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Economía

Por qué los hosteleros se enfrentan a la ruina si Sánchez no anuncia medidas de apoyo

Entrada cerrada de un bar de Madrid.

Los hosteleros españoles estallaron este martes tras la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que detalló cómo sería el plan de desescalada para los bares y restaurantes. No estallaron por el plan, explican desde el sector, sino por lo que no hay aún detrás de él. "Necesitamos nuevas medidas que garanticen nuestra supervivencia con unas condiciones de apertura que no nos dan ni para pagar la luz", cuenta a Vozpópuli un empresario hostelero.

En este sentido, el drama del sector reside en que, con unas condiciones de apertura muy limitadas desde el próximo día 11, cuando podrán abrir las terrazas hasta el 30% de su aforo, los empresarios hosteleros no han recibido noticias nuevas del Gobierno ni sobre los ERTE, que en teoría dejarían de aplicarse desde el momento de la apertura, ni sobre si seguirá siendo condición necesaria mantener el empleo en los seis meses posteriores a su aplicación.

Desde Hostelería de España, la patronal que engloba a los 300.000 bares y restaurantes españoles, la reclamación se dirige directamente al Ejecutivo. En esta línea, insiste en que mantener el mismo empleo que antes de la crisis coronavirus durante los próximos seis meses "es imposible", teniendo en cuenta las condiciones de apertura del sector y las limitaciones turísticas que va a vivir el país. Según los cálculos de la patronal, si el Ejecutivo de Sánchez no pone sobre la mesa nuevas medidas para este sector, se enfrentan a un cierre de establecimientos que podría ascender hasta el 30% (alrededor de 85.000 locales).

Los hosteleros reclaman así que el Gobierno explique de forma urgente cómo van a funcionar los ERTE por fuerza mayor -los que han aplicado hasta ahora- y si los empresarios van a poder seguir solicitándolos mientras los empleados vuelven al trabajo. Es decir, que si un bar con tres empleados no tiene más que una mesa en la terraza, pueda mantener a dos de sus trabajadores, por ejemplo, en el ERTE. 

De momento, la incógnita se mantiene en el aire y de ahí el malestar en el sector. Fuentes sindicales consultadas por este periódico insisten también en señalar al Ejecutivo manteniendo que los expedientes deberían poder alargarse durante los próximos meses, aunque los bares abran parte de sus locales.

Los números no dan

Así, la reclamación de los hosteleros se centra en que, con la apertura de tan solo el 30% de la terraza, no pueden mantenerse en pie por sí mismos. Según los datos que maneja Hostelería de Madrid, basándose en una estimación de ingresos y gastos de diferentes negocios, en un bar tipo, con una facturación anual de unos 400.000 euros (un ticket medio de 15 euros), el 20% son gastos fijos generales -gestoría, local y energía- y otro 30% personal, otro 25% sería materia prima y el 25% restante, margen. En el caso de los restaurantes, por su parte, la patronal calcula una facturación media de 800.000 euros (ticket medio 25 euros). En este caso, el 30% sería personal, el 20% gastos generales fijos; 35% materia prima y un margen del 15%.

Es decir, con una apertura normal, la mitad de los ingresos de los bares y restaurantes españoles se destinan a gastos fijos y personal. Desde el sector señalan que, de media, estos gastos ascienden a cerca de 20.000 euros mensuales. Sin nuevas medidas públicas, denuncian desde el sector, "no se puede obligar a abrir para perder dinero", reseña Fernando Huidrobo, coordinador de Hermandad Gastró, que agrupa a más de 1.200 empresarios hosteleros.

"El problema no es el plan en sí, sino que, al tiempo de la desescalada no se ha modificado la normativa. Sigue diciendo que tengo que mantener el empleo durante 6 meses, eso a mí me mata", apunta Huidrobo, que reseña como la patronal que es indispensable que "se pueda sacar empleados de los ERTE de manera proporcional a la desescalada", y sigue: "Si limitan el aforo, limitan la apertura…¿cómo voy a mantener el empleo tal cual? Eso es suicida".

Una demanda que se suma a la falta de liquidez en el sector ("ni se han cobrado aún las prestaciones de los ERTE ni se han dado los ICO a la pequeña empresa"), y a la indefinición sobre qué medidas de seguridad y de higiene tendrán que aplicar los bares en su apertura. "No sabemos ni cómo tendrán que disponerse las mesas, ni si necesitaremos mascarillas, o mamparas", reseñan.

Apertura desde el día 11

A la apertura de las terrazas al 30% de su capacidad el 11 de mayo le seguiría, en la siguiente fase de la desescalada (ya en junio) y según los planes del Gobierno, la apertura de locales para consumo en el local, con servicio en mesa con garantía de separación entre clientes en mesa y entre mesas, excepto discotecas y bares nocturnos. En concreto, se limitaría a un tercio el aforo y solo se permitiría el consumo sentados o para llevar.

En la siguiente fase, a mediados de junio, para locales se extenderá el aforo de un máximo de 1/2 de su capacidad que garantice separación de clientes. Se permitirá gente de pie con separación mínima de 1,5 metros entre los clientes de la barra.

Asimismo, en esta última fase, previa a la "nueva normalidad", en terrazas se limitará al 50% de las mesas permitidas en años anteriores en base a la licencia municipal. "Podrían tener mesas si el ayuntamiento permite más espacio respetando la proporción mesas/superficie del 50%", explica el Ejecutivo. A mediados de junio, además, sería el turno de apertura de discotecas y bares nocturnos, con un aforo máximo del 30%.

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