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BBVA alerta a los inversores: la inestabilidad política amenaza a la economía española

Dedica un apartado entre los factores de riesgo exclusivamente a la situación en Turquía, en donde ha sufrido un golpe contable de 400 millones en 2023.

BBVA
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de BBVA, Carlos Torres Vila, en la sede del banco.

Primeros avisos del coste de la inestabilidad política. BBVA alerta ante los inversores de que la incertidumbre política y económica ha crecido en España a raíz de las elecciones generales del 23 de julio, que han abierto un periodo de inestabilidad por los pactos entre el Gobierno y los partidos independentistas. Como prueba de fuego, los Presupuestos de 2024, que se han prorrogado de forma automática por la falta de apoyos.

“En España, la incertidumbre política, regulatoria y económica ha aumentado desde las elecciones generales de julio; existe el riesgo de que las políticas puedan tener un impacto adverso en la economía”, recoge BBVA en las cuentas anuales consolidadas de 2023. Es el primer banco en ser tan explícito sobre la situación política en España tras el 23J.

BBVA hace esta mención entre los factores de riesgo macroeconómicos y geopolíticos que pueden afectar a la evolución del negocio del grupo. El banco genera en España el 29% de los 8.019 millones de euros de beneficios de 2023, impulsado sobre todo por las subidas de los tipos de interés. Aunque el resultado está lejos del peso por activos, que alcanza casi el 60% en la división española.

"La prima de riesgo de España se mantiene estable desde las elecciones del 23J, aunque desde la banca de inversión lo atribuyen a que los inversores perciben más riesgos fuera de España por la nueva geopolítica

La entidad presidida por Carlos Torres también hace alusión al impuesto bancario que acaba de prorrogar un año más de lo previsto el Gobierno de Pedro Sánchez. Pero en este caso se refiere de forma general: “Las entidades financieras están expuestas a un entorno regulatorio complejo y cambiante, por parte de gobiernos y reguladores. La actividad normativa y regulatoria de los últimos años ha afectado a múltiples ámbitos, incluyendo cambios en las normas contables; una estricta regulación de capital, liquidez y retribuciones; gravámenes bancarios e impuestos sobre transacciones financieras”, indica en el apartado de riesgos regulatorios y reputacionales, entre otros.

Primeras advertencias de los economistas

Las voces de alerta sobre la inestabilidad van aumentando en España. Esta misma semana, el Consejo General de Economistas (CGE) advirtió de que no sacar adelante uno nuevos Presupuestos para 2024 generaría desconfianza sobre el país y la economía.

“La prima de riesgo española se está manteniendo muy bien, pero mantener prorrogados los Presupuestos de 2023 sería un elemento muy distorsionante, sobre todo para la confianza externa", alertó Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del CGE, esta misma semana.

Lo cierto es que la prima de riesgo se ha mantenido estable desde las elecciones, en torno a los 100 puntos básicos. Los inversores no están mostrando una preocupación excesiva sobre las dudas por la gobernabilidad en España, que se debe más a factores exógenos, como coinciden distintas fuentes financieras.

“El capital cada vez es menos global y la incertidumbre está instalada en todo el mundo, sobre todo en China”, explica un alto directivo de uno de los grandes bancos de inversión internacionales.

Riesgos por la filial de Turquía

BBVA dedica en sus cuentas anuales un párrafo exclusivo como factor de riesgo por las condiciones políticas, económicas y sociales en Turquía. Desde mediados de 2022 aplica contabilidad por hiperinflación, que ha provocado un recorte de 400 millones al valor contable de su filial Garanti.

“La situación sigue siendo relativamente inestable, caracterizada por una depreciación gradual de la lira turca, una elevada inflación, un significativo déficit comercial, un bajo nivel de las reservas de divisas del banco central, y un elevado coste de la financiación externa. Los terremotos de febrero de 2023 han profundizado las dificultades económicas de Turquía. Además de las enormes pérdidas humanas que causaron, los terremotos han presionado a la inflación, así como a las cuentas externas y fiscales”, explica el banco.

La entidad presidida por Carlos Torres acumula ya una minusvalía que asciende a 1.600 millones desde que desembarcó en el país otomano en 2011. A cierre de 2023 valora contablemente el negocio de Turquía en 6.700 millones, frente a los 7.100 millones de un año antes, por la devaluación del 39% de la lira turca.

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