La hostelería recupera el 70% de las ventas prepandemia pese al golpe de ómicron

La hostelería ha cerrado el ejercicio 2021 recuperando un 70% de sus ventas prepandemia; es decir, un 30% por debajo de lo facturado en 2019. Así se desprende de los primeros datos que maneja la patronal Hostelería de España, que considera que el año merece una "valoración positiva" pese al gran golpe que ha supuesto en sus cuentas la llegada de la variante ómicron.

Tanto es así que, según sus cifras, durante el periodo navideño se ha producido una caída de la facturación cercana al 30% frente a 2019. Los bares y restaurantes españoles han vendido 3.500 millones de euros menos que entonces -pese a que preveían que esta cifra se situará en unos 2.000 millones-, como consecuencia de las numerosas cancelaciones y restricciones sobre el sector.

No obstante, "lo peor está por venir", explican desde la patronal hostelera, que apunta a enero como el mes en el que más se notará la caída de ventas de las semanas de Navidad. "El mes de enero tradicionalmente es muy malo para el sector, independientemente de la situación actual, pero se suma a un aumento generalizado de los costes, la sexta ola en pleno apogeo, restricciones en algunas comunidades...", cuentan desde la patronal

En lo que respecta a todo el ejercicio 2021, la caída se sitúa de media en 40.000 millones euros menos en ventas respecto al año 2019, cerca de un 30%. La recuperación ha sido notoria respecto al año 2020, cuando este descenso se situó de media en el 50%, pero es peor de lo previsto por los datos del último mes del año. Los dueños de los bares y restaurantes reconocen que ha habido "una recuperación importante con respecto a 2019. Es una valoración positiva, pero porque el verano fue bueno y octubre y noviembre también parecían seguir esa senda de recuperación. Pero se cortó de raíz".

Pese a lo que prevén registrar en el comienzo de 2022, con un mes de enero previsiblemente "nefasto", los hosteleros confían en que en este año "vuelva a producirse recuperación a partir del segundo trimestre". Sin embargo, aseguran, "la plena recuperación no será hasta 2023".

La hostelería sigue agarrada a los ERTE

En medio de esto, la hostelería sigue utilizando la herramienta de los ERTE para sus trabajadores, aunque las cifras ya son mínimas. La restauración y el alojamiento tenían a cierre de diciembre, en conjunto, 37.261 empleados en ERTE, más de un 30% de los 124.000 trabajadores que aún hay en España en esta situación, según los datos aportados por el Ministerio de Seguridad Social. Mientras restauración tenía en diciembre a 21.261 trabajadores acogidos a estos expedientes, en alojamiento la cifra desciende hasta 16.000.

Las cifras se sitúan ya muy lejos de las registradas en 2020. No en vano, en diciembre del año pasado eran 364.000 los trabajadores hosteleros acogidos a estos expedientes. Los empleados de bares, restaurantes y alojamientos que hoy se encuentran afectados por los ERTE no son mayoría, pero sí representan a una parte más afectada del negocio. "Se trata de empleados que no han podido incorporarse bien porque trabajan en zonas muy vinculadas al turismo extranjero, bien porque han tenido que volver al ERTE por las nuevas restricciones", explicaban a Vozpópuli fuentes del sector.

Aunque la afiliación en el sector se ha mantenido parecida entre 2020 y 2021, con cerca 1,5 millones de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, si ponemos el foco en 2019 el descenso de afiliación se sitúa de media en 139.000 empleados menos en restauración y otros 60.000 en alojamiento; es decir: España emplea a casi 200.000 personas menos en este sector que antes de que estallara la pandemia.

La recuperación del turismo extranjero también será esencial para la recuperación del sector, por su dependencia sobre todo en las islas y las zonas costeras. Por el momento, en base a los datos del INE, España recuperó en diciembre el 72% de los turistas internacionales llegados en diciembre de 2019, situándose por encima de los 3,3 millones. Aunque la mejora es evidente respecto al año 2020 -el año negro para el turismo-, está lejos de alcanzar los niveles prepandemia.