Correos analiza su cartera de inmuebles para vender o alquilar “los que ya no son útiles”

Correos analiza su cartera de inmuebles para desprenderse de parte de ellos. La compañía pública de mensajería quiere poner en venta o alquiler aquellos que "ya no son útiles" para su actividad, en un momento en el que ha puesto en marcha nuevos negocios como el de Correos Frío, dedicada al transporte refrigerado, o Correos Market, la tienda online de empresas españolas y productores artesanos diseñada por la compañía.

La empresa que dirige Juan Manuel Serrano ha lanzado una licitación para contratar un servicio de asistencia técnica para realización de informes de valoración de activos inmobiliarios, por cerca de 40.000 euros. En el pliego del contrato, que ha sido consultado por Vozpópuli, Correos explica que la empresa cuenta un patrimonio inmobiliario para la realización de las labores propias de su actividad mercantil y de negocio. "Sin embargo, debido a nuevas necesidades operativas es necesario la adquisición o arrendamiento de nuevos inmuebles para el desarrollo y mejora de la actividad mercantil propia de Correos", explica.

La compañía considera que, "por la misma razón, algunos de los edificios actuales de Correos ya no son útiles para la actividad y, en consecuencia, la mejor opción es la venta o el alquiler de los mismos a terceros". En esta línea, los servicios que la empresa pública quiere contratar son la realización de informes de valoración de activos inmobiliarios de Correos, "tanto de compra/venta como de importes de renta (arrendador/arrendatario), ya sean de inmuebles propiedad y/o alquiler por parte de Correos o de otros donde Correos pudiera desarrollar su actividad en un futuro próximo". Estas valoraciones, recoge el pliego, tienen que ser realizadas "por técnicos competentes" pertenecientes a una Sociedad de Tasación que esté homologada por el Banco de España.

Serán objeto de informe locales comerciales y oficinas -unos 55 casos estimados, según Correos-, naves industriales -hasta 17-, edificios construidos -unos 35-, fincas rústicas y urbanas e incluso viviendas unifamiliares -3- y en propiedad horizontal -80-. El presupuesto base de licitación es de 41.507,84 euros, IVA incluido. El plazo máximo de ejecución del contrato es de 24 meses.

No es la primera vez que Correos examina su cartera inmobiliaria para tasarla. Como contó este periódico, hace unas semanas la compañía pública adjudicó a Savills la valoración de más de 500 inmuebles de la compañía en toda España, con el objetivo de que la consultora inmobiliaria que realizara un análisis pormenorizado de cada uno de los edificios, para poder obtener una estimación del precio actual de cada uno.  En el pliego de aquel contrato, Correos avanzaba que se solicitará al licitador "dentro de este expediente un informe global de la valoración de los 554 inmuebles, evolución de los valores respecto al año anterior, análisis por mercados, zonas... ".

El interés de Correos por deshacerse de inmuebles que "ya no son útiles" se corresponde con el cambio de estrategia que la compañía está llevando a cabo en su última etapa, relacionado con otorgar mayor relevancia a los negocios externos a los que se ha lanzado recientemente, como es el caso del transporte refrigerado o el supermercado online, entre otros.

Correos vende sus edificios históricos

Con estas operaciones de venta o alquiler de inmuebles, la empresa busca también generar liquidez. A cierre del ejercicio de 2021, que concluyó con unas pérdidas de 105 millones de euros, la compañía pública vendió su sede en Valencia por 24 millones de euros a la Generalitat Valenciana. Los edificios históricos han sido los que han protagonizado estas operaciones en los últimos años. De hecho, este mismo gobierno autonómico también se hizo con los edificios de Correos ubicados en Castellón y Elche, y a finales de enero ha hecho oficial la adquisición del edificio de la empresa Alicante por 4,9 millones de euros.

Ya hace un año, los sindicatos mayoritarios en la empresa, CCOO y UGT, criticaron estas operaciones: "Serrano pretende justificar la venta y posterior alquiler de parte de los edificios históricos del patrimonio de Correos por motivos puramente operativos, pero no puede ocultar la realidad: forma parte del desmantelamiento general de la empresa, al que se opone el 76% de la plantilla", denunciaban.