Endesa logra su objetivo y pierde medio millón de clientes con la tarifa regulada de luz

Endesa lanzaba un órdago comercial ante el descontrol de los precios de la luz. La eléctrica que dirige José Bogas, al igual que rivales como Iberdrola, Naturgy o EDP, apostaba por un descuento en el consumo de luz para incentivar a los clientes a abandonar “la incertidumbre” de la tarifa regulada y que se decantasen por “la estabilidad” de su oferta del mercado liberalizado.

Y sus datos del tercer trimestre reflejan que esta estrategia comercial se ha logrado. Endesa pierde desde el pasado 31 de diciembre más de medio millón de clientes de electricidad acogidos a la tarifa regulada. En concreto, 602.000 hogares abandonan esta opción y su cartera de estos clientes está en los 3,77 millones, un 13,8% menos que en el cierre de 2021. 

Unos clientes que, como esperaban, se han desplazado al mercado libre. La eléctrica cierra septiembre con 6,8 millones de clientes con esta modalidad, un 15,7% más que suponen aumentar su cartera en esta partida en un millón de hogares. Una evolución comercial de la que Endesa saca pecho porque considera que le ha permitido mover a sus clientes hacia opciones mejores y captar consumidores nuevos de otras comercializadoras. El éxito de la estrategia se achaca en la compañía tanto al descuento lanzado en verano como al ‘miedo’ generado por el descontrol de los precios mayoristas de la electricidad desde el año 2021. 

La salida de clientes de la tarifa regulada PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) y el aumento de la cartera del mercado libre refleja un incremento total de 320.000 clientes de electricidad, que es un 3,1% más de los que tenía al cierre del último año, hasta los 10,57 millones. Esta estrategia también le ha permitido mejorar su relación entre los ingresos por ventas de electricidad anualizados y el número de puntos de suministro de electricidad, desde 1.400 euros a los 2.300 euros. 

“Ahora, más que nunca, la estrategia comercial de la compañía se basa en proteger a los consumidores con tarifas estables en el mercado libre, sin permanencia y con precios competitivos ante un incremento sin precedentes del precio de la electricidad en el mercado diario”, detallaba en verano Endesa con su oferta. “Y es que, de hecho, con este descuento en tarifas del mercado libre los precios de la energía mejoran las condiciones respecto a cualquier factura mercado regulado”, añadía. 

Endesa e Iberdrola prefieren el mercado libre

Los clientes del mercado libre son más atractivos para grandes eléctricas como Endesa e Iberdrola. Esta alternativa permite a las comercializadoras aplicar descuentos, combinar suministros (luz+gas). Por su parte, los hogares que se decantan por esta alternativa optan por precios fijos de energía durante 12 meses, en contraste con la variación horaria de los precios del pool al que se expone con el mercado regulado. Hay tarifas que ofrecen una cuota fija para pagar todos los meses lo mismo, con un precio único para no depender de los horarios, u otras que se adaptan a los horarios, hábitos y estilos de vida.

Y esta alternativa es la que más ha seducido durante la crisis de precios. Según los datos de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), el número de consumidores que pasaron de la tarifa regulada (PVPC) al mercado libre fue de 1.250.000 clientes en 2021, frente a los 575.000 en 2020 y los 660.000 en 2019.

En octubre de 2021, alrededor del 60% de los consumidores eléctricos – unos 18 millones de consumidores frente a un total de 29 millones- (60% del consumo total) disponían de un contrato de suministro a precio fijo, lo que les permitió mantener los precios acordados hasta la fecha de revisión de sus contratos. Por el contrario, un 40% de los consumidores con contratos indexados al precio del mercado al contado (un 40% del total) o en tarifa regulada, PVPC, habrían experimentado un incremento del precio del 45% en 2021 (229 euros más con respecto a 2020 para un consumidor medio).

Bono social y reforma

Endesa tiene la obligación de seguir dando el servicio del mercado regulado. La eléctrica es una de las pocas que designadas por el Gobierno para ofertar la Tarifa de Último Recurso (TUR), ahora llamada PVPC. La compañía debe atender a los consumidores vulnerables acogidos al último recurso o aquellos clientes que se quedan sin comercializadora por su quiebra, algo muy habitual en los últimos meses. 

La tarifa regulada, además, está en pleno proceso de revisión para tener un nuevo esquema tarifario a principios de 2023. Otro condicionante para las compañías para reducir su exposición a este negocio regulado. No obstante, según comentan con este medio desde el sector, se espera que el mecanismo ibérico haya provocado cierta atracción de los clientes por esta modalidad y habrá que ver si, a cierre de 2022, esta tendencia no se ha corregido.