Las familias disparan un 460% la compra de deuda pública por el escaso interés de los depósitos

Se mantiene la euforia de las familias por la deuda pública. Los hogares dispararon un 462% la inversión en valores del Estado español en enero, sobre todo a través de las letras del Tesoro, que en los primeros meses de este año ofrecían rentabilidades cercanas al 3%. Atesoran 5.144 millones de euros, casi 4.300 millones más que en el mismo mes de 2022, lo que constata que la deuda pública se ha convertido en la alternativa a los depósitos bancarios.

La cifra de deuda pública en manos de las familias alcanza así récord desde el año del rescate financiero en 2012. En ese momento, llegaron a acaparar 5.450 millones, el 0,85% del total. La tardanza de los grandes bancos por remunerar los depósitos ha alimentado el apetito de los hogares por la deuda del Estado y propició en los primeros meses del año grandes colas a las puertas de distintas sedes del Banco de España.

La inversión en valores estatales también creció de forma notable en comparación con el mes anterior. Frente a diciembre el aumento fue de casi el 60%. según los últimos datos publicados por el Tesoro Público, actualizados a 31 de marzo.

Los hogares atesoran el 5% de las letras del Estado en busca de rentabilidad para sus ahorros y ante la resistencia de los grandes bancos por remunerar los depósitos"

Los hogares canalizan su apuesta por la deuda pública sobre todo a través de la compra de letras: tienen en sus manos 3.695 millones en este tipo de valores de tres, seis, nueve y doce meses. Es casi un 5% de las letras del Estado en circulación y que compara con apenas 16 millones de enero de 2022. En bonos y obligaciones, que son valores más a largo plazo, atesoran el resto, casi 1.500 millones.

Más intereses por las letras

El apetito por la deuda pública es una consecuencia directa del cambio de la política monetaria para aplacar la inflación. El ritmo histórico en la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), del 0% al 3,5% en apenas ocho meses, se ha trasladado al precio que paga el Estado por colocar su deuda entre los inversores. En las últimas subastas del Tesoro en marzo, el tipo de interés medio llegó a superar el 3% en los casos de las letras a seis, nueve y doce meses.

Pero el cambio de tercio en el BCE, que mantiene inalterado su objetivo de luchar contra la inflación pese a las amenazas de una crisis financiera, no ha tenido efecto en la remuneración de los depósitos, que los grandes bancos están retrasando para ganar más dinero. Pero esta resistencia terminará pronto, como anticipa el Banco de España. De momento, el tipo medio de los depósitos a hogares contrasta con el ofrecido en las letras: se remunera apenas un 0,86% de media por el tradicional producto de ahorro, según los últimos datos disponibles del Banco de España correspondientes a febrero.

La crisis del Silicon Valley Bank (SVB) y la de Credit Suisse obligarán a los grandes bancos a adelantar el pago de los depósitos, como publicó este medio. Algunas entidades ya han hechos movimientos en el pago del ahorro tras las tensiones financieras. Este es el caso de ING, que ha subido el interés que paga por los depósitos a 12 y 18 meses, hasta el 1,05% y el 1,25%, respectivamente, y de Openbank, el banco 100% digital de Santander, que paga un 2,75% a los nuevos clientes.

El BCE, el gran sostén antes del repliegue

El BCE se mantuvo en enero como el gran sostén de la compra de deuda pública antes del repliegue iniciado en marzo. El Eurobanco atesora 407.835 millones en valores del Estado español, el 33,24% de la deuda emitida. Mientras, los bancos españoles tenían 168.948 millones tras congelar la compra en plena polémica por el impuestazo. Se trata del 13,77% del total.

"Si se confirma el escenario base de las proyecciones de marzo, significa que seguimos teniendo trabajo por delante hasta asegurarnos de que se moderen las presiones inflacionistas”, dijo ayer Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. Un anticipo de que el BCE seguirá subiendo los tipos más allá del 3,5% en su cruzada contra la escalada incesante de los precios.