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Economía

Los hogares prescinden ya de los alimentos frescos: las ventas caen un 3% por la inflación

Fruto de la subida de precios en los supermercados, los consumidores acuden a hacer la compra buscando el mayor ahorro y el precio más económico

frescos La cesta de la compra sube un 15,2%, el mayor incremento en tres décadas
Compra en un supermercado. Pexels

La subida de precios en el supermercado está trayendo consigo cambios relevantes en la forma de hacer la compra de los consumidores. Tras varios meses con la marca blanca registrando niveles históricos, los análisis de las consultoras apuntan ya a otras dos tendencias llamativas: la caída del consumo de los frescos, por un lado, y la elección del producto más barato dentro de una misma categoría, por otro.

Sobre el consumo de frescos, los datos de IRI son claros: en un año, su consumo ha caído un 3,2%. Se trata de una caída que, en base a las cifras que maneja la consultora, está directamente relacionada con el incremento de precios de la categoría. Por ejemplo, el pasado septiembre los frescos aumentaron sus precios de media un 13%; en ese mes, la demanda de estos productos cayó cerca de un 3%, según los datos de IRI consultados por Vozpópuli. Algo parecido pasó en agosto: los precios de los frescos crecieron un 12%, y su demanda cayó un 2%.

En esta línea, aunque la subida de precios está afectado a todos los productos del supermercado, esta categoría (que incluye marisco, pescado, verduras y hortalizas) se está viendo más afectada que el resto del gran consumo, siendo los frescos la segunda categoría más destacadas dentro de la cesta, después de la alimentación seca. Como contraste, segmentos como los congelados ganan peso: según Aecoc, el 40% de los consumidores compra pescado envasado congelado y el 12% congelado a granel. 

Los frescos suben los precios: de la fruta al pescado

“El actual contexto está llevando a los consumidores a unos comportamientos de compra de austeridad que ya vivimos en los años 70 y 80 y que son resultado de una fatiga por la inflación”, explicaba este martes el director comercial de IRI Worldwide, Antonio Khalaf.

Como apuntan desde la patronal del gran consumo, estos comportamientos de compra serán más visibles en Navidad, cuando el consumidor tenderá a elegir productos más baratos dentro de una misma categoría: "Más carne de pollo, menos carne roja; más surimi, menos pescado fresco", resumía el presidente de Aecoc, Ignacio González. Para los fabricantes y distribuidores, en el último trimestre del año, y también en las fechas destacadas, los clientes penalizarán los productos de precio más elevado frente a los más asequibles. 

Los datos del IPC, publicados también este martes, confirman que la tendencia de los precios del supermercado es el incremento. En esta línea, los alimentos y bebidas no alcohólicas registran una tasa de crecimiento en octubre del 15,4%, un punto superior a la del mes anterior, y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994.

Si atendemos al aumento de precios por clases, los alimentos frescos tienen un espacio muy destacado. Así, el IPC recoge incrementos de los precios de los aceites (un 23,9% más caros que en octubre de 2021), el grupo de la leche, el queso y los huevos (21,9%), las legumbres y hortalizas (21,2%), la carne (12,5%), la fruta (11,8%), o el pescado y el marisco (11,6%).

En un análisis reciente de KPMG, la consultora vaticinaba que la búsqueda del ahorro en las compras empujará de forma directa a las grandes superficies y "tiendas low cost y discounters" -como pueden ser Aldi o Lidl. En medio de esta subida de precios, indican, los descuentos serán esenciales. "La especial sensibilidad al precio y a las promociones del consumidor en la actualidad se une a la existencia de stocks disponibles y un entorno competitivo complejo para los retailers, lo que podría generar una mayor agresividad en promociones y descuentos", resumían en su estudio.

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