Casi el 40% de los nuevos empleos indefinidos son solo por horas

Encontrar un empleo en España es difícil, pero conseguir un trabajo estable con un contrato indefinido se ha convertido en una auténtica odisea, que llega a casi lo imposible si se pretende conseguir un puesto con una jornada completa. Según los datos del Ministerio de Trabajo, el 38% de las contrataciones fijas realizadas en lo que va de año son a tiempo parcial, es decir, casi cuatro de cada diez nuevos empleos fijos son solo por unas horas.

Así, de los 1,2 millones de contratos fijos formulados en los ocho primeros meses del año (de un total de 11,9 millones de contrataciones en este periodo), casi medio millón (467.241) son a jornada parcial, aumentando la precariedad también en lo que hasta ahora se consideraba empleo estable. Lo que significa que muchas empresas han aumentado su desconfianza pese al efecto rebote de la recuperación económica. Todavía tienen muchas dudas por el desenlace de la quinta ola o de la que pueda sobrevenir mientras que, a poco más de tres meses de que acabe el año, no se percibe efecto alguno del Plan de Resiliencia de Sánchez con las ayudas europeas por medio para salir de la crisis.

Por si fuera poco, un tercio de estos contratos fijos de solo unas horas (más de 155.000) proceden de conversiones de empleos temporales que, una vez agotado el plazo legal establecido de encadenamiento continuo, tienen que convertirse en indefinidos o en aumentar los parados después de haber formado a los trabajadores.

Es decir, aunque la diferencia entre un contrato indefinido y otro temporal es una indemnización algo más elevada en caso de un despido improcedente, imperceptible por otra parte con los sueldos actuales, muchas empresas evitan establecer un compromiso laboral futuro cierto con un contrato indefinido a jornada completa que es lo que pretenden los demandantes de empleo. Optan por quedarse con el trabajador canjeando su empleo temporal (con jornada completa en la mayoría de los casos) por uno fijo pero a tiempo parcial.

Muchas empresas han aumentado su desconfianza y evitan establecer un compromiso laboral futuro con un contrato indefinido a jornada completa

De esta forma, a la espera de que mejore la situación, se ahorrará cotizaciones y sueldos y, en caso de decidir su posterior despido, será más cómodo y barato. Es lo que hay y lo que ofrece el actual modelo productivo. Esta modalidad es la que más tirón tiene ahora. El otro 67% restante de contratos fijos a tiempo parcial (más de 315.000) son iniciales, es decir, no proceden del empleo temporal sino que se ofertan directamente. Es una forma de repartir el empleo que hay o que va saliendo, algo que no sucede por ejemplo en las Administraciones Públicas donde apenas existe la contratación por horas.

A medida que ha ido avanzando el año, reduciéndose los efectos de la pandemia con la reactivación de la economía y del sector de los servicios, se ha acentuado la contratación parcial indefinida. Por ejemplo, de los 118.895 contratos fijos totales que se hicieron en agosto (22.710 más que hace un año con un crecimiento del 24%), unos 44.300 fueron por unas horas (el 57% corresponde a mujeres) con un crecimiento del 21% (7.600 más) respeto al mismo mes de 2020. De ellos, casi 15.600 procedían de una conversión de uno eventual.

Contratos a tiempo parcial

Que la contratación por horas sigue en auge en estos momentos de incertidumbre se confirma con el siguiente dato: si sumamos los contratos parciales totales de este mes (44.315 fijos más 429.179 temporales) sale que se realizaron un total de casi 474.000 contrataciones por horas mientras que en el acumulado anual hasta agosto la cifra supera con creces los cuatro millones. En términos relativos sale un dato preocupante: se hacen ahora más contrataciones por horas en los empleos indefinidos (38% del total) que en los temporales (33%). En todo caso, la contratación indefinida total (a jornada completa y parcial), solo representó en agosto el 8,4% de los 1,4 millones de contrataciones que se realizaron frente al 8,6% en 2020 en plena segunda ola de la pandemia. Se trata de uno de los porcentajes más bajos conocidos.

Una modalidad en auge

El empleo por horas es una fórmula que funciona en la UE. La diferencia con España es que en los países vecinos es un trabajo voluntario (en muchos casos para complementar el salario principal de la unidad familiar) mientras que aquí es lo que único que se ofrece en muchos casos. Este reparto del empleo existente en el sector privado (en un mismo puesto puede haber dos o más personas) ha sido promovido por todos los Gobiernos, sobre todo en crisis, ya que en la estadística oficial aparece como si se tratara de uno a tiempo completo (en los datos de empleo de la Contabilidad Nacional no se tiene en cuenta). Sirve para edulcorar las cifras oficiales del mercado laboral.

Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), ahora hay casi tres millones de este tipo de empleos, lo que representa uno de casa seis ocupados. Sin embargo, si solo tenemos en cuenta a los asalariados privados, sale que casi uno de cada cuatro trabajadores del sector privado tiene un contrato a tiempo parcial.

Hasta 2015, un empleo a tiempo parcial (indefinido o temporal) suponía tener menos posibilidades a la hora de acumular días cotizados para una futura pensión. Había que cotizar el doble de tiempo o más para acumular un día. Pero, una sentencia del Tribunal Constitucional modificó el cómputo y un día con empleo por unas horas se considera un día cotizado. Pero, al ser inferior el sueldo, lo es también la Base Reguladora y por tanto afecta a la carrera hacia la pensión. Por eso, la situación es más complicada para los trabajadores que se contraten con esta fórmula por encima de los 50 años de edad. Algo similar sucede con las cotizaciones por desempleo, es decir, estos empleados cobrarán menos paro porque sus cuotas con menores.

Un tercio de los nuevos contratos fijos a tiempo parcial (más de 155.000) procede de conversiones de empleos temporales

Según los datos de última la Encuesta de Estructura Salarial publicada por el INE de 2019, es decir, antes de la pandemia y del 'boom' de esta modalidad (todos los Gobiernos la han favorecido para edulcorar las cifras), un trabajador a tiempo completo ganaba de media 28.412 euros mientras que uno a tiempo parcial solo llegaba a los 11.395 euros, un 60% menos. Desde 2008, primer año de la gran crisis, ese sueldo medio de los empleados con ocho horas diarias de trabajo ha crecido un 18% mientras que el de los trabajadores a tiempo parcial solo ha aumentado un 11,7%.

En la ganancia media por horas es dónde se observa con más nitidez las diferencias salariales ya que los que tienen empleo a jornada completa obtienen 16,6 euros por cada hora trabajada mientras que empleados parciales se quedan en 11,7 euros. Además, un empleado parcial no puede sumar más ingresos ya que no puede hacer horas extraordinarias, aunque sí puede realizar horas complementarias si el empresario se lo pide pero no pueden superar el 30% de la jornada normal completa. El sector de los servicios es el que más trabajo parcial contrata, en particular la hostelería y el comercio, pero también es ya habitual en el resto de actividades, como la industria o la construcción.