Tomás Olivo maniobra en busca de aliados para aterrizar en el consejo de Unicaja

El empresario Tomás Olivo maniobra para desembarcar en el consejo de Unicaja. El conocido como rey de los centros comerciales se ha citado con algunos de los consejeros del banco andaluz antes de pedir oficialmente su entrada en el máximo órgano de gobierno, según trasladan a Vozpópuli fuentes conocedoras. Olivo se convirtió recientemente en el segundo mayor accionista de la entidad, con una participación superior al 9%.

La intención de Olivo, según las fuentes consultadas, es la de conocer personalmente a algunos de los consejeros que conforman el núcleo duro de accionistas de Unicaja (la Fundación Unicaja y los dueños de Mayoral).

El empresario murciano, dueño de casi una decena de hoteles y conocido por sus negocios en Marbella durante la etapa de Jesús Gil como alcalde, lleva tiempo buscando un representante que cumpla con los criterios del Banco Central Europeo (BCE).

Olivo es consciente de que no lograría pasar el examen de idoneidad del supervisor único para ocupar un sillón en el consejo como dominical. De hecho, el empresario se sentó en el banquillo de los acusados hace unos meses en el último juicio por corrupción por la gestión urbanística en Marbella durante los años 90.

Varios intentos

El rey de los centros comerciales lleva varios meses queriendo entrar en el máximo órgano de gobernanza de Unicaja. Tras un intento fallido para comprar acciones del fondo Oceanwood, aprovechó la salida de Ernesto Tinajero, empresario mexicano afín al exconsejero delegado Manuel Menéndez, para adquirir más de un 2% de sus títulos y amasar una participación por encima del citado 9%.

Superar este umbral no es casual, ya que supera la posición de los dueños de Mayoral, que controlan alrededor de un 8,5% y cuentan con una silla en el consejo.

"Estaba previsto que el empresario murciano solicitara de forma oficial su entrada en el máximo órgano de gobierno de Unicaja este mes, aunque algunas fuentes lo posponen para los primeros meses de 2024

Entre algunos de los consejeros hay dudas de cuáles son las intenciones reales de Olivo en la entidad, como indican fuentes internas. En un principio se da por sentado que pediría de forma oficial su entrada en el consejo antes de que finalizara este año, aunque algunas fuentes creen que se aplazará al menos hasta enero.

La sucesión de Manuel Azuaga

La sucesión del presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, facilitaría desbloquear la entrada de Olivo. El BCE quiere cerrar a toda costa la crisis de gobernanza que arrastra Unicaja desde 2021 tras la fusión con Liberbank y exige que el sucesor sea un fichaje de un independiente, cuando dentro de la casa se da como favorito a Antonio Carrascosa, exdirector general de Frob y que forma parte del consejo como independiente desde el pasado verano.

Pero el supervisor único también presiona para que la vacante de Oceanwood, que se sentaba como dominical, la ocupe otro independiente, con lo que ocho de los 15 miembros del consejo tendrían esta condición.

"Olivo puede hacer valer que tiene más participación que otros consejeros, como los dueños de Mayoral, que se sientan en el consejo, lo que sería contrario al derecho societario

Ahí es donde se librará la batalla del empresario Olivo, que tiene que intentar convencer al BCE para sentar a un representante pese a sus causas judiciales pendientes. Y se guarda la bala de que impedir su desembarco puede chocar con el derecho societario al contar el consejo con dominicales con menos participación que el rey de los centros comerciales, como apuntan fuentes financieras.

“Está bien que el BCE quiera más independientes, pero al final los que ponemos el dinero somos otros”, resuena desde hace semanas en los entornos de varios de los grandes accionistas de Unicaja.