Quantcast

Economía

Calviño camufla la caída del sector privado en los últimos meses con el 'tirón' del público

El sector público amortiguó la caída del empleo y el PIB privado a finales de 2022. Desde Economía aseguran que el perfil trimestral es "muy volátil" y hay que observar el "sólido" crecimiento anual

Calviño
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. Europa Press

La economía y el empleo en el sector privado sufrieron un fuerte frenazo durante la segunda mitad del 2022, incluso con contracciones en la última parte del año. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que sin el 'tirón' del sector público, el PIB habría entrado en terreno negativo en el cuarto trimestre y la destrucción de empleos habría sido superior a la que se produjo, por encima de los 100.000 puestos de trabajo.

Sin embargo, en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que lidera Nadia Calviño ponen el foco en el fuerte crecimiento anual del 5,5% (una gran parte generada en 2021) y restan importancia a la caída trimestral del sector privado y al posible agotamiento de la expansión económica del periodo poscovid.

"En general, la recuperación de la economía desde primavera de 2021 está liderada por el sector privado. El gasto en consumo, la inversión y la actividad de las empresas lo muestra. Y el perfil trimestral ha sido muy volátil en gran parte del año", destacó este miércoles el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García, al ser preguntado sobre este asunto durante su comparecencia en un evento organizado por el Consejo General de Economistas.

Acerca de este perfil trimestral, García explicó después que este año "hemos tenido factores muy anómalos, como el paro del transporte en marzo, lo que hizo que el segundo trimestre fuera muy alto y eso tiende a hacer que los siguientes sean más bajos. Por eso el mejor análisis es el anual e interanual".

En el terreno anual, la economía superó las expectativas en 2022 con un repunte del 5,5% en 2022. Sin embargo, este dato tiene matices. España habría crecido un 3,6% aunque la actividad no hubiera avanzado nada en el año gracias al efecto arrastre de 2021. También se preguntó por esto al secretario de Estado: "Esto del efecto arrastre no es que de repente te caiga crecimiento del cielo y lo sumes al año", respondió.

Sin embargo, los economistas consultados por este medio sí consideran que este efecto "exagera un poco la dinámica real de crecimiento que ha habido en el año", con un único repunte significativo, el del segundo trimestre (2,2%). Como referencia del crecimiento en 2022, consideran más "indicativo" observar la tasa interanual del cuarto trimestre del año, que según los datos del INE fue del 2,7%. 

En todo caso, los resultados avanzados por el INE sobre el cuarto trimestre, que inspiran las previsiones de los analistas, "pueden sufrir modificaciones importantes en posteriores estimaciones", tal y como advierte el Instituto, pues "por cuestiones de calendario, la información disponible en el momento de la elaboración de este avance era menor que en ocasiones anteriores".

Optimismo para 2023

De cara a 2023, no se espera que este efecto arrastre tenga tanto impacto en la media anual. En este sentido, el consenso de analistas está proyectando un crecimiento de alrededor del 1,3%. Se espera que el PIB tenga una evolución trimestral nula o muy moderada en el primer trimestre, en línea con el último de 2022, y avance con algo más de fuerza en los siguientes.

Desde CEOE han advertido ya del deterioro de las expectativas de empresas y familias, que se refleja en la demanda interna. Ésta sufrió una notable contracción en el cuarto trimestre de 2022, tanto en términos de consumo privado (-1,8%) como de inversión (-3,8%).

Recientemente, antes de publicarse los últimos datos del INE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado una décima su previsión para España, hasta el 1,1%. De hecho, de las grandes economías de la Unión Europea, es en la única en la que el FMI ha recortado sus expectativas. En Alemania e Italia las ha aumentado, y en Francia las ha mantenido estables.

En el Ministerio mantienen su previsión económica para 2023, con un crecimiento previsto del PIB del 2,1%; una proyección que, reconocen, está por encima de la de los organismos nacionales, privados e internacionales. "Con el comportamiento que tenemos de 2022 y perspectivas de 2023, estamos cómodos con ese dato", sentencian en estos días desde Economía.

"2023 seguirá siendo un año incierto, pero partimos de una base muy sólida y más confianza por parte de los agentes económicos. La economía española está en una mejor posición que otros países del entorno por las infraestructuras gasísticas, la respuesta energética y la estrategia de política económica", destacó esta semana el secretario de Estado de Economía.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.