Economía

España no va como una moto pero Madrid ya es un Fórmula 1

La vuelta de las carreras a la Comunidad simboliza el éxito de la política económica de Ayuso. La fiscalidad, la seguridad jurídica y la predictibilidad para invertir han sido clave

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en la presentación del Gran Premio de Fórmula 1. EP

El regreso de la Fórmula 1 a Madrid es un símbolo de la exitosa política económica que ha desarrollado Isabel Díaz Ayuso y su equipo en la comunidad. Tras el Gran Premio de España, presentado este martes en Ifema, hay una forma de ver y entender la economía y la empresa. Un combinación de factores que ha convertido Madrid en la región más saneada del país y en la que más apetito inversor despierta. Estos son algunos de los ingredientes de la receta.

Desde que se instaló en el palacio de la Puerta del Sol, en agosto de 2019, Ayuso ha concentrado sus esfuerzos en marcar diferencias con el resto de autonomías. El primer paso fue promover una fiscalidad amable y atractiva para los ciudadanos y para las empresas. Las rebajas del IRPF o las desgravaciones para la compra de participaciones sociales en nuevas empresas son dos ejemplos.

En total, el Gobierno madrileño ha aprobado una veintena de rebajas fiscales en sólo cuatro años. En 2021, marcó un hito, convirtiéndose en la primera comunidad autónoma del régimen común de Hacienda sin impuestos propios.

En paralelo, el Ejecutivo regional ha metido la tijera a la burocracia, con el objetivo de fomentar la actividad empresarial. El resultado son 200 reformas aprobadas para eliminar progresivamente trabas regulatorias. Casi un milagro en un país como España, habituado a sufrir vendavales regulatorios. Un ejemplo, la patronal Anged identificó 32 nuevas normativas en 2022 sólo en el sector de la distribución.

Madrid avanza a contracorriente. El gabinete de Díaz Ayuso ha impulsado la Línea Abierta contra la Hiperregulación, que pretende simplificar lo máxmo posible el emprendimiento; o la Ley de Mercado Abierto, que reduce los trámites y las licencias para instalarse y operar en la Comunidad.

Precisamente, para atraer empresas a la región, el Gobierno autonómico dispone de más de tres millones de metros cuadrados de suelo industrial, y espacios para la actividad económica y la innovación en 51 municipios. El mismo objetivo se persigue con el impulso que Ayuso ha dado a Invest in Madrid. El organismo, dirigido desde septiembre por Luis Socías, ha acelerado las acciones para atraer capital extranjero a la comunidad. Las giras recientes en Estados Unidos o Argentina son dos ejemplos.

La Comunidad de Madrid ha recibido en los últimos cinco años una media de 24.401 millones de euros de flujos brutos de inversión extranjera directa anuales; es decir, un 71% de los flujos recibidos en toda España. La región atrae inversores y empresas de fuera, pero también de dentro. Hay un ejemplo significativo: como contamos en Vozpópuli, aún prosigue el goteo de sociedades que abandonan Cataluña y el principal destino receptor es Madrid, que lidera actualmente la creación de empresas a nivel nacional, con casi 70 al día.

El equipo económico

La estrategia económica se redacta en los despachos de la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo. La lidera con ímpetu Rocío Albert. Su equipo, con Daniel Rodríguez Asensio como viceconsejero, está tan alineado como lo estaba el del anterior consejero, Javier Fernández-Lasketty. El objetivo siempre ha sido común y lo marca Díaz Ayuso desde Sol. Se puede resumir en un 'claim': en Madrid no sobra nadie, ni el gran empresario que gana millones de euros ni el emprendedor que está arrancando y aspira -por qué no- a ganar los mismos millones.

Isabel Díaz Ayuso, junto a la consejera de Economía, Rocío Albert.EP

El equipo económico lleva a gala que en la Comunidad de Madrid hay predictibilidad y seguridad jurídica de cara a la inversión y el emprendimiento. También presume del elevado grado de colaboración público privada existente, cimentado en una acción de gobierno basada a su vez en principios y valores liberales.

El resultado de la estrategia salta a la vista. Por un lado están los grandes indicadores. Al cierre de 2023, Madrid era la CCAA con mayor peso en el PIB nacional (19,7%) y con la mayor renta per capita (38.435 euros), según los datos oficiales del INE. La Comunidad también creó el pasado año el 25% de los 539.740 empleos generados en España, y aparece siempre entre las mejor situadas en los ránkings regionales de deuda y de déficit.

Luego están los marcadores menos conocidos. Por ejemplo, Madrid es la comunidad con más capacidad recaudatoria; es decir, la más eficaz a la hora de transformar en liquidez los derechos de cobro. Así lo refleja Equipo Económico (EE) en un exhaustivo informe publicado el pasado año. Ese trabajo sitúa a la región madrileña como la menos apalancada en términos financieros. Otro indicador significativo: Madrid es una de las CCAA que menos personal público emplea, respecto al número total de ocupados.

Este dato es un indicador puro de eficiencia, una virtud que no abunda, precisamente, en otras autonomías y menos aún en el Estado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, carece de argumentos para sustentar, como afirmó en junio, que la economía española "va como una moto", cuando arrastra desequilibrios perennes como el elevado paro (sobre todo el juvenil), disimulado gracias al maquillaje de los empleos fijos discontinuos; o una deuda pública galopante, por encima ya de la de Portugal, que con otro gobierno socialista ha sabido enderezar con tino el rumbo de la economía. Madrid, mientras tanto, avanza a la velocidad de un Fórmula 1. Y tendrá su Gran Premio.

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