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Ford ralentiza su apuesta en Almussafes y reduce un 40% la inversión en electrificación

Las dudas de Ford sobre el vehículo eléctrico están afectando a los planes de la fábrica valenciana, pero también a Estados Unidos, donde reducirá sus inversiones

Un empleado de Ford trabaja en la planta de Almussafes.

Las dudas de Ford en su proceso de electrificación siguen siendo evidentes y afectan tanto a la planta española de Almussafes, como a la nueva fábrica de baterías que está poniendo en marcha en Estados Unidos. La semana pasada, la dirección de Operaciones de la multinacional visitó la planta valenciana y sigue a la espera de conocer las inversiones y modelos eléctricos que se debieran producir en la factoría, en un momento delicado con mínima carga de trabajo y reducción de empleabilidad.

A mediados del año pasado el grupo automovilístico estadounidense confirmó que producirá en España sus dos nuevos vehículos eléctricos, basados en la plataforma de eléctricos GE2, pero sigue a día de hoy sin concretar ni el volumen de inversiones que destinará a la planta para acometer el cambio al eléctrico ni tampoco los modelos que ensamblará.

El último expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) acordado para la factoría por problemas en el suministro o falta de componentes se cerró en junio, mientras a finales de año concluirá los despidos acogidos al ERE, que dejarán la planta de Almussafes en 4.800 trabajadores.

La producción de Ford Almussafes se reducirá este año alrededor de un 10% respecto a 2022, con una fabricación estimada acumulada al finalizar diciembre de 218.855 unidades, que supone cerca de 23.300 vehículos menos, según las estimaciones sindicales.

Todo ello está generando gran preocupación no solo entre la plantilla de Ford Almussafes, sino también en el Gobierno valenciano. La consejera de Hacienda y portavoz del Gobierno valenciano, Ruth Merino, ya ha expresado su deseo de que Ford continúe con las inversiones previstas en su hoja de ruta hacia la electrificación pues, según ella, no le consta "de forma fehaciente" que estas se vayan a aplazar.

Pero para el sindicato UGT de la factoría, la empresa estaría estudiando dar un "cambio de paso" y "aplazar cualquier decisión que tenga que ver con inversiones" para la electrificación de la fábrica de Valencia, una sensación que les llega tras la visita que realizaron a Almussafes el director de Operaciones de Ford Motor Company, Kumar Galhotra, y su equipo de Estados Unidos.

"En cualquier caso, respetamos las decisiones que tenga que tomar la empresa pero desde luego nosotros, lo que queremos es que todas estas inversiones se lleven a cabo en el menor tiempo posible", ha señalado Merino.

12.000 millones menos en inversiones

Una indecisión en las inversiones a realizar en España que en Estados Unidos también se han dado y que han llevado decidir una reducción de un 40% en el tamaño y capacidad de la que será su primera planta de producción de baterías de litio-ferrofosfato (LFP) en suelo estadounidense, ya que la demanda de vehículos eléctricos es menor de lo inicialmente previsto.

El fabricante estadounidense declaró en un comunicado que BlueOval Battery Park Michigan, que está siendo construida en la localidad de Marshall, quedará reducida a una producción de 20 gigavatios hora (GWh) y una plantilla de 1.700 personas. Cuando la planta fue anunciada en febrero de este año, el plan era invertir 3.500 millones de dólares para crear 2.500 empleos y producir 35 GWh al año.

"Aunque seguimos siendo optimistas sobre nuestra estrategia a largo plazo de vehículos eléctricos (VE), estamos ajustando algunas inversiones", declaró la compañía, que confirmó que la planta empezará a producir baterías para modelos eléctricos en 2026.

El mes pasado, Ford anunció que recortará o retrasará unos 12.000 millones de dólares en inversiones destinados a la producción de vehículos eléctricos para ajustar sus planes a la demanda real.

El fabricante estadounidense está apostando en la tecnología de baterías LFP, que son entre un 10 y un 15% más baratas que las de litio-níquel-manganeso (NCM) que utiliza actualmente el fabricante estadounidense en sus vehículos, para abaratar los costes de los VE. Las baterías LFP reducen la necesidad de utilizar minerales escasos, como el níquel, y permiten ampliar de forma sustancial la capacidad de producción de baterías, el elemento que está restringiendo la fabricación en grandes volúmenes de los VE.

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  • M
    mperezga

    Buenos días, agradecería rectificasen el titular, la empresa es valenciana.