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Cabify pidió 61.700 licencias VTC el mismo día que el Gobierno aprobó su blindaje a los taxis

Mariano Silveyra, general manager de Cabify España

La sentencia del Tribunal Supremo hecha pública el pasado lunes pone fin y, sobre todo, añade seguridad jurídica al sector de los taxis y las VTC que ha vivido muchos vaivenes en los últimos años. Pero también deja sin efecto la posibilidad de obtener nuevas licencias de VTC aprovechando una veta en la legislación y tal y como se había producido desde 2013. Pero el mismo día 20 de abril de este año, mientras el Consejo de Ministros aprobó la protección extra al sector del taxi al elevar a real decreto ley el real decreto de 2015 que regulaba el sector, Cabify arrolló a la dirección de Transportes de la Comunidad de Madrid con peticiones de licencias.

Según documentos de la Consejería de Transportes, Vivienda e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid a las que ha tenido acceso Vozpópuli, Cabify solicitó 60.700 licencias el mismo 20 de abril para cubrirse ante la posibilidad de que se liberalizara el sector de las licencias competidoras del taxi. Lo hizo a través de su matriz Maxi Mobility Spain S.L. -que hizo 45 solicitudes, algunas de ellas para tener 1.000 licencias, otras para tener 50 y una sola solicitud de 29.500 licencias- y a través de Vector Ronda Teleport S.L., otra de sus filiales destinada a gestionar licencias VTC, que solicitó 1.000 licencias en 20 órdenes de 50 cada una. En total, 61.700 licencias VTC solicitadas por Cabify según los ficheros oficiales de la CAM.

Estas licencias, que la justicia ha estado adjudicando a quienes las han solicitado a coste casi 0 (tan sólo el coste de la gestión legal), tienen un precio actualmente en el mercado en la Comunidad de Madrid entre los 30.000 y los 90.000 euros aproximadamente. Por tanto el beneficio por las mismas para Cabify sería millonario.

Las licencias, obtenidas gracias a la justicia a coste casi 0, pueden revenderse por más de 30.000 euros

La compañía relacionada con el fondo Seaya Ventures (fundado por la hija del presidente de BBVA, Beatriz González, y que también ha invertido en Glovo, HundredRooms o Spotahome) fue sin duda la que lideró las peticiones de licencias, que hubieran inundado el mercado de concederse todas dado que en la Comunidad de Madrid hay actualmente 15.484 licencias de taxi y 3.927 de VTC.

Pero esta empresa no ha sido ni mucho menos la única en pedir licencias antes de que cambiara la normativa. Otras compañías del sector, como Rent a Van MB Iberica SL, Cibeles Comfort Cars que solicitó 81, y un número importante de particulares.

Licencias rechazadas

La Comunidad de Madrid ha rechazado, sin embargo, todas las peticiones solicitadas el mismo día en que se conocía definitivamente que el Ministerio de Fomento de Íñigo de la Serna optaba por proteger al sector con lo que fue considerado por muchos como una 'cacicada' para evitar los recursos de la CNMC de José María Marín Quemada. Las primeras fueron rechazadas el día 25 de abril y las últimas lo han sido el 16 de mayo. Esto es un procedimiento habitual, pues lo que ocurría hasta ahora es que los solicitantes de licencias recurrían a un tribunal contencioso-administrativo la decisión administrativa de la Comunidad de Madrid (también ha ocurrido este caso en la Generalitat de Catalunya) y la justicia acababa dando las licencias por vía judicial.

Este camino habría quedado cerrado según opinan fuentes jurídicas, por lo que aparentemente ya no se concederán más licencias por vía judicial. Sin embargo, desde 2013 hasta ahora el negocio de las VTC ha sido muy lucrativo para un buen número de agentes que han aprovechado la coyuntura.

Desde 2013 hasta ahora el negocio de las VTC otorgadas por la justicia ha sido muy lucrativo para unos pocos inversores

Desde Cabify se ha reconocido, como ya se hizo en su momento, haber solicitado las licencias. "Cabify es una agencia de viajes. Su objetivo es poner en contacto a aquellos profesionales y empresas de transporte titulares de coches y licencias VTC y a personas que quieren desplazarse en la ciudad". De hecho, una de sus principales actividades desde que está implantada en España ha sido precisamente hacer negocio con las licencias VTC. Por ejemplo, la compañía registró en septiembre de 2015 empresas para tener VTC una de las cuales, Yirmi Fiesta Omnibus, fue vendida posteriormente a Jaime Castellanos y a la sazón se ha convertido en la aliada de Uber en Barcelona.

Pese a que han utilizado esta situación en la que los que han dispuesto de información privilegiada se han beneficiado, desde la compañía española se asegura que "no especulamos con las licencias VTC".