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Economía

Trabajadores en ERTE de las plantas españolas de PSA podrían ir a las de Francia

Trabajadores en ERTE de las fábricas españolas de PSA podrían ir a desarrollar su labor a las fábricas francesas del grupo.

Las fábricas de PSA en Europa van cogiendo ritmo de producción poco a poco, aunque algunas a mayor velocidad que otras. En Francia, concretamente en la planta de Hourdain, están alcanzando niveles de plena producción ante la fuerte demanda de furgonetas y va recurrir a empleados de otras fábricas del grupo en Europa actualmente inmersas en un expediente de regulación temporal de empleo para aumentar los turnos de trabajo. La semana próxima lo hará con trabajadores de una planta en Polonia, y se plantea hacer lo mismo con otros empleados de España y Portugal.

El grupo automovilístico francés ha señalado desde el lunes próximo empezarán a trabajar en Hourdin, al norte del país, 120 empleados procedentes de Gliwice, en Polonia, y su número debe incrementarse la semana siguiente. El objetivo es de aquí a mediados de julio constituir un tercer equipo que se añada a los dos que ya están en funcionamiento, y eso necesitaría en total unas 500 personas, para lo cual es posible que acudan también otros asalariados desde plantas españolas como las de Zaragoza o Madrid.

La alta demanda de furgonetas ha llevado a PSA a reforzar sus plantas en Francia.

Esos trabajadores, que irían siempre voluntariamente, tendrían el estatuto de desplazados, con el salario de sus colegas de Hourdain y con gastos de desplazamiento o alojamiento cubiertos por la empresa. En esa factoría del norte de Francia hay 2.000 empleados de plantilla con contrato indefinido, a los que en tiempo normal se añadían otros 500 con estatuto interino pero que desde el inicio del confinamiento ya no están en activo.

Tras las ocho semanas de parón por el confinamiento, se ha reanudado la actividad de forma progresiva, con protocolos más estrictos y con solo dos de los tres turnos, de forma que de sus cadenas de montaje salen unos 330 vehículos, en lugar de los 580 que se producían antes de la crisis. Eso no es suficiente para los pedidos acumulados y los plazos de entrega de las furgonetas son muy largos. Por eso PSA ha decidido acelerar la cadencia y para eso recurre a trabajadores que en otras fábricas están en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Eso mismo ya se hace también entre otras plantas francesas de la compañía, y así hay trabajadores de la de Poissy, situada en la región de París, que trabajan en la de Rennes (en Bretaña, al noroeste), y otros de Mulhouse en la de Sochaux, ambas muy próximas, al noreste de Francia.

Dudas en la fusión PSA y FCA

Por otro lado, las dudas surgidas a raíz de que varias informaciones hayan apuntado a que los reguladores antimonopolio de la Unión Europea (UE) tienen dudas de la fusión con la francesa PSA ha hecho que la cotización de Fiat Chrysler en la Bolsa de Milan haya caído casi un 6% en esta última semana después de conocerse esta noticia. De momento no ha habido ninguna comunicación oficial ni de la Comisión Europea (CE) ni de los grupos automovilísticos, pero los medios de comunicación italianos señalan que la CE podría abrir este próximo día 17 de junio una segunda investigación sobre esta operación entre las dos compañías, que podría durar hasta 4 meses.

Las dudas de los reguladores antimonopolio se encuentran en la alta capacidad de penetración de los dos consorcios en el mercado de los vehículos comerciales ligeros. FCA y PSA comunicaron en octubre la voluntad de fusionarse para constituir el cuarto fabricante mundial de automóviles, con sinergias estimadas en 3.700 millones de euros (más de 4.000 millones de dólares) anuales, ventas de 8,7 millones de unidades (el 9,5 % del total global) y una capitalización de unos 45.000 millones de euros (48.800 millones de dólares).

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