El dato de paro del mes de octubre proporcionado por el Ministerio de Trabajo este jueves sorprendió a la mayoría de los expertos y analistas. A diferencia de lo que suele ocurrir en otros octubres, cuando crece el número de desempleados tras la temporada estival, el paro descendió este octubre en 27.000 personas. Sin embargo, los mismos expertos apuntan que esta cifra está alterada por la reforma laboral, que desde la primavera de este año obliga a sustituir los contratos de muy corta duración por modalidades indefinidas.
Dentro de los indefinidos, están despuntando los fijos discontinuos, una modalidad que se acerca más a la temporalidad al entrar el contratado durante las épocas de menos carga de trabajo en un periodo de 'inactividad' en el que ni trabaja ni cobra y en el que incluso puede recurrir a la prestación por desempleo si ha cotizado lo suficiente. Entre enero y octubre se han firmado ya 1,93 millones de contratos fijos discontinuos, frente a los 212.000 que se habían acumulado en el mismo periodo de 2021.
La cuestión es que mientras se han reducido las contrataciones de muy corta duración y se han sustituido, en parte, por esta modalidad, con un crecimiento exponencial del fijo discontinuo; estas personas no se contabilizan como paradas en las estadísticas de Trabajo por el mero hecho de tener un contrato activo, aunque no estén trabajando.
El Ministerio de Trabajo, a través del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), introduce en otra 'casilla' (ocupados demandantes de empleo) a aquellos fijos discontinuos que, tras la temporada de verano, ahora estén inactivos y buscando otro empleo, lo que de alguna manera altera la cifra de paro y complica la comparación con otros años de la serie.
Sobre este punto ha alertado el economista Juan Francisco Jimeno: "Una reforma laboral que convierte a muchos temporales en fijos discontinuos necesariamente tiene que hacer bajar el paro registrado, aunque nada más cambie", comenta. En este sentido, considera "discutible" la perspectiva histórica y alerta que para valorar en justa medida la "bajada histórica" habría que tener en cuenta también la subida de los demandantes de empleo ocupados.
El 'cajón' de los fijos discontinuos
En el mes de octubre, los ocupados demandantes de empleo han pasado de las 845.806 personas en octubre de 2019 a 960.599 personas en octubre de este año. Es decir, 114.793 personas más. El problema es que en ese 'cajón' el Ministerio de Trabajo introduce a los fijos discontinuos que están buscando otro empleo a través del SEPE, pero también, por ejemplo, a aquellos afectados por un ERTE o simplemente ocupados al uso que buscan un trabajo mejor.
"Efectivamente, se aprecia un repunte significativo del número de demandantes de empleo ocupados, entre los que se encuentran los fijos discontinuos en periodo de inactividad. Sin embargo, el colectivo de demandantes de empleo ocupados incluye también a los trabajadores en ERTE, a los eventuales agrarios subsidiados, etc. Por tanto, no es posible asegurar que el repunte se explique exclusivamente por el pase a la inactividad de fijos discontinuos", explica Juan Ramón García, economista de BBVA Research.
Asimismo, desde Randstad Research también consideran que la firma de cientos de miles de contratos fijos discontinuos ha generado una ruptura en el comportamiento tradicional del paro registrado. "Un sector en el que se han firmado muchos de estos contratos es en Hostelería. Al finalizar la campaña turística de verano, miles de personas se quedan sin trabajo pero no sin contrato, al seguir vivo el fijo discontinuo. Y pasan a demandar empleo pero no con la categoría de parados", comentan.
En definitiva, para saber en qué medida la bajada de los parados y el aumento de los ocupados que buscan otro empleo se produce por un incremento de los fijos discontinuos que están inactivos tras la temporada de verano, habrá que esperar a que el Ministerio de Trabajo proporcione datos más desagregados en sus estadísticas.
