch y UBS serán los encargados de colocar los títulos.

La cruz de los tipos

Fuentes financieras consultadas por Vozpópuli aseguran que el calendario de Ibercaja estaba supeditado a una eventual subida de tipos que no sucederá, con lo que la entidad tendrá que buscar otros mecanismos para que su toque de campana no sea perjudicial para los accionistas.

Una de las fórmulas que ya se planteó fue la entrada de dos inversores antes de la OPV para reforzar capital. Se intentó en 2015 pero sin éxito. Para Ibercaja salir a Bolsa a precios bajísimos es un menoscabo, según las fuentes consultadas. Esto es algo normal, puesto que ninguna empresa quiere malvenderse.

Otra opción que baraja el mercado, aunque no quiere decir que esté en la hoja de ruta de Ibercaja, es una eventual fusión tras el fiasco de Unicaja y Liberbank. Cabe destacar que con esta última ya se intentó una fusión que salió frustrada. Pero también es cierto que por ese entonces, Ibercaja no tenía la presión de salir a Bolsa, o al menos tan cerca. 

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